Los gatos han dejado de ser el enemigo principal de las aves. A su lado, el potencial asesino de su actual depredador alcanza cifras escalofriantes y de nada sirve la agudeza sensorial de los pájaros para detectar esta amenaza de tan invisible resulta en pleno vuelo.

Los cristales matan cada año a millones de aves. Grandes cristaleras en edificios, marquesinas, ventanales transparentes que dejan ver tras de sí vegetación o cielo azul, fachadas de espejo y pantallas acústicas se han convertido en causantes de más de cien millones de muertes anuales.

SEO/BirdLife, la Sociedad Española de Ornitologia, ha iniciado junto a la oficina Ecocampus de la Universidad de Cantabria una nueva línea de actuación para prevenir estas colisiones contra las ventanas de los edificios del campus universitario.

El trabajo en este área de la ciudad de Santander tendrá varias fases, entre las que se incluye en seguimiento de muerte de aves por este tipo de accidentes.

En este sentido, y dentro de la colaboración entre SEO/BirdLife y la oficina Ecocampus, se valorarán los distintos puntos negros que existen en la actualidad dentro del campus y comenzarán a aplicarse medidas correctoras.

Asimismo, está prevista la elaboración de directrices técnicas para minimizar el riesgo para las aves de cara a la construcción de nuevos edificios.

Cerrar las cortinas o bajar las persianas son gestos cotidianos que pueden ayudar a que estos hechos no se produzcan, así como eliminar los reflejos con adhesivos u otros plásticos.