La ‘falsa’ baja de COPSESA en el Banco de España dejó fuera a OHL, Ferrovial y Dragados
-Una baja económica de COPSESA en la licitación de la reforma del Banco de España de Santander dejó fuera a OHL, Ferrovial y Dragados.
-Las tres grandes constructoras partían con puntuaciones técnicas muy similares, pero no pudieron competir con el precio más bajo.
-El coste final de la obra se elevó después un 18 %, desvirtuando la rebaja inicial que dio la victoria a la firma cántabra.
La adjudicación de las obras de rehabilitación del Banco de España de Santander, futura sede del Archivo Lafuente como centro asociado del Museo Reina Sofía, es un ejemplo de cómo una baja económica agresiva puede condicionar la competencia real entre empresas en un contrato público de gran envergadura.
En diciembre de 2023, la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Santander resolvió la licitación otorgando la obra a la constructora cántabra COPSESA (Constructora Obras Públicas San Emeterio, S.A.), cuya propuesta económica, muy por debajo de las del resto de empresas participantes, fue determinante para imponerse frente a grupos de referencia en el sector como OHL, Ferrovial o Dragados, que habían presentado propuestas técnicas prácticamente empatadas.
El edificio del Banco de España, ubicado frente a Correos, se convertirá en la sede del Archivo Lafuente, una colección privada con más de 130.000 piezas de arte, documentos y publicaciones vinculadas a las vanguardias históricas y contemporáneas, adquirida por el Estado y gestionada desde el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. El futuro centro actuará como espacio expositivo, archivo, zona de investigación y almacén documental. Su futura gestión podría ser por un consorcio entre administraciones. Pese al intento de apropiación del proyecto en el que prima la aportación del Estado, que cedió el edificio y posee los fondos, el papel del Ayuntamiento ha sido licitar y adjudicar la obra –y cobrar las correspondientes tasas-.
Una licitación con grandes constructoras
El proyecto salió a concurso con un presupuesto base de 15,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 25 meses, atrayendo a buena parte de las principales constructoras del país. Presentaron ofertas Dragados, Ortiz, SIECSA, Rotedama, así como varias uniones temporales de empresas (UTE), entre ellas Acciona, Ferrovial, Palomera, OHL y SENOR. También concurrió Vías y Construcciones, que fue excluida por errores en la documentación.
Igualdad técnica
Las puntuaciones técnicas evidenciaron una competencia muy ajustada. COPSESA obtuvo 46,5 puntos, seguida por la UTE OHL–SENOR (45,5 puntos), Ferrovial–Palomera (44,5) y SIECSA (41,5). Un solo punto separaba a COPSESA de OHL, y dos de Ferrovial, lo que dejaba la adjudicación abierta en esa fase del proceso.
Una oferta económica decisiva
La diferencia llegó en la valoración económica. COPSESA presentó la oferta más baja: 10,61 millones de euros sin IVA, frente a los 10,81 de Rotedama y los entre 11 y 11,5 millones ofrecidos por Dragados, OHL, Ferrovial, SIECSA o Acciona. Ortiz alcanzó casi 11,9 millones.
Gracias a esa rebaja, COPSESA recibió la máxima puntuación económica (51 puntos), lo que, sumado a su valoración técnica, dio como resultado 97,5 puntos totales. Le siguieron OHL–SENOR (91,69), Ferrovial–Palomera (87,85), SIECSA (86,61), Dragados (84,69) y Rotedama (84,28).
El efecto de una baja agresiva
La baja dejó fuera a las constructoras con mayor peso en el sector, como OHL, Ferrovial o Dragados, que quedaron desbancadas pese a presentar proyectos técnicamente solventes. En casos como OHL y Ferrovial, la diferencia técnica fue de tan solo un punto, lo que acentúa el papel determinante del precio.
La rebaja se deshizo
La obra fue finalmente adjudicada por 12,83 millones de euros (IVA incluido) y un plazo de 24 meses, con previsión de finalización en abril de 2026.
Sin embargo, como ha revelado la semana pasada EL FARADIO, en agosto de 2025, el Ayuntamiento aprobó una modificación del contrato que incrementó el presupuesto hasta los 15,16 millones de euros, elevando el coste un 18 % y posponiendo la apertura hasta agosto de 2026.
El nuevo importe acercó el coste final al presupuesto inicial de licitación, desvirtuando en la práctica la rebaja con la que COPSESA se había hecho con el contrato.
Un patrón habitual en la contratación pública
El caso encaja en un patrón recurrente en la obra pública: las bajas que permiten a una empresa ganar un concurso desplazando a competidores sólidos, pero que terminan generando sobrecostes y ampliaciones de plazo que modifican las condiciones originales.
Según el Observatorio de Contratación Pública, este tipo de prácticas supone un riesgo en términos de calidad, viabilidad y sostenibilidad del gasto público. La Ley de Contratos del Sector Público permite excluir ofertas anormalmente bajas, aunque la valoración final queda en manos del órgano de contratación.
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