Este próximo miércoles, 26 de febrero, se cumplen 100 años del nacimiento en Santander de Eulalio Ferrer Rodríguez, periodista, escritor, publicista y comunicólogo que fraguó su éxito en el exilio mexicano pero emergió en los convulsos meses de la guerra civil en Cantabria y en un éxodo en el que se enamoró de ‘El Quijote’, de Miguel de Cervantes.

Eulalio Ferrer Rodríguez recibió una fuerte influencia de su padre, Eulalio Ferrer Andrés, un tipógrafo socialista de origen abulense que trabajó en La Atalaya, La Voz de Cantabria y La Región.

La familia se asentó en Santander, donde el padre tenía un pariente, Federico Andrés, empleado de prensa y padre del que después sería gerente de la Asociación de la Prensa de Cantabria, y Estrella Rodríguez, una modista procedente de Castro Urdiales de fuertes convicciones cristianas.

Como cuenta José Ramón Saiz Viadero en ‘El novio de las linotipias’, sus primeros estudios fueron en la escuela de los padres salesianos, en lo alto de la cuesta de La Atalaya, aunque su padre le trasladó a las Escuelas Laicas de Magallanes.

Eulalio Ferrer eligió ser periodista y consiguió la experiencia y la habilidad en los talleres del izquierdista periódico La Región, dirigido por Luciano Malumbres, donde había pasado a trabajar su padre.

Malumbres fue asesinado por un pistolero ultraderechista en los albores del estallido de la Guerra Civil, en el bar La Zanguina de la calle Marcelino Sanz de Sautuola (hoy el Tívoli), y se hizo cargo del periódico su mujer, Matilde Zapata, compañera de fatigas de Ferrer en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).

Las JSU se crean en Cantabria el 18 de julio de 1936, en un contexto de unificación de juventudes comunistas y socialistas en todo el Estado. Eulalio Ferrer pasaría a ser secretario de Pioneros, mientras que Zapata fue designada secretaria Femenina. Fue uno de los jóvenes que permanecieron expectantes en la cuesta de La Atalaya hasta que vieron desarticuladas las intenciones de rebelión en el Regimiento de Valencia. Santander no caería en manos de los sublevados hasta agosto del 37.

NUEVA RUTA

En aquel contexto de guerra y dominio de la propaganda, las JSU crearon Nueva Ruta, un periódico que dirigió Eulalio Ferrer (con 16 años) y que alcanzó un éxito sobresaliente, llegando a ser el de mayor tirada de Cantabria, por delante de El Cantábrico, La Voz, la Región o El Diario Montañés. Compaginó la dirección del semanario con al menos seis crónicas para El Cantábrico desde el frente de guerra en La Montaña.

Según Miguel Ángel Solla Gutiérrez, en ‘La prensa de Cantabria durante la guerra civil’, Nueva Ruta alcanzó los 10.000 ejemplares en el primer número y rebasó los 25.000 en febrero de 1937.

Como cuenta el historiador en este libro, el escritor Leopoldo Rodríguez Alcalde  atribuyó la expansión de Nueva Ruta a la publicación de ‘listas negras’ con los nombres de fascistas santanderinos que aún permanecían en libertad -Cantabria estuvo bajo dominio republicano hasta agosto del 37-, por lo que «la compraban todos aquellos que pensaban que su vida pudiera estar en peligro».

El propio Solla Gutiérrez preguntó directamente a Eulalio Ferrer por Nueva Ruta. Sobre las altas tiradas, que cifró en una media de 30.000 ejemplares, «poco o nada tenían que ver con la inclusión de datos de los quintacolumnistas santanderinos». Por otra parte, Ferrer mostró su disconformidad con estas inserciones y reveló que había presentado su dimisión – que no fue aceptada- como responsable del semanario.

Saiz Viadero matiza que Rodríguez Alcalde vivió Santander «desde una óptica derechista» y sugiere que sus recuerdos pudieron estar «un tanto sobredimensionados».

Las listas negras se suspendieron durante cuatro números, pero volvieron a aparecer. Saiz Viadero apunta que esas informaciones «acarrearon fuertes repercusiones tanto en la integridad de algunos de los allí nombrados como de sus familiares».

Aunque, en contexto de violencia y guerra, también causaron serios problemas al funcionamiento del propio semanario, cuyas instalaciones fueron asaltadas en el mes de mayo del 47, en un ataque adjudicado a los componentes de la quinta columna, cuya eficacia era constantemente resaltada por el general sublevado, Queipo de Llano, en sus charlas radiofónicas.

Según Saiz Viadero, parte de su éxito de difusión estuvo en un sistema de venta muy distinto al del resto de rotativos de la época: Nueva Ruta no se vendía en kioskos ni similares, sino mediante suscripciones o en la calle con el esfuerzo de los propios militantes de JSU, «una técnica que enseguida sería copiada por los demás portavoces partidistas dentro de sus estrategias de venta».

LA DESBANDADA

Nueva Ruta desaparece el 17 de junio de 1937, por la falta de suministros y la decisión del gobernador civil, Juan Ruiz Olazarán, de suprimir todas las publicaciones y centralizar toda la información en un tabloide denominado República, hasta la desbandada de mandos republicanos, en barco a Francia (Eulalio Ferrer consiguió una plaza) o por tierra hacia Asturias.

En Cataluña, dentro de la Agrupación de Refugiados Socialistas de la Montaña, que preside su padre (Eulalio Ferrer Andrés), en diciembre de 1937 asume la dirección de La Reconquista.

Tras casi perder la vida en los bombardeos del Puerto de Barcelona y de Figueras, como confesó el propio Eulalio Ferrer en ‘Entre alambradas. 41 días en el mar’, vivió la «tragedia personal de tantos muchachos de su tiempo que habiendo recibido una educación pacifista y antimilitarista se vieron obligados a coger un fusil y entrar dentro de la disciplina militar para defender sus ideas», como explica el historiador Saiz Viadero.

EL EXILIO

Tras la debacle del Ebro, el exilio a Francia, a los campos de concentración de Argelès-sur-Mer, Barcarès o Saint-Cyprien, en los que empezó a escribir un diario que tardó en ver la luz 50 años, además de ‘El descamisao’, un periódico que edita de manera muy rudimentaria, un único ejemplar que pasa de mano en mano y en el cual se reflejan las anécdotas de la vida cotidiana en un encierro propiciado por los franceses (En ‘El novio de las linotipias’).

Allí intercambió tabaco por un ejemplar de ‘El Quijote’, que como narraría después le salvó la vida (en el campo de concentración se apasiona de la novela y se imagina personajes), por lo que cuando tuvo la posibilidad se dedicó a coleccionar artículos relacionados con la obra de Cervantes y en 1987 creó el Museo Iconográfico del Quijote en Guanajato (México).

El monumento a Don Quijote, ubicado junto a la glorieta del Chiqui, al final de la segunda playa de El Sardinero, obra del escultor Leonardo Niermann, fue una de las muchas donaciones que el comunicador hizo a la ciudad. La estatua de Santander es de las pocas que hay mirando al mar, según se dijo en su inauguración.

A los 20 años fue exiliado a Oaxaca (México) y allí, junto a su familia, se ganó la vida recitando poemas de Federico García Lorca y Antonio Machado. En la travesía coincidió con la diputada socialista Matilde de la Torre. Dos años más tarde se hizo cargo de la dirección de ‘El gorro azul’, del sindicato de cocineros.

Ferrer continúo su labor periodística y fue creador de «la más importante empresa de publicidad en la América de habla española», según Saiz Viadero. Fue colaborador del Ateneo Español en México, de la Fundación Cervantina de México y del Premio Internacional Menéndez Pelayo de Santander, hoy conocido como Premio Internacional Eulalio Ferrer.

Siempre quiso volver a su Santander, para premiar a una madre «tan admirable» y para que su esposa, Rafaela, conociera la tierra que se vieron obligados a abandonar. Y lo hace en las postrimerías de la dictadura, tras gestiones de un periodista español amigo y con la promesa de un ministro de la época. En el Hotel Real, ‘Lalio’ pudo hacer «reina de la felicidad» a Estrella, su madre, que pronto acudió a visitar la planta baja de la calle Florida; Eulalio Ferrer fue a Ciriego, donde otros, como Matilde Zapata, habían sido fusilados.

Echando claveles sobre esa «tumba colectiva», como narró, se acercó un guardia:

-¿Qué hace usted?

-Estoy echando flores sobre mi tumba

-¡Pero usted está vivo!

-De haberme quedado, estaría aquí- replicó.

EL CENTENARIO EN SANTANDER

El Ayuntamiento de Santander ha programado actividades desde este viernes hasta octubre, sobre esta figura que es hijo predilecto de la ciudad que le vio nacer, medalla de plata, da nombre a una calle (sustituyendo a Falange Española, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica) y al centro cívico de La Marga.

Los actos de conmemoración cuentan con la colaboración y participación de la hija del comunicador, Ana Sara Ferrer, así como de diversas instituciones, asociaciones y colectivos de la ciudad han participado en los preparativos de este programa, que será coordinado por el Ayuntamiento y tiene como objetivo de poner en valor la figura de Eulalio Ferrer, “un referente cultural imprescindible para Santander”, según la alcaldesa, Gema Igual (PP).

Entre los actos previstos se incluyen ciclos de poesía, conferencias, una exposición bibliográfica de sus libros con imágenes, una jornada de lectura dramatizada y una actividad dentro de la Feria del Libro de Santander.

Ferrer llevó una vida entregada a la comunicación y a la actividad empresarial en defensa del español y demostró a lo largo de su trayectoria su amor incondicional por la ciudad de Santander.

Esos fueron algunos de los motivos por los que en 1982 se hizo con la Medalla de Plata de la ciudad y veintidós años después, en 2004, fue distinguido con el título de Hijo Predilecto, ha destacado la regidora.

Igual ha señalado que Eulalio Ferrer pudo celebrar en vida estas dos primeras distinciones, aunque lamentablemente no pudo disfrutar la tercera, cuando en 2009, poco después de su fallecimiento, el Ayuntamiento de Santander denominó una céntrica calle con su nombre.

Además, el Consistorio ha colaborado activamente con el Premio Internacional Eulalio Ferrer, que se entrega alternativamente en Santander y en México, y que está organizado junto a la Fundación Cervantina de México y las universidades de Cantabria, Guanajuato y Autónoma de México.

En 2015 también se utilizó el nombre de Eulalio Ferrer para dar nombre al Centro Cívico de La Marga, denominación que también posee la Asociación de Mayores de la zona.

Por último, Igual ha insistido en la importancia de este intelectual para los santanderinos a quienes ha invitado a sumarse a los actos de celebración que, espera, “estén a la altura de su persona”.

Para la concejala de Cultura, María Luisa Sanjuán (Ciudadanos), Ferrer, además de ser referente cultural, ha sido importante en el ámbito de la comunicación y la publicidad, con aportaciones como la creación del concepto ‘comunicología’.

Por su parte, Luis Alberto Salcines ha destacado la vinculación de Eulalio Ferrer con la Fundación Bruno Alonso, de la que es patrono de honor, y ha recordado su contribución a la cultura santanderina, con la creación del premio Ateneo Santander y la donación de libros y esculturas a la ciudad, así como la labor que desarrolló como “puente cultural” entre cántabros y mexicanos.

PROGRAMA DE ACTIVIDADES

La primera actividad se celebrará el viernes 28 de febrero a las 19 horas en el Ateneo y será una conferencia a cargo de Jesús Morlote y el autor de la biografía de Eulalio Ferrer, Jorge Luis Vargas Bohórquez.

En el mes de marzo tendrá lugar un ciclo sobre Poesía y Exilio de autores universales de tres jornadas con dos poetas cada uno. Se celebrará los días 9, 16 y 23 en la sede de la Fundación Bruno Alonso y contará con la participación de Marcos Díez y Ana García Negrete, Rafael Fombellida y Fernando Abascal, y Mariano Calvo y Marisa Campo, respectivamente.

La Feria del Libro de Santander, que un año más se desarrollará en el mes de abril, dedicará una jornada a la figura y obra del comunicador y publicista mexicano.

Durante los meses de mayo y junio, el Parlamento de Cantabria acogerá un ciclo de conferencias sobre aspectos relacionados con la vida de Eulalio Ferrer.

Así, el 5 de mayo, Antonio Santoveña Setién disertará sobre ‘Santander y Eulalio Ferrer: geografía sentimental de un joven socialista’; el día 12, Miguel Ángel Solla Gutiérrez hablará sobre ‘Democracia y guerra civil. Cantabria 1931-1939’ y el 19 de mayo, José Ramón Saiz Viadero intervendrá con una charla bajo el título ‘Artistas y creadores de Cantabria repartidos en el exilio republicano por tres continentes’.

Las conferencias continuarán el 26 de mayo con José Manuel Puente Fernández que hablará de ‘El exilio republicano en Europa: los itinerarios de la Resistencia antifascista’ y el 2 de junio con Jorge de Hoyos Puente que impartirá una charla sobre ‘Eulalio Ferrer y el exilio republicano en México’.

En el mes de octubre se inaugurará una exposición bibliográfica de libros escritos por Eulalio Ferrer e imágenes de su relación con la literatura, que podrá visitarse en la sala Piti García Cantalapiedra de la Biblioteca Central.

Además, el 14 de octubre se desarrollará una jornada enmarcada en el ciclo de conferencias ‘La palabra literaria’ en el CASYC donde José Ramón Saiz Viadero presentará la obra de Eulalio Ferrer y el grupo de teatro La Machina llevará a cabo una lectura dramatiza algunos textos como El Quijote.