Las nuevas tecnologías son las que están acercando a amigos y familiares a los que la cuarentena sanitaria por el Coronavirus ha pillado alejados. Los balcones, por otro lado, están generando otro tipo de conexiones vecinos, aquellos con los que convivimos puerta con puerta y que puede que no hubiéramos tratado antes.

Pero hay otras tecnologías que pueden facilitar esta comunicación con los más cercanos geográficamente, incluso para aquellos que no dispongan de un balcón ni vivan dentro de una comunidad de vecinos.

En Astillero, hay otra técnica que ha impulsado Javier López, fundador de GPMESS, una aplicación para Android e iOS, ya extinta y que reunió a miles de usuarios que dejaron mensajes (yipis) por todo el mundo compartiendo sus consejos, sus secretos y sus recuerdos en el lugar donde estaban.

López ha creado un grupo dentro de la plataforma ‘Next Door’, que sirve para contactar con los vecinos más cercanos que tengas. La idea es que cada persona se registre, recalcando su ubicación y verificando su identidad, para que la plataforma le ponga en contacto con sus vecinos más cercanos ya registrados. Las conversacione son privadas dentro de cada grupo y cada usuario está verificado.

A López se le ha ocurrido esta opción tras hablar con su exsocia, confinada actualmente en Madrid, y que pretende ponerse en contacto con sus vecinos para coordinarse y ayudar a quienes lo precisen, sin necesidad de que se conozcan entre sí.

“Alguien puede tener un problema y, el de al lado, aunque no le conozca, puede solucionárselo”, resuelve él, que considera que estas aplicaciones pueden tener un buen uso en cascos urbanos donde la gente no conozca a quienes viven en su mismo bloque o zona.

En Astillero ya ha creado un grupo al que pueden unirse todos los que lo requieran. Y el ejemplo puede cundir en toda Cantabria.