La legislatura inacabada: las emergencias que no llegaron al Pleno de la Ley de Emergencias

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Los diputados abandonan el hemiciclo en el último pleno de la legislatura

A Silvia Abascal, que empezó la legislatura siendo portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y fue relevada, consecuencia de unos años de cambios constantes dentro de casi todos los partidos del arco parlamentario, se le quebró la voz en una de sus últimas intervenciones en la última sesión, este lunes, en el viejo Hospital de San Rafael. Fue justo al mencionar la palabra “utopía”.

Y fue en su intervención sobre el futuro de SIDENOR, fábrica campurriana en la que el dinero público ha despejado un cierre pero no las dudas sobre su futuro.

Ha sido esto que acaba una legislatura a lo Mercedes Sosa en la que lo más constante ha sido el cambio (salvo en el caso del PRC): cambiaron los liderazgos en PSOE, en el PP, y varias veces en Podemos, que se descompuso al igual que Ciudadanos, en una descomposición extraña porque se hizo desde las propias entrañas del Grupo Mixto. Estado de Facebook: Es complicado.

Hubo de todo en las despedidas: esa emoción contenida de Silvia Abascal, o la resignación de Santiago Recio, consciente de ser fuego cruzado de su propio partido, o un Rubén Gómez que si todo sale como tienen previsto, en realidad hará una permuta de escaños con Félix Álvarez, diputado en el Congreso

Estaba el sarcasmo buenrollista entre Pedro Hernando, portavoz del PRC, e Íñigo Fernández, del PP: el regionalista se despidió con agradecimientos varios e incluso un reconocimiento de la singular personalidad del portavoz del PP Eduardo van den Eynde –un rara avis que ha sido diputado mientras se trataba de un cáncer, que ha defendido y conseguido sumar apoyos a la causa del cannabis terapéutico y que ha tendido puentes a base de rock-.

Y Fernández tiraba de su flema británica para responder: “Ahora que se ha puesto melancólico, me da no sé que contestarlo. Iba a ser más duro, pero ya no”, para pasar, con sonrisa segura, al “pero sí, voy a ser duro”.

Y lo fue, porque los dos sabían que en la previa de unas generales no están ninguno como para desaprovechar un debate parlamentario sobre infraestructuras: el PP afeaba al PRC que en cuanto a relaciones con Madrid se refiere, lo que hacen es “tragar” cuando se trata del PSOE, y Hernando le replicaba que el PP actúa como la “marca blanca” de ellos mismos, para estar a punto de hacerse un Sidney O’Connor con la foto del papa, exhibiendo, sin arrancar, las fotos de los diputados que han votado en el Congreso contra obras previstas en presupuestos estatales para Cantabria.

En cuestión de despedidas, teníamos también a los que ya son expertos en la cosa pública, con más distancia o ironía, estaban

-el consejero de Industria, Francisco Martín, último miembro del Gobierno en hablar, quien tras cargar contra ecologistas, funcionarios y tal vez jueces (el grupo amplio de los “francotiradores” contra los proyectos industriales) hizo una apelación al diálogo en la próxima legislatura;

-o la presidenta del Parlamento, Dolores Gorostiaga –un día Martín fue consejero suyo y ahora lo es de Revilla– , que viajaba a la primera sesión de esta legislatura para concluir que puede que no todos hayan aprendido, pero quitando, como sólo sabe quién ha estado en todas partes, hierro al proceso recordando que ella misma se despidió y acabó volviendo.

-el consejero de Economía, Juan José Sota, no podía evitar despedirse de la que tal vez sea su última etapa en su dilatada vida política lamentando que las críticas hayan rebasado a lo personal y recordando las acciones judiciales contra su gestión, archivadas, por sobresueldos en una empresa pública en la que trascendió que trabajaba un familiar –la Justica dictaminó que el familiar en cuestión no los cobró.

Ha sido una legislatura en la que los apoyos de gobierno cambiaban y se admitía que no eran los ideales,con dimisiones a última hora, en la que se gobernaba en minoría y salían incluso más leyes que otras, en la que volvió el transfuguismo, en la que se ha discutido cuando había unanimidades, y en la que se votaba en contra estando a favor, mientras se apelaba al diálogo entre fuertes acusaciones y en la que se aprobaron comisiones de investigación que no se celebraron y se pidieron comisiones en las que no se pensaba pero se trazaban comisiones paralelas a modo de respuesta de una legislatura a la pasada.

LAS EMERGENCIAS QUE NO LLEGARON AL PLENO DE LA LEY DE EMERGENCIAS

En la última sesión se aprobó la Ley de Emergencias. Y aunque las ha habido de sobra en los últimos meses (desde inundaciones a incendios, todo el día la UME por aquí), hay emergencias que no están en la Ley de Emergencias.

Manifestación de la PAH, esta fin de semana en Santander

Como la emergencia habitacional, los desahucios que han llegado a los alquileres y que, si bien hay una Oficina específica y un decreto con medidas, no ha podido plasmarse en una Ley de Vivienda, que reclamaba ya para la próxima, este fin de semana en las calles, la PAH, mientras STOP Desahucios advierte de nuevos lanzamientos de fondos buitres, esta misma semana

O la del riesgo para la diversidad: Esta semana se celebrará el Día de la Visibilidad Transexual, una oportunidad para conocer mejor al colectivo que más desprotegido se queda dentro del conjunto de las personas LGTBI, que se quedó sin ley por un complejo reparto de responsabilidades.

Y sin, pese a estar redactado y aprobado, un Plan de Ordenación del Territorio, que tan fundamental sería para decidir cómo podría ser Cantabria y que hacemos en ella. Por ejemplo, con la mina de zinc, pero también con las energías renovables, los usos del medio rural o el espacio para los futuros proyectos industriales, por citar algunos ejemplos

Una legislatura que dice adiós con sabor a incertidumbre: porque en la otra se intuía quien iba a entrar y entraron, adaptándose enseguida al trabajo parlamentario, mientras que ahora se teme tanto como se desconoce alguna de las posibles nuevas entradas.

Tan rara que a la presidenta, como si supiera que esto no ha terminado o no quisiera que pasara, casi se le olvidó cerrarla con el necesario sonido de cada lunes “se levanta la sesión”.

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