«Hay mucha desigualdad en el fútbol español, pero en Cantabria mucha más»
Fútbol femenino últimamente, en España, es sinónimo de conflicto y de reivindicación. Las condiciones de las jugadoras no estaban amparadas por un marco jurídico, y eso ha costado muchos meses de negociación e incluso una huelga, una palabra que aparece en este mundo con cierta frecuencia, pero que raramente se lleva a cabo.
Las futbolistas han conseguido que se firme un convenio colectivo, aunque las condiciones sean mínimas y les quede mucho camino por recorrer aún. Un camino que quieren seguir andando para que esta práctica deportiva pueda cumplir un objetivo básico: poder vivir de esa profesión.
Siempre encuentran el mismo techo, que es el argumento de que ellas tienen lo que generan. Pero esa realidad está cambiando, porque ahora la Liga Iberdrola, que es la máxima categoría en España, tiene incluso derechos televisivos que comercializar, por lo que parece que hay unas condiciones mínimas que se deben de cumplir con las jugadoras, como por ejemplo que jueguen con un seguro que las cubra en caso de tener algún percance físico, o que quedarse embarazadas no suponga un contratiempo económico.
Esta semana del 8 de marzo parece un momento más que oportuno para poner estas cosas sobre la mesa y reivindicar que el fútbol femenino pide un respeto. No piden un salario igual que el de los hombres, sino unas condiciones dignas para hacer lo que más les gusta. Y es algo que resalta en una conversación que hemos organizado en EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
Hemos juntado a tres jugadoras de Cantabria. Desde la lejanía de Corea del Sur nos ha atendido, vía Skype, Eli del Estal, una estrella del fútbol español. Lo ha demostrado en España y ahora se ha marchado al equipo dominador de la liga surcoreana donde, por cierto, se sigue mucho más la competición femenina que la masculina. Y en los estudios hemos tenido a su hermana, Sara del Estal, que ha vuelto recientemente al Racing Féminas, acompañada de la capitana del equipo, Silvia Martínez, una figura capital del fútbol femenino cántabro. Fue la primera jugadora con ficha en nuestra comunidad. Y también hemos sumado al periodista Álvaro Sáenz, que aparece semanalmente en el programa Tiro al Arco para hablar de fútbol femenino.
Cantabria ha ofrecido más dificultades a estas mujeres. Hasta hace cuatro años ni siquiera había una liga en la región, por lo que resultaba casi imposible jugar, porque antes de eso sólo existía el Racing.
En ningún momento ven al hombre como un enemigo. Todo lo contrario. Les parece el mejor aliado posible para que el movimiento que surge en fechas como el 8M acabe teniendo éxito. Las futbolistas saben muy bien lo que cuesta abrirse paso en busca de la igualdad, porque no hace tanto tiempo estaba casi mal visto que las mujeres se vistieran de corto para practicar el deporte rey.
Ahora, ese deporte que las apasiona empieza a reconocer, aunque sea con cuentagotas, algunos derechos que siempre les fueron negados. Y eso es porque la repercusión va aumentando, el número de fichas sube como la espuma y el fútbol femenino va creciendo en interés, como ya hemos visto con algunos partidos donde grandes estadios de nuestro fútbol como San Mamés o el Wanda Metropolitano se han llenado para ver a 22 mujeres sobre el césped.