Los estibadores de Marsella también se niegan a cargar armas de Bahri

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Bahri cargando tanques en Polonia en 2016 (Foto: PortalMorski.pl)

Todo empezó con un acto de rebeldía, el del bombero bilbaíno Ina Robles, activistas en distintas ONGs, que hace más de un año se negó a escoltar en el Puerto de Bilbao un barco de la compañía saudí porque las armas que embarcaría iban a acabar en la Guerra de Yemen, que suma ya más de 17.000 muertos y 4 millones de desplazados.

Su acto de desobediencia civil destapó el tráfico de armas que se hacía desde el Puerto de Bilbao, canalizando un rechazo social y ciudadano que ha hecho que el puerto vecino no haya vuelto a acoger barcos de Bahri, que optó entonces por el Puerto de Santander.

En campaña, el presidente Revilla achacó esta medida a que el Puerto de Bilbao tenía una mayor autonomía que el de Santander, cuando en realidad ambos tienen el mismo nivel de autonomía, pero aquí la Autoridad Portuaria ha preferido central sus acciones al respecto en reivindicaciones al Estado y el PRC no parece que vaya a incluir este tema en su listado de peticiones para apoyar la investidura de Pedro Sánchez con su diputado en el Congreso, José María Mazón.

DE MARSELLA A GÉNOVA: EL MAPA DE LA REBELDÍA

Protestas contra Bahri en Génova

El rechazo a Bahri se extiende por todos los puertos que visita: los estibadores de Marsella se han negado esta semana a cargar armas en el Bahri  Yanbu (barco de la compañía estatal saudí que hace semanas estuvo en Santander).

Y no son los únicos: en el último mes trabajadores de distintos puertos europeos se han alzado contra la llegada de estos buques que cargan armas con destino a la guerra de Yemen en la que está implicada Arabia Saudí.

El mismo barco ya fue recibido entre protestas, tanto de movimientos sociales como de trabajadores portuarios, a su llegada a El Havre, en Francia, hace dos semanas.

Allí se llegó incluso a formular una denuncia, que disuadió a Bahri de seguir allí y acabó recalando en Santander (donde además de protestas ciudadanas, las más numerosas hasta la fecha, Pasaje Seguro pidió medidas cautelares que fueron rechazadas, quedando pendiente el grueso de la denuncia).

De aquí zarpó a la ciudad italiana de Génova. Allí se reprodujeron las protestas de movimientos sociales y activistas por los derechos humanos.

A las que se sumaron los estibadores llegaron a convocar una huelga para no realizar el cargue, que incluía un generador eléctrico para usos militares que se negaron a embarcar y que en consecuencia se quedaron en tierra.

Es el mismo barco del que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrel aseguró que llevaba armas, pero que no serían utilizadas con fines bélicos, sino para una feria que los activistas de derechos humanos no han encontrado en ningún calendario ferial saudí.

La última vez que un miembro del Gobierno central minimizó las operaciones con armas fueron las bombas de precisión que acabaron matando civiles en Yemen y que se cargaron también en el Puerto de Santander. 

RESISTENCIA TAMBIÉN EN MARSELLA

La rebelión de los estibadores se ha producido también en Marsella esta semana, adonde llegaba otro barco distinto al Bahri Yanbu. Es el Bahri Tabuk (que ha visitado Santander en alguna otra ocasión), procedente en este caso del puerto de Saint John, en Canadá.

Protestas contra Bahri en Marsella

Según testimonios fidedignos y fotografías obtenidas por Amnistía Internacional es muy probable que, a bordo. transporte un cargamento de vehículos blindados ligeros de fabricación canadiense destinados a Arabia Saudí.

Previamente, Amnistía Internacional había conseguido confirmar que el primer barco, el Bahri Yanbu, había transportado a Arabia Saudí vehículos blindados canadienses durante un viaje realizado en octubre de 2018.

Varios medios de comunicación canadienses han divulgado imágenes publicadas en las redes sociales por miembros de la Guardia Nacional saudí, que parecen confirmar la presencia de esos vehículos blindados, hace unos meses, en la inestable frontera saudí con Yemen, auqnue Amnistía Internacional no ha podido verificar este extremo.

La ONG global insta a Canadá —país que en la actualidad está siguiendo el proceso de adhesión al Tratado sobre el Comercio de Armas— a armonizar su legislación con las obligaciones dimanantes de ese tratado para poner fin a este tipo de exportaciones.

Tanto Amnistía Internacional como sus organizaciones asociadas seguirán supervisando de cerca los movimientos de cualquier embarcación saudí sospechosa de transportar material militar, y denunciarán a los Estados que incumplan sus obligaciones jurídicas internacionales.

EN FRANCIA SE CARGARON ARMAS EN CONTRA DE LA LEY

Tal y como recuerda Amnistía Internacional, el 28 de mayo, la organización periodística Disclose reveló que, según sus fuentes, el Bahri Tabuk tenía previsto cargar en Francia municiones para los obuses Caesar que se iban a vender a Arabia Saudí, de conformidad con lo estipulado en el contrato OASIS 6.

De cumplirse esta afirmación, el cargamento contravendría el artículo 6.3 del Tratado sobre el Comercio de Armas, suscrito por Francia, según el cual no debe autorizarse ninguna transferencia si existe el riesgo de que el material en cuestión sea utilizado para cometer violaciones de derechos humanos, incluidos crímenes de guerra.

LOS PAPELES DE YEMEN

Foto: Amnistía Internacional

Según un análisis reciente del Observatoire économique de la défense(observatorio económico de la defensa), las exportaciones de armas francesas crecieron en 2018, debido, sobre todo, a la entrega de vehículos blindados a Arabia Saudí. Se trata, específicamente, de vehículos blindados de combate VAB MAK3, construidos por Arquus, y dotados de torretas ARX25 de calibre medio, fabricadas por Nexter.

La empresa saudí Bahri había firmado un contrato de cinco años (de 2014 a 2019) con el Ministerio de Defensa de Arabia Saudí, por el que se hizo con la exclusividad en el transporte de armas de guerra adquiridas por Arabia Saudí en el extranjero y en el transporte de las fuerzas armadas saudíes por tierra, mar y aire hasta la fecha de vencimiento del contrato.

En el momento de redactar el presente comunicado de prensa, la DGSI (Dirección General de Seguridad Interna) había interrogado ya a siete periodistas que intervinieron en su momento en la revelación de los “papeles de Yemen”. Estos interrogatorios formaban parte de la investigación preliminar abierta por la Fiscalía de París, en respuesta a una denuncia presentada por la ministra del Ejército, que acusaba a dicho grupo de periodistas de “haber puesto en peligro la defensa nacional”. Amnistía Internacional ha publicado una Acción Urgente en su defensa.

En 2014, Canadá firmó el contrato de armamento con Arabia Saudí más importante de su historia, que fue aprobado en 2016 por el gobierno de Justin Trudeau. Este contrato contempla la exportación de vehículos blindados de combate por valor de 14.000 millones de dólares canadienses. En concreto, incluye la entrega de 928 vehículos blindados ligeros LAV 6 construidos por General Dynamics Land Systems (Ontario). Desde entonces, Amnistía Internacional Canadá y una coalición de ONG se han movilizado para detener esta entrega

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