El arquitecto santanderino Domingo de la Lastra, defensor del patrimonio y vinculado a movimientos como el Grupo Alceda, ha apelado este miércoles a «darle una vuelta» al Proyecto Pereda para «evitar un atropello» que puede producir un «impacto» que nos puede dejar «a cuadros».

Así se ha expresado en una entrevista en EL FARADIO en la que el arquitecto subraya, en primer lugar, que “todos estamos, de manera unánime, de acuerdo en que hacer ahí un museo es una iniciativa maravillosa e indispensable que no merece otro calificativo que alabarla y apreciarla”.

Sin embargo, considera que “se ha de hacer pero no se ha de hacer mal”, por lo que defiende la iniciativa que llevará el PSOE al próximo Pleno del Ayuntamiento de Santander, en la que “se plantea buscar si hay alguna alternativa para que no signifique cerrar la calle”.

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Y es que De la Lastra explica que el proyecto actual de su colega David Chipperfiel, de quien considera que “es admirable su labor” pero “ni es su ciudad ni le han puesto ninguna cortapisa”, contempla ocupar el espacio del arco con un volumen que conecta los dos edificios del Banco, a ambos lados de la calle y que “no es transparente ni nada”.

En opinión del arquitecto santanderino esta intervención supondrá un “cierre de la calle” (Marcelino Sáenz de Santuola), que urbanísticamente “da mucho juego” porque reparte hacia Santa Lucía y Guevara, con un arco por el que “respira” la calle, una “vía de desahogo” que permite a los barrios interiores “participar de la Bahía”.

Así, rechaza que la intervención bajo el arco vaya a dejar ver a través del cristal. “Un cristal de 10 metros de profundidad fachada con fachada no es transparente, es como si fuese de azulejo, y con escaleras con mucha menos razón”.

Infografía del arquitecto Domingo de la Lastra de la perspectiva actual y futura desde la calle Marcelino Sanz de Sautuola.

Tal y como matiza, “todo el mundo entiende que habrá que hacer transformaciones para cambiar el uso de banco a museo”, pero defiende que estas modificaciones sean aquellas en las que “se demuestre que son absolutamente imprescindibles”.

“¿Le gustaría que le cerrasen su calle?”, interpela De la Lastra para incidir en que “habrá que justificarlo mucho”, al tiempo que muestra su sorpresa porque el Proyecto Pereda esté pasando “sin ninguna contestación, sin ninguna alarma que nos lleve a plantear alternativas”.

De la Lastra considera que “es prescindible el cierre de la calle”, porque “las escaleras se pueden colocar dentro del edificio” y, aunque admite que se puede perder superficie o espectacularidad, sugiere que “si se puede evitar cerrar la calle habrá que plantear que se estudie”.

Por todo ello, el arquitecto aboga por “darle una vuelta” al proyecto “para no hacer algo de lo que nos arrepintamos” y “evitar un atropello” que puede producir un “impacto” que, si se realiza, nos dejará “a cuadros”.

«UNA OPERACIÓN MUY INGENIOSA»

De la Lastra ha recordado que el proyecto “fue polémico en su día” por el hecho de que el Banco Santander ocupase la calle, pero ha calificado la intervención de Javier González Riancho – arquitecto de edificios emblemáticos como el Palacio de la Magdalena o el Hotel Real- como “brillante”, porque fue un “enmarcar la calle para dar presencia al edificio”, la oficina central de un banco “que estaba creciendo y abriéndose a toda la geografía española”.

De esta manera, la solución del “arco de triunfo” supuso no sólo una proyección de poder del banco sino que fue “una operación muy ingeniosa” que ha pasado a ser “emblema” del Paseo Pereda y “parte de nuestro patrimonio”, con un nivel de protección igual que el que puede tener el conjunto histórico de Santillana del Mar.

Ahora, con el cambio de uso de oficinas a museo que plantea el Banco Santander, se requiere un “permiso especial” y cambiar tanto el Plan Especial de Protección del Paseo Pereda y Castelar como el Plan General de Ordenación Urbana. “Porque están haciendo el edificio en mitad de la calle”, recalca De la Lastra.

En este sentido, el arquitecto advierte de que “muchas cosas nos estamos saltando como para no asegurarnos de que hay alternativas que eviten tener que hacerlo”, porque “son mejores y más agradecidas, sobre todo para la ciudad”.

ALTERNATIVAS Y CAMBIO DE DISCURSO

Ante el planteamiento del portavoz del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santander, Javier Ceruti, favorable a las propuestas alternativas siempre que sean “sugerencias positivas”, De la Lastra sostiene que “el que tiene que presentar alternativas es el estudio del señor Chipperfield”, porque Sería una intromisión si yo desde mi estudio planteo alternativas”.

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“En mi profesión es así, presento un trabajo a unos clientes y en un momento dado hay que revisar las cosas. Nos pagan para eso, para pensar y para revisar para no arrepentirse”, asevera.

E insiste en que la ocupación del arco “no es indispensable en absoluto”. “Tu puedes visitar el edificio perfectamente, es cuestión de organizar la colección de manera que la visita sea un tránsito entre un edificio y otro. No hace falta esa presunta fusión en todas las plantas para que el edificio funcione”, afirma

Y explica que “si al arquitecto se le plantean esas condiciones de partida él construirá un discurso en el que se adapte a esas condiciones”. “Si se le dice: haga el proyecto pero no ocupe el arco, empezaría a decir que edificio y calle es lo mismo. Cambia el discurso y lo resuelve de otra manera”.