TUS problemas relativos

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Ojalá yo tuviera TUS problemas. Ojalá, de verdad. Ojalá tuviera que hacer transbordo dos o tres veces para llegar una hora más tarde que antes, cuando no necesitaba cambiar de bus, para llegar a un sitio. De hecho, ojalá pudiera subir a un bus en Laredo. Te explico.

Imagina que esta mañana he decidido que iré a la mani del sábado para reclamar unas pensiones dignas. Bueno… a decir verdad, lo que he decidido es que, en lugar de acudir a la de Laredo, iré a Santander.

Será un mal día para desplazarse en coche. En primer lugar, por la dificultad de encontrar aparcamiento en la capital. El otro hecho que no hace nada recomendable el uso del transporte privado es que esa tarde se celebra en Laredo la XVI edición de los 10km en ruta de Laredo, y va a ser muy complicado estacionar también aquí. Así pues, imagina que me he dirigido con decisión a la estación de autobuses de ALSA, y que he podido entrar porque las puertas estaban abiertas de par en par, porque si no… Por cierto: ¿has intentado entrar alguna vez a una entidad bancaria llevando una silla de ruedas? En fin… sigo, que me disperso. Después de 5 minutos de cola llega mi turno. Good news. Puedo ver a la chica de detrás del cristal sin problemas. Está a mi altura (más o menos).

—Buenos días.
—Buenos días. ¿Qué desea?
—Pues… por un lado, me gustaría saber si me podrías dar información de los horarios de los buses que cubren el trayecto Laredo-Santander…
—Por supuesto. Aquí tiene. —La chica me desliza un tíquet de aproximadamente medio metro por debajo del doble cristal que nos separa.
—Muchas gracias. Esto… y de todos los viajes, ¿me podrías decir cuáles son los que se realizan con un vehículo habilitado para personas con movilidad reducida? Es para gestionarme horarios y eso…
—Por supuesto. Dame un momentito que le pregunto a mi compañero.

Detalle de una rampa de acceso a un bus. Imagen de Anthony Levrot, Wikimedia Commons, Licencia CC BY-SA 4.0

 

Oye… que no ha cambiado el gesto cuando se ha levantado a buscar a su compañero. De hecho, me jugaría alguna parte sensible de mi cuerpo (o sea, de esas en las que conservo plena sensibilidad) a que ella estaba convencidísima de que tenía que haber algún trayecto con buses adaptados. Y yo, si no llevara más de 20 años lidiando con este tipo de conversaciones, también lo hubiera pensado por su reacción. Pero . A los 20 segundos oigo la conversación entre ellos a mi espalda.

—Que no, que no. Ninguno. Ni a Santander ni a Bilbao. Y el urbano si está el de mantenimiento, porque si no…

Total… que la chica vuelve tras la ventanilla para ratificar la respuesta y rematarla con un “Lo siento” que sonó sincero. Imagina que yo esbocé una sonrisa aparentemente sincera seguida de un “OK. Gracias” y me fui rodando hacia la puerta de salida.

Una vez en casa me ha dado por visitar la web de ALSA. Al leer una frase reconfortante en la que se dice que “es necesario consultar y confirmar con antelación la disposición para viajar en este tipo de servicios”, y que se recomienda hacerlo “al menos 48 horas antes”, pues me ha dado por intentar sacar un billete. La cuestión es que, como en la web no he encontrado ningún icono de silla de ruedas (mascotas y bicis sí, ¿eh? Eso sin problema. No os preocupéis) para indicar mi necesidad, al final me ha dado por llamar al número 902 de atención al cliente de la compañía.

Y oye… pues por teléfono me han dicho que nada de 48 horas. Que con 24 ya vale. Pero claro… supongo que tendré que acercarme a la estación para sacar los billetes, o hacerlo por teléfono (pagando una llamada a un 902). Eso, y no perder el bus. Porque pondrán el adaptado para ese trayecto. Que no me dé por dormirme o por encontrarme con alguien en Santander y me convenzan para quedarme a comer. Que me conozco. Soy débil. Me invitas a unas rabas en una terraza accesible, de esas en las que hay espacio de sobra para moverse entre las mesas con una silla de ruedas (seguro que se te ocurren cientos de lugares), y caigo fijo.

¿Sabes qué? No imagines tanto. Creo que me voy a quedar en Laredo. Ya iré a Santander cuando se construya el tren Santander-Bilbao. Quizá algún looping tenga parada aquí. Con un poco de suerte, incluso puede que esté adaptado.

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