En toda familia existe la figura del cuñao. Todas, sin excepción, tienen uno. Quizá dos. O más si tienes suerte… El cuñao es aquel que, en las reuniones familiares, habla de todo y no tiene ni idea de nada. Es aquel que, mientras se toma una caña contigo en un bar, cree que por hablar más alto va a tener más razón. Es aquel que, cuando su primo Paco el de Móstoles, le demuestra que está equivocado, le intenta ridiculizar porque se “arrejuntó” a una peruana. El cuñao, tras leer esto, te habrás dado cuenta que no necesariamente es tu cuñao, sino que puede ser tu tío-abuelo, tu ginecólogo o la vecina del quinto. Puede ser cualquiera. Puedes serlo hasta tú. España es el país de los cuñaos y de los aeropuertos vacíos. Y en ocasiones, de ambos.

La semana pasada se ha celebrado el Debate sobre el Estado de la Nación (DEN). Lo pongo en mayúsculas a regañadientes, pues el debate ha sido minúsculo. Más de lo mismo:

Rajoy: -Y tú más.
Pedro Sánchez: -Y tú más.
Rajoy: -Y tú más.
Pedro Sánchez: -Y tú más.
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.Y la prensa, al servicio. Rajoy gana en las encuestas del ABC, La Razón y El Mundo (¡Sorpresa!). Pedro Sánchez en las de El País, La Vanguardia y El Periódico (¡Sorpresa again!). La prensa sigue soportando al bipartidismo obviando la nueva realidad que desde las elecciones europeas se vive en nuestro país. Incluso aquellos que en su día a día recogen de forma más amplia esa nueva realidad continúan preguntando si ganó A o B, ignorando (a propósito) que existen 27 letras en nuestro abecedario. Y así los únicos que ganan son los mismos de siempre. Y por supuesto, pierde España.

España pierde porque el resumen del DEN se centra en los dos mayores cuñaos del reino.

Pierde porque el presidente cuñao presenta una realidad sacada de Matrix. España pierde porque el líder (¿he dicho líder?) cuñao del partido que fue más votado de la oposición (que no líder de la oposición) presenta una realidad, cierta, pero obviando que su partido es corresponsable de que así sea.

España pierde porque los cuñaos se pasan entre ellos la pelota, sin dejar jugar al resto. Pero por suerte, hay otros que han decidido (que hemos decidido) no ser cuñaos. Que no quieren que su hermana se case con el consejero delegado de equis. O que la mujer de su hermano tenga las cuentas en el paraíso fiscal i griega. Que presentan la realidad que viven sus conciudadanos. Que defienden a sus conciudadanos. Que viven con sus conciudadanos. Y algún día, y ya queda menos, nos tendrán que pasar la pelota. Porque nosotros, el pueblo, también jugamos.

Podría extenderme analizando el DEN pero no lo haré. No lo haré porque con los párrafos arriba escritos, el análisis es más que suficiente. Los cuñaos no han aportado nada nuevo. Y como siempre, al primo Paco, el de Móstoles, el que se “arrejuntó” a una peruana, no se le ha prestado la suficiente atención. Y lo que dice el CIS es que la gente con quien más de acuerdo está es con lo expuesto por el primo Paco-Alberto Garzón (Muy o bastante de acuerdo: Alberto Garzón: 39,3% Rosa Díez: 29,9% Pedro Sánchez: 29,5% Mariano Rajoy: 22,1%). Sin embargo, sus intervenciones no son conocidas. Y eso tiene fácil solución: primera exposición y -brillante- réplica.