Los libreros advierten: “Las editoriales de libros de texto son un lobby muy fuerte”
Es una medida que llevan años demandando las familias, quienes ven como cada fin de verano la factura de los libros académicos pone más dura la cuesta de septiembre.
El consejero de Educación del Gobierno de Cantabria, el socialista Ramón Ruiz, sorprendía el lunes con el anuncio, en el Pleno del Parlamento, en respuesta a una pregunta de Ciudadanos, de que su departamento estaba trabajando en un banco de libros, universal y gratuito.
En el mundo de las librerías están a la espera de más concreción de este proyecto, al igual que en colectivos como la FAPA, la federación de asociaciones de padres y madres, que se reunirán este jueves con el consejero para conocer más detalles.
Los elevados precios de los libros de texto son un problema que también sufren en las tiendas de libros, y no sólo por ser receptoras inmediatas de las quejas de los padres al ver la cuenta.
Es que, tal y como explicaba en BUENAS TARDES CANTABRIA la conocida librera santanderina Paz Gil, las editoriales de libros les hacen “competencia desleal”, ya que en ocasiones venden directamente a los colegios.
Y, en otras, cuando lo hacen directamente con las librerías, lo hacen exigiendo pagos por adelantado y reduciendo al mínimo los descuentos.
Son un “lobby poderoso”, que además supone parte del negocio de colegios privados, según apunta la librera.
OTRAS EXPERIENCIAS
Lo que a Paz Gil, al igual que a muchos libreros, le “alarma” es que el modelo por el que se acabe inclinando Cantabria es por la compra directa de libros desde el Gobierno a las editoriales.
Porque eso tendría consecuencias muy graves para las pequeñas librerías, que en determinados barrios o pueblos se “sostiene” por la venta de libros de texto, y que con esta fórmula “podrían desaparecer”.
Frente a esto, existen modelos como el de Estados Unidos, donde, según explica, los libros quedan en el centro y van pasando a los alumnos curso tras curso, quedando reflejado quienes han sido sus propietarios para que haya responsabilidad en su uso y asuman los gastos si se produce un deterioro.
TEMARIOS QUE NO CAMBIAN TANTO
Paz Gil añade que pese a los cambios constantes, bien por las sucesivas leyes educativas, bien por las imposiciones editoriales, lo cierto es que hay materias en las que en realidad el temario no cambia, como pueden ser matemáticas o lengua.
Y también cree que, al margen de que se acabe recurriendo a formatos digitales (la portavoz del Grupo Socialista, Silvia Abascal, recordaba que el consejero también habló de la instauración de una plataforma de contenidos virtuales), Paz Gil considera que el gasto en libros debería ir más dirigido a dotar de contenido y materiales a las bibliotecas escolares.
Carmelo
Es una estafa como una casa. Mi hermana y yo nos sacamos tres años y ella nunca ha podido aprovechar mis libros.
JAVIER MANSO
Casi todas las afirmaciones que se hacen en este artículo son falsas, empezando por el encabezamiento. Es ridículo hablar de «lobby» en un negocio que mueve apenas 300 millones de euros al año, una minucia comparado con otros sectores o negocios. Además, no hay un grupo de empresas en España tan ninguneado ni vapuleado por los políticos y determinados ámbitos sociales como el de las editoriales educativas: entre gratuidades, cheques escolares, digitalización, fomento del intercambio y la segunda mano desde instancias públicas, cambio de leyes cuando los libros ya están hechos, necesidad de aprobaciones por cada comunidad autónoma, diversidad de contenidos, etc, etc. El milagro es que se sigan haciendo libros de texto en este país. No hay negocio menos rentable. Y encima hay que escuchar a indocumentados como Carmelo hablando de «estafa», robo, y otras lindezas cada septiembre. ¡País…!