Se están retomando viejas prácticas, tanto por el lado de la banca, que vuelve a comercializar productos como las preferentes o los Valores Santander; pero también por parte del usuario, que vuelve a mostrar un exceso de confianza.

Así lo ve el abogado Juanma Brun, que ha representado ante los tribunales multitud de casos sobre las preferentes y los Valores Santander que han culminado en un éxito judicial. Brun alerta precisamente se está volviendo a los años previos de la crisis en ambos aspectos.

Protestas por los afectados de Valores Santander.

“Estoy viendo que se retoma esa confianza que parecía que se había perdido, y yo creo que los bancos están aprovechando de nuevo para vender estos productos, que son legales”, aclara. “Si uno conoce exactamente lo que está adquiriendo puede estar bien, uno arriesga de forma adulta. Pero se lo están vendiendo a ahorradores e inversores conservadores, cuando son productos para gente más conocedora del mundo financiero y que quieren arriesgar más su dinero”.

Y es que este domingo EL FARADIO publicaba la denuncia de APABANK, una asociación de usuarios y consumidores de la banca, que alerta que el Banco Santander sigue comercializando productos similares a sus Valores. Es decir, son productos de alto riesgo, destinados a grandes inversores pero que se pueden colocar a pequeños ahorradores que los confunden con otras inversiones a plazo fijo y cuya inversión mínima sí tienen garantizada.

Brun cree que en este caso, los bancos están regresando a estas actitudes por dos factores principales: la ausencia de sanciones ejemplarizantes debido a las malas prácticas y que los clientes no conocen muchas asociaciones o colectivos a los que acudir para asesorarse.

“SE HA PERDIDO LA OPORTUNIDAD DE PONER SANCIONES MAS EJEMPLARIZANTES”

“Creo que se ha perdido la oportunidad de poner sanciones más ejemplarizantes en España”, ha razonado, aunque sí detecta que ha habido un pequeño cambio de regulación y un poco más de miedo.

Sin embargo, bancos como el Santander han visto que les han sancionado con 4, 5 ó 6 millones de euros por la venta de preferentes, “que no es nada para un banco”, mientras que las multas en países como EEUU han ascendido a miles de millones.

“El banco prefiere el riesgo, porque al final comercializar estos productos le supone mucho retorno”, insiste Brun. “Mucho más de lo que saca en un escenario de bajos tipos de interés, en los que los préstamos no les rentan prácticamente nada, y tienen que hacer este tipo de prácticas para sacar mucho más dinero”.

Además, recalca, “les han salido bien otras veces vender estos productos a los clientes”, porque estos productos atípicos dejan ganancias de un 60%, frente a un 1% de los intereses con un producto tradicional. “El riesgo no es tan grande, porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores no está tan encima como debería estar”.

En cuanto a los clientes, Brun insiste en la importancia de consultar con los expertos. “Es complicado cuando al cliente le cuesta dar ese paso de ir a preguntar a expertos”, asegura, porque “no saben a quién ir, no hay una asociación como ADICAE donde puedas ir a preguntar con un coste relativamente pequeño”. Y es que los bancos saben que no hay un tejido asociativo fuerte “y se aprovechan de la confianza”.