Íñigo de la Serna, ministro de Fomento en el Gobierno de Rajoy

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El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, será el ministro de Fomento en el nuevo Gobierno de España que acaba de anunciar Mariano Rajoy.

De la Serna consigue así sus ambiciones en política nacional (este verano la prensa nacional contaba como en un acto público pidió un ministerio para los ingenieros) y se suma a una nómina de cántabros en La Moncloa de la que forman parte en la historia el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba (Educación e Interior), la popular Isabel Tocino (Medio Ambiente) o el ucedista Alfonso Osorio (Presidencia).

De la Serna y Rajoy

De la Serna y Rajoy

De la Serna llevaba en su tercera legislatura como alcalde de Santander, y aunque esta misma mañana su compañera de partido Ana Madrazo, diputada nacional, había considerado los rumores como meras especulaciones, finalmente da el salto a la Moncloa, algo que en los mentideros santanderinos se había dicho en varias ocasiones.

El regidor santanderino, ingeniero de profesión, comenzó su carrera política como director de Gabinete del consejero de Medio Ambiente, José Luis Gil, en la época de infraestructuras como el saneamiento de la Bahía; después fue concejal de Medio Ambiente con el alcalde Gonzalo Piñeiro, en un momento en que se hicieron las adjudicaciones de servicios como el de aguas o basuras, hasta finalmente encabezar la lista.

TERCERA LEGISLATURA, PERO EN MINORÍA

De la Serna, que fue presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, y tras el auge de un incipiente movimiento vecinal con el urbanismo como hilo conductor a raíz de la expropiación de Amparo Pérez, perdió la mayoría absoluta para su partido, aunque mantuvo el equipo de Gobierno gracias al apoyo implícito de Ciudadanos.

En lo que llevamos de legislatura, el PP santanderino ha perdido votaciones en cuestiones tan emblemáticas como la financiación de los toros, y es inminente la anulación por el Tribunal Supremo del Plan General de Ordenación Urbana, aprobado bajo su mandato y cuestionado por las altas previsiones de población (más de 260.000 habitantes), pese a la pérdida de población, así como por agotar todo el suelo de la ciudad.

El urbanismo ha sido su gran espada de Damocles, con un auge de los movimientos vecinales como consecuencia de los proyectos que implican expropiaciones y desalojos en varios barrios santanderinos, y a los que De la Serna descalificó públicamente llamando «plataformitis».

El equipo de Gobierno viene reaccionando con hostilidad a las críticas o distintos reveses, con sucesivos encontronazos con instituciones tan distintas como la sociedad Menéndez Pelayo, la Fundación Marcelino Botín, los ataques a periodistas críticos como la columnista Olga Agüero o los encontronazos con la oposición: está pendiente una querella por injurias que le presentó el concejal de Santander Sí Puede, Antonio Mantecón, de quien De la Serna insinuó que desviaba dinero del ayuntamiento a su partido, tras ponerle como No Adscrito después de la ruptura en Ganemos.

Desde este ministerio de Fomento podrá llevar a cabo algunas de sus reivindicaciones históricas, como la llegada de la alta velocidad a la capital, que llevó al Pleno municipal en varias ocasiones.

RELACIONES POLÍTICAS

Sus relaciones con el PP cántabro han sido frías: descabalgado de la vicesecretaria del partido a nivel autonómico, protagonizó una dimisión en el Parlamento tras haber sido elegido como número dos en la lista encabezada por Ignacio Diego. Ahora había vuelto a ser diputado, y, paradójicamente, el propio PP ha presentado recientemente, junto a Podemos y Ciudadanos, una propuesta legislativa que cuestionana una acción urbanística en el santanderino barrio de El Pilón.

En los últimos tiempos eran frecuentes sus viajes fuera de Santander por cuestiones relacionadas con otros cargos que ostenta.

Su equipo de fieles ha variado en los últimos años, sus principales apoyos en la actualidad, sus colaboradores más cercanos, son Gema Igual, responsable de Turismo y quien viene gestionando los contactos institucionales del Ayuntamiento en los últimos años; y César Díaz, concejal de Urbanismo y portavoz del Grupo Popular.

REACCIONES

El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, calificaba de «bombazo» la noticia, en un tuit; y el socialista Pedro Casares le felicitaba, considerando que podría ser bueno para Santander y recordándole inversiones necesarias desde su departamento como la reordenación ferroviaria, el Puerto de Santander o el desarrollo del Frente Marítimo. También le felicitaba Ignacio Diego, presidente del PP cántabro.

Más críticas eran otras reacciones, como la del concejal Antonio Mantecón o la del diputado autonómico de Podemos José Ramón Blanco, que cuestionaban que el premio a la anulación del Plan General sea precisamente un nombramiento a este nivel, si bien desde la formación morada también confiaban en que su paso por Fomento sea bueno para Cantabria, y el Colegio de Ingenieros de Caminos mostraba su alegría porque uno de los suyos llegue a ser ministro.

En Izquierda Unida, su concejal Miguel Saro confiaba en que, al margen del tema infraestructuras, se abra un nuevo tiempo en la ciudad.

(NOTICIA EN ACTUALIZACIÓN)

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