Es la principal cita festiva del año para muchos barquereños, marineros y descendientes de un pueblo que sigue mirando al mar y que tiene en la Virgen de la Barquera una de sus más destacadas señas de identidad.

San Vicente de la Barquera ha acogido este domingo la celebración de La Folia, Fiesta de Interés Turístico Nacional, en la que los barquereños y numerosos cántabros sacan por las calles a su Virgen, a la que cantan y embarcan en un paseo marítimo que se repite año tras año.

Celebración de La Folia

La Virgen de la Barquera, junto a los picayos, banda de Cornetas y Tambores, autoridades y numerosos fieles hicieron el recorrido por las empinadas calles de la villa, desde la iglesia de Santa María de los Ángeles en dirección al puerto, pasando por la avenida principal en donde los porteadores bailaron el grupo escultórico lentamente y se realizó la tradicional actuación de un grupo de chicas con cantos a la patrona de la villa.

A continuación, con la llegada de la pleamar, la patrona fue embarcada en el pesquero «Nuevo Hermanos Cortabitarte» para la procesión marítima en la que han participado todos los barcos del puerto repletos de romeros.

Posteriormente la imagen de la virgen fue desembarcada en el muelle de La Barquera para reconducirla hasta su capilla con los cantos de la Salve Marinera.

La fiesta se basa en la leyenda que dice que la imagen de la Virgen de la Barquera llegó al puerto de San Vicente en un pequeño bote sin remos, tripulantes ni velas y terminó varando en una pequeña cueva donde en la Edad Media se levantó el santuario.