Hacia la huelga feminista del 8M

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En la misma semana en que el presidente del Gobierno descartaba regular la ley salarial para equiparar los sueldos entre hombres y mujeres en la empresa privada con su brillante frase “no nos metamos en eso”, la sociedad se reunía en diversas asambleas abiertas por todo el país para organizar acciones de cara al próximo 8 de marzo, día de la mujer,  Cantabria no era una excepción.

Integrantes de IJANAS, asociación de jóvenes feministas, en la Porticada en un acto de aniversario del 15M

La brecha salarial es producto de la remuneración discriminatoria existente en muchas empresas cuyas trabajadoras cobran menos que sus compañeros por el mero hecho de ser mujeres. La igualdad no será real mientras existan estas diferenciaciones, ese “a igual trabajo igual salario”, que parece una evidencia resulta ser una utopía por la que el presidente no está dispuesto a pelear. No nos sorprende, pero no nos quedaremos calladas asumiendo que es el mundo que nos toca, queremos que se hagan valer nuestros derechos laborales tanto en empresas públicas como privadas y lo vamos a lograr.

Un estudio de UGT en 2016 afirmaba que Cantabria ocupaba la segunda posición respecto a la mayor brecha salarial, sólo detrás de Navarra, con un 28’42%. Pasamos a ocupar el tercer lugar en 2017 pero lo que parecía un síntoma de mejora no lo era en absoluto ya que la brecha se había incrementado hasta un 35’4%. Hablando en plata, las mujeres cántabras cobran de media 5.620 euros menos al año que los hombres ejecutando el mismo trabajo. Tengamos en cuenta que somos casi la mitad de la población activa de la comunidad, es decir, casi la mitad de la población activa cobra un salario inferior a lo que le corresponde pero… «no nos metamos en eso», no vayamos a molestar a quienes afianzan sus ganancias a costa de la desigualdad salarial y por tanto, social. No meterse en eso es avalar, apoyar un sistema injusto, decidir no corregir la discriminación pese a tener la opción de hacerlo. No, no nos vamos a callar.

Es por este motivo, entre muchos otros, por lo que se están organizando multitud de plataformas a lo largo del Estado promoviendo el apoyo a la iniciativa de huelga el día 8 de marzo, un paso más allá al paro llevado a cabo el pasado año, una huelga que se basa en cuatro ejes: cuidados, educación, laboral y consumo.

El área de la Mujer del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Cantabria (STEC) convocaba el pasado jueves a colectivos feministas, sindicatos y sociedad civil en general para valorar la posibilidad de llevar a cabo en nuestra comunidad la huelga de mujeres planteada a nivel internacional a iniciativa de la Federación Estatal de Organizaciones feministas. Su propósito era la creación de una plataforma que trabajase en torno a estos cuatro ejes, informase y difundiese los motivos que nos llevan a la huelga. A la asamblea asistieron unas cuarenta personas en nombre de diversos colectivos cántabros y a título personal.

La web de referencia estatal será la vía informativa de conexión entre las distintas plataformas, en ella encontramos los argumentos que motivan una huelga que no se limita al ámbito laboral, son los siguientes:

  • Consideramos urgente acabar con las violencias machistas.
  • Queremos transformar la economía para un reparto justo del empleo, los trabajos de cuidado y la riqueza.
  • Nos es imprescindible reconocer el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestras trayectorias vitales.
  • Exigimos abolir las fronteras y el sistema racista imperante.

 

Dado el trabajo que requiere una huelga como ésta la Plataforma ha creado grupos de trabajo en torno a cada uno de los cuatro ejes mencionados a los cuales puede sumarse cualquier persona interesada en colaborar sin necesidad de formar parte de ninguna asociación, así como un quinto grupo de trabajo dedicado a la labor comunicativa y difusora, de modo que la plataforma sea una herramienta colectiva de trabajo así como un medio eficaz de intercambio de información.

“Sin nosotras no se produce, y sin nosotras no se reproduceMetámonos en eso.

 

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8 Comentarios

  • Fernando Díaz
    29 de enero de 2018

    No es cierto que las empresas paguen menos a las trabajadoras por ser mujeres. Eso hay que demostrarlo, no basta con decirlo y repetirlo. Por supuesto que en el mundo laboral hay discriminaciones, y la sexista es sólo una de ellas, y dentro de ella no siempre es la mujer la perjudicada. La discriminación a que te refieres es por motivos laborales, no sexistas.

  • Fernando Díaz
    29 de enero de 2018

    La supuesta ´guerra de sexos´que en el presente el neofeminismo nos vende no existe. Esa concepción de dos sexos enfrentados en bloque es una representación ideológica. Los hombres no actúan de forma homogénea y negativa. Igual de simplista es entender a las mujeres como un colectivo pasivo, con una esencia pura, inocente, indefenso (a proteger), hueco e incapaz de asumir cualquier responsabilidad, pero eso sí: siempre positivo.
    Los sexos no actúan de forma autónoma con un plan prefijado, sino que interactúan individualmente pero forma enclasada, co-influyéndose y co-determinándose en función de sus condiciones materiales de vida.
    -Conclusión: la realidad no es obra exclusiva de un sexo (hombres) sino que está compartida necesariamente por dos coprotagonistas. Por tanto, atribuir la responsabilidad única de la sociedad actual a los hombres es manipulador.

  • Alejandro
    30 de enero de 2018

    LOs 4 puntos que sustentan esta «huelga»:

    1.Consideramos urgente acabar con las violencias machistas. ¿Y el resto de las violencias? ¿Y la violencia contra los niños? Además aunque os guste la palabra género para identificar a sexo, aquí se emplea con especial cuidado la palabra machista. Es decir, la violencia feminista no ha de ser erradicada. Bien, bien..
    2. Queremos transformar la economía para un reparto justo del empleo, los trabajos de cuidado y la riqueza. No debéis haber estudiado mucho. Eso ya lo intentó el comunismo. ¿Resultado? Más de 100 millones de muertos directos, directos, para repartir la riqueza. O sea, una simplicidad digna de quienes convocan la huelga.
    3. Nos es imprescindible reconocer el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestras trayectorias vitales. Lógicamente cada uno es libre de hacer lo que considere oportuno, siempre y cuando no afecte a los demás. No entraré ya en el tema del aborto, porque las meninges femiprogres es algo que no pueden soportar debatir acerca de ello.
    4.Exigimos abolir las fronteras y el sistema racista imperante. ¡Qué pena que no se permitan emoticonos, ya que con palabras no se expresar la estupefacción que me causa este enunciado! La simpleza intelectual y el desconocimiento de la historia y la geopolítica hacen que este punto sea para echarse a reir y no parar en años.

    Estamos esperando inquietos el gran éxito que va a tener esta huelga. Creo que los millones de mujeres trabajadoras que hay en España, que por supuesto están muy por encima de toda esta patulea progre, se deben estar partiendo de risa en casa si piensan que se van a adherir a esta engañifa para piji progres.

  • Alejandro
    30 de enero de 2018

    Noticia de hoy mismo: hasta Podemos contadice lo que dice la Autora en el artículo:

    https://www.libremercado.com/2018-01-30/hasta-podemos-reconoce-que-no-existe-brecha-salarial-entre-hombres-y-mujeres-1276612918/

    Extracto del mismo:

    La «brecha salarial» se vende habitualmente a la opinión pública como la diferencia de sueldo que existe entre hombres y mujeres por una simple cuestión de género. Así, uno de los principales mitos extendidos a este respecto consiste en hacer creer que, por norma, las trabajadoras del género femenino cobran un 23% menos que sus compañeros masculinos por el mero hecho de ser mujeres, dejando así entrever que existe una especie de discriminación laboral.

    El problema de tal afirmación, sin embargo, es que se refiere a salarios medios brutos, sin entrar a valorar el número de horas trabajadas o el puesto que desempeñan unos y otros. Es decir, la citada «brecha salarial» compara dos colectivos con condiciones y características muy diferentes entre sí, tergiversando con ello la realidad del mercado laboral. Y es que, la pregunta clave en esta materia, por el contrario, consiste en saber si a igual puesto de trabajo y experiencia, hombres y mujeres cobran o no el mismo sueldo. ¿Respuesta? Los datos y estudios disponibles demuestran que no es cierto que las mujeres cobren menos que los hombres por hacer el mismo trabajo.

    Tanto es así que hasta Podemos, uno de los partidos que más insiste en denunciar la «brecha salarial», reconoce su inexistencia a igual puesto de trabajo. Así, en su proyecto alternativo de Presupuestos presentado el pasado lunes, la formación de Pablo Iglesias señala, al hilo de su propuesta para igualar los permisos de paternidad y maternidad, que…

    Las medidas de transparencia (auditorías salariales en las empresas, por ejemplo) son necesarias, pero la brecha salarial no se explica tanto por la diferencia de remuneración en los mismos puestos, sino por la fuerte segregación de las mujeres en el mercado de trabajo (ellas trabajan en sectores peor remunerados, y evolucionan a un ritmo menor que ellos hacia categorías laborales mejor remuneradas); asimismo, las mujeres tienen vidas laborales más discontinuas, con más periodos de bajas […]

  • Fernando Díaz
    30 de enero de 2018

    Evidentemente, la brecha salarial por sexos es inexistente, la manipulación radica en trazar la raya de la diferencia en el sexo y no en las condiciones laborales. Las mujeres se ocupan más en profesiones con menor remuneración y desempeñan más la media jornada y/o los contratos temporales (lo que habría que estudiar es porqué ocurre esto). Pero todo el mundo sabe que las mujeres no cobran menos por el MISMO trabajo ni por el mero hecho de ser mujeres. Esto pese a ser repetido casi a diario no pasa de ser algo incierto y por supuesto no demostrado (nadie se para a pensar en cómo obtienen ese extraño y misterioso porcentaje siempre distinto que publicitan).
    Tiene que ver, además, con otro mito: el techo de cristal. El neofeminismo no contempla, por motivos obvios, que muchísimas mujeres optan por no continuar sus carreras laborales a edades más avanzadas, sencillamente porque no les satisface y no encuentran atractivo las exigencias que ello conlleva. Esta opción personal es aprovechada por la ideología de “género” para vender una supuesta opresión y boicot a que las mujeres lleguen y se mantengan en puestos dirigentes.
    El verdadero problema en nuestros días está en la estrategia frentista al considerar al hombre como el enemigo y el culpable de todos los males de las mujeres, en vez de reflexionar sobre su propia responsabilidad general.

  • Fernando Díaz
    30 de enero de 2018

    En cuanto a los cuatro puntos:
    1-pretender acabar con la violencia “machista” supone desmarcarse del resto de violencias, dejando clara una visión egocéntrica e insolidaria. Por otro lado, dar por sentado el origen de esa violencia en el “macho”, aparte de ser muy osado al no estar demostrado que ese sea el factor desencadenante, es contradictorio, ya que como solución siempre se propone (al menos teóricamente) la educación. Extraña solución si ya consideras que la causa está en la propia condición de ser “macho” … A ver si nos aclaramos un poco.

    2-este punto rebosa candor, ingenuidad y “pensamiento Alicia”. En todo caso, contempla la puesta en marcha de una revolución social y política armada para tomar las instituciones por la fuerza (ya que el poder actual no lo va a ceder voluntariamente) e implantar un régimen adecuado. Supongo que todo esto estará ya previsto y planificado por los manifestantes.

    3-más de lo mismo. Sería interesantísimo conocer cómo se puede decidir la propia trayectoria vital, solo por eso merece la pena acudir a la manifestación. Esta es la verdadera revolución. Por cierto, no podemos decidir sobre nuestros cuerpos porque nosotros somos nuestros cuerpos, no es posible hacer esa disociación, salvo que contemples la existencia de un espíritu en tu interior.

    4-continúa el idealismo infantil. Cualquiera que tenga una formación mínima, ya sea académica como mundana, tiene claro que esto es imposible. Por tanto, proponer una manifestación con este lema no es ni siquiera utópico, constituye una estafa intelectual y política.

  • Paz Alejo rubio
    4 de febrero de 2018

    Los comentarios leídos me llevan a algo que pienso tantas veces…este es un tema que revuelve de una manera increíble, creo que por lo integrado que lo tenemos tod@s y lo que ocupa en nuestra sociedad. Supongo que también habrá teoría varias para desmontar el tema de la huelga de cuidados. No tengo más que mirar a las mujeres de mi alrededor y cuanto tiempo de sus vidas dedican al tema de los cuidados..a hij@s, a madres y padres mayores…a enfermos de la familia y de la familia de sus parejas. Creo que seria interesante y nutritivo intentar entender que con esto ganamos tod@s…c9n una sociedad donde las mujeres no estén obligadas a cuidar y donde a los hombres no se les prive de la delicadeza y la ternura necesarias para ello. Saludos feministas a tod@s

  • Fernando Díaz
    7 de febrero de 2018

    Yo no creo que razonar de forma sensata con argumentos lógicos sea revolver, es simplemente contestar de forma crítica a una convocatoria que no es realista y hace aguas en los cuatro puntos.
    Es evidente que las mujeres en general dedican más tiempo a los cuidados, donde discrepamos es en las causas: No se puede decir que “las mujeres están obligadas a cuidar” porque no es cierto. Se puede discutir porqué ocurre esto pero no concluir de entrada alegremente que es por obligación. Lo mismo se puede decir de que los hombres carezcan de delicadeza y ternura (“hablar de forma crítica sobre las mujeres es machista y misógino, hablar mal de los hombres es igualdad”)..
    Por cierto, dicho sea de paso: el empleo de la @ para dirigirse a ambos sexos no tiene sentido porque el género gramatical no tiene relación con el sexo. Cuando decimos el sol o la luna, no nos estamos refiriendo a su sexo.
    Otra observación: en alemán el artículo femenino “die” (la) coincide con el plural genérico “die” (masc, fem y neutro), y nunca he visto a ninguna feminista protestar por ello…
    Salud.

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