La asociación ecologista ARCA y la Plataforma SOS Bosque de Loredo ha denunciado la «´última propuesta continuista» del equipo de Gobierno de Ribamontán al Mar (PRC), que consiste en la instalación de una antena de telefonía de más de 20 metros «más el pararrayos», en el Monte Arna de Somo.

De esta manera, cuestionan en un comunicado, el Ayuntamiento sigue con la «política de degradación del monte», que en este caso «puede llegar a afectar a la salud de los vecinos del entorno y contribuir a un gran impacto paisajístico visible incluso desde Santander».

Tal y como explican, el Monte Arna, propiedad y gestionado por la Junta Vecinal de Somo, es uno de los paisajes más interesantes de nuestra costa, pero también uno de los más desconocidos a pesar de ser «una de las pocas zonas naturalizadas que aún se conservan dentro de la Bahía de Santander», que además es visible desde prácticamente todo su perímetro.

Su «singularidad», añaden, tiene que ver con que se asienta completamente sobre un sistema dunar. «Estos sistemas dunares configuran los hábitats protegidos 2110, 2120, 2130* y 2180 por la Directiva Hábitat de la Unión Europea (UE) y donde crecen especies endémicas como Linaria supina, subespecie marítima, Pancratium maritimum y Medicago marina, protegidas por la misma directiva», además de «numerosas las especies fauna de interés comunitario como murciélagos, reptiles e invertebrados».

Sin embargo, este paisaje desde hace años está «sujeto a una enorme presión con el objeto de su transformación urbanística», aseguran.

«Durante años, de manera silenciosa pero continuada estamos asistiendo a distintas actuaciones tendentes a su degradación y perdida de biodiversidad», como las limpiezas’, que son «desbroces en épocas no apropiadas, aplicación de herbicidas, acondicionamiento de sendas para vehículos, y todo ello justificado por la eliminación de plumeros», denuncian en la nota.

En este sentido, señalan que el caso de la tala del bosque de Loredo constituye un «ejemplo de máxima dejadez y descoordinación entre las consejerías del Gobierno Regional y ayuntamiento», al autorizar una tala en la que «no se contemplaban las autorizaciones necesarias para actuar en la servidumbre de 100 metros de costas».

Tras esta primera destrucción, añaden que con «la ‘limpieza’ del plumero que se había apoderado de un suelo desnudo acabaron de terminar con el sotobosque que se había creado, eliminando con herbicidas altamente peligrosos toda forma de vida».

Hoy, aseguran, los plumeros han brotado con más intensidad y la vegetación dunar y bosque de Somo ha perdido casi el 18% de la superficie que tenía en 2007.

«Toda esta destrucción ha traído consigo un aumento de la erosión dunar por escorrentía (que antes amortiguaba la capa arbustiva), aumento de especies invasoras (plumero y onagra), el incremento de vehículos en sus proximidades o la pérdida de biodiversidad, entre otros», en una «degradación» que está comentada en el siguiente vídeo

Y recuerdan que desde 2004, el Plan de Ordenación del Litoral (POL) clasifica este ámbito como un lugar de especial valor ambiental, en el que se propone su regeneración (Actuación Integral Estratégica Ambiental).

«Está totalmente incluido en las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBAs) y es colindante con la ZEC Dunas del Puntal y Estuario del Miera», subrayan.

Así, ARCA y la plataforma SOS (POL) Bosque de Loredo, han solicitado al Ayuntamiento, a la Junta Vecinal de Somo y a los departamentos competentes del Gobierno de Cantabria «terminar con la degradación del Monte Arna», así como «buscar una nueva ubicación para la antena de telefonía».

Finalmente, exigen «aplicar políticas y acciones encaminadas a la restauración ambiental» del monte, lo que «llevaría a incrementar el valor añadido a las dunas de Somo», así como la creación de un Centro de Interpretación «exclusivo» para los sistemas dunares del Cantábrico, que «sería de gran atractivo para los visitantes del Ayuntamiento».

El movimiento vecinal, muy ligado al conservacionismo, mejoró sus resultados en las últimas elecciones municipales, con el partido independiente Iniciativa Vecinal Ribamontán al Mar, y cuenta con dos concejales en la Corporación.