Media de los cuatro trimestres del año 2018 para los principales indicadores de la EPA || Elaboración: Ángel Garrido

El paro ha descendido mucho en la última estadística, donde más en toda España; por primera vez en una década la cifra de parados es como era al final de la última etapa de bonanza; tenemos la mitad de parados que en lo más duro de la crisis; en tasa de paro solo nos gana el País Vasco y nos acercamos a los maravillosos años del pleno empleo técnico.

Sin embargo, el mercado laboral no está tan bien (algo que se percibe en la calle, pero también en los datos) y la última EPA presenta grandes sombras en aspectos como el descenso de la población activa (cada vez menos gente en edad de trabajar), la tasa de actividad (menor dinamismo del mercado laboral) o el incremento de los inactivos (más jubilados pero también parados que dejan de buscar empleo, entre otros grupos).

Veamos, porque es verdad que el paro ha bajado un 30% en Cantabria si comparamos el final del año 2018 (la EPA del 4º trimestre) con el final del año anterior, 2017 (el descenso sería de un 22% si tuviéramos en cuenta la media de los cuatro trimestres del año pasado).

En cualquier caso, es el mayor descenso por comunidades autónomas, y tenemos 25.900 parados en Cantabria, que son menos de la mitad que teníamos en el peor año de la crisis, 2013, que terminamos con 54.700 desempleados.

La tasa de paro también da para presumir. Con un 9,68% es la segunda del país, sólo por detrás del País Vasco. Y se aproxima a la de los años previos a la crisis económica, cuando fuimos los mejores y nos decían que rozábamos el pleno empleo técnico, allá por 2006 y 2007 (4,71%). A lo que más se parece nuestra tasa, hoy, es a la de 2008 (8,8%), cuando quebró Lehman Brothers.

Música celestial para el consejero de Economía, Juan José Sota (PSOE), que se ve en el «podium» del empleo. Esta es la cuenta del Ejecutivo: Cantabria crea 4.100 empleos en 2018, contabiliza 11.100 desempleados menos y rebaja el paro un 46,71% en esta legislatura.

Y hay más datos que suenan bien, como que entre los que buscan su primer empleo el paro ha descendido un 33%, y la secretaria de Economía del PSOE, Ainhoa Quiñones, destaca la disminución de la tasa de paro en un 55 por ciento entre los jóvenes que buscan su primer empleo y entre los parados de larga duración.

Pero todos los agentes que hacen valoraciones, incluidos los socialistas, que animan a seguir trabajando para «revitalizar» el mercado laboral, huyen de la euforia o apuntan a otros indicadores que, en sentido opuesto, no pueden ser más preocupantes.

DATOS PARA REBAJAR LA EUFORIA

Un panorama positivo del mercado laboral en Cantabria, con síntomas que rebajan la euforia. Si se compara la última EPA con el cuarto trimestre de 2013 (año de mínimos en el empleo y máximos en paro), en estos últimos 5 años tenemos 30.000 desempleados menos pero sólo hemos ganado unos 15.400 ocupados. Cabe preguntarse entonces ¿dónde están esos casi 15.000 de diferencia?

En ese mismo periodo de referencia con el peor año para el mercado laboral (2013), Cantabria ha sumado 10.300 inactivos. Los inactivos son todas aquellas personas en edad de trabajar (de más de 16 años) que no buscan empleo (no son parados) ni tienen trabajo (no son ocupados): estudiantes, jubilados, desempleados desanimados, personas que estaban buscando empleo pero deciden pasar a la inactividad por cuidar a la familia…

En este sentido, 2018 fue el año con un mayor incremento de inactivos (3,7%) de todos los anteriores.(más que en 2009, que hubo un incremento del 2,8%).

LA PEOR TASA DE ACTIVIDAD DE LA SERIE

La tasa de actividad en Cantabria es la peor de la serie (de todos los cuartos trimestres desde 2005) y es bastante peor que la de los peores años de la crisis.

Con un 54,29% estamos casi tres puntos por debajo del 57,06% que teníamos en el otoño de 2012, el año de las huelgas generales contra la crisis y los recortes. El pulso de nuestro mercado laboral también es 4,3 puntos peor que la media nacional.

USO recuerda que la brecha entre Cantabria y España se incrementa un 1,37% en este cuarto trimestre. Y considera que podía haber sido peor, de no haber sido por un incremento en 2.425 ocupados ligados a la construcción. 

18.800 trabajadores en este sector en el último trimestre de 2018, muy lejos de los 29.800 que había en la misma EPA de 2008, el año y el trimestre del pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

UGT ve de fondo una turistificación de nuestra economía. Y es que en la última década hemos perdido más de 10.000 ocupados en la Industria, al tiempo que hemos ganado 7.000 en el sector Servicios.

CC.OO. valora la tendencia de legislatura del crecimiento del empleo, un dato que no se puede negar, como tampoco «la sangría» en pérdida de población activa (9.000 activos menos que al cierre de 2016).

LA OPOSICIÓN: BAJA EL PARO PORQUE SE DESINFLA LA POBLACIÓN ACTIVA

En el último año, como apunta Ciudadanos, la bajada de población activa ha sido de 7.100 personas, lo que supone un retroceso del 2,58 por ciento, mientras que en el conjunto de España se ha registrado un aumento del 0,56 por ciento de media.

La oposición política se centra en esta explicación. La secretaria autonómica del PP, María José González Revuelta, recuerda que de los 11.100 parados menos que contabiliza la EPA, 7.100 son activos desaparecidos y solo 4.000 empleos creados por la economía cántabra.

Podemos se fija en el dato de movilidad geográfica, con un saldo negativo cercano a las 8.000 personas. Esto es, mientras que casi 17.000 personas tuvieron que «salir a buscarse el pan» fuera de Cantabria sólo han venido a trabajar en torno a 9.000. Además subraya que el empleo femenino es el más afectado por los contratos eventuales, con una tasa de desempleo que supera el 11%.

EL ÚLTIMO TRIMESTRE NO ES EL CONJUNTO DEL AÑO

La tradición informativa lleva a comentar los datos de la EPA del último trimestre del año como si fueran un balance de todo el 2018, pero los expertos nos apuntan que no es riguroso.

Haciendo la comparación entre el cuarto trimestre de 2018 y el cuarto trimestre de 2017 tenemos una comparativa de los otoños en el mercado laboral, pero no tenemos en cuenta los datos del invierno, la primavera y el verano: desprciamos la estadística que nos da la EPA de los nueve meses anteriores del año. Así que no podemos extraer que el dato del cuarto trimestre  sea el del conjunto del año 2018.

Si miramos la media de 2018 (contando con todos los trimestres del año) y lo comparamos con el conjunto del año anterior (2017), los indicadores que han mejorado lo hacen en menor medida. No hay tantos parados menos (8.375, un descenso del 22%) ni tampoco tantos ocupados (3.925, incremento del 1,7%).

Asimismo, la tasa de paro sería de 10,68%, un punto superior que la se extrae al utilizar únicamente el 4T y la tasa de actividad se mostraría algo superior en el conjunto del año que en el cuarto trimestre (54,8% frente a la de 54,3%.)