El Centro Tecnológico CTC está aportando su granito de arena en la lucha contra la pandemia provocada por Covid-19 y, a pesar de que sus soluciones tecnológicas están enfocadas al ámbito industrial y empresarial, está colaborando con el personal sanitario para tratar de contener una enfermedad que sólo en Cantabria suma más de 1.200 infectados y 54 víctimas mortales.

El know – how y el expertise del Centro en áreas como la ingeniería avanzada han sido de gran ayuda para validar los diseños de pantallas protectoras que realizó el Hospital Virtual Valdecilla para producir en impresoras 3D.

En concreto, el equipo de CTC ha determinado el comportamiento estructural de los equipos de protección mediante un estudio de simulación por el método de elemento finitos. El análisis ha parametrizado cuánto se abren las patillas en cada uso y cómo afecta esa apertura a la durabilidad del material. El resultado indica que el empleo normal de las gafas no supondría ningún riesgo de fractura. Igualmente, el Centro Tecnológico ha realizado una serie de aportaciones para incrementar la resistencia de estas pantallas.

Esta colaboración ha encontrado un magnífico aliado en el modelo de trabajo en red y en el vasto conocimiento sobre el tejido indistrual cántabro que atesora CTC. Ambos factores han favorecido la llegada de esos modelos a las industrias no sanitarias con capacidad para producir las gafas y las pantallas necesarias en los equipamientos de protección individual (EPI).

Además, CTC pone a disposición de la sociedad su amplia carta de servicios tecnológicos para realizar ensayos ad-hoc que contribuyan a aportar información relevante en aspectos como la durabilidad de los equipos de protección individual o el funcionamiento de las soluciones implementadas hasta la fecha para paliar la falta de equipamiento.

De este modo, se podrían ejecutar diversos estudios sobre los materiales plásticos que las diferentes industrias de la región están produciendo para proteger al personal sanitario.

Los ensayos de caracterización mecánica de materiales poliméricos (plásticos, termostables y elastómeros) y elementos metálicos ayudarían a determinar si las piezas fabricadas alcanzan la calidad necesaria. Es más, este tipo de investigación, en la que se realizan test de tracción, flexión y compresión, permitiría impulsar un sello de calidad para homologar todas las piezas que lleguen a los hospitales procedentes de empresas ajenas al sector sanitario. De hecho, CTC contempla la colaboración con el LADICIM y con otros grupos de investigación de la UC para poder aportar una solución de mayor calado.

Igualmente, el análisis de la dinámica de fluidos podría aplicarse a realizar una simulación del comportamiento hidráulico de los nuevos sistemas de respiración que está empleando el personal sanitario. Dicho de otro manera, se podría plantear un estudio específico para determinar cómo se mueve el aire dentro de las máscaras de Decathlon solicitadas por los centros hospitalarios. Así se conocería de manera objetiva si el diseño de las válvulas que conectan estas gafas de buceo con los sistemas de respiración de los hospitales es el más oportuno.

Además, los ensayos de compatibilidad de productos químicos con materiales plásticos servirían para evaluar cómo afectan los productos desinfectantes que se emplean en la limpieza de los EPI en su ciclo de vida. Un estudio que se podría completar con una serie de ensayos térmicos para conocer la incidencia directa que provocan los procesos de limpieza a alta temperatura.

A pesar de las restricciones decretadas por el estado de alarma, el equipo de investigadores del Centro Tecnológico CTC podría realizar de manera prácticamente inmediata todos estos ensayos. De hecho, al margen de los trabajos realizados para contribuir a paliar la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, el Centro Tecnológico CTC continua desarrollando buena parte de los 40 proyectos de I+D+i en los que participa actualmente. A pesar de que algunas pruebas no se pueden realizar sin un permiso específico para acceder a los laboratorios, el único centro tecnológico de la región ha diseñado e implementado un plan de acción que facilita el teletrabajo y establece las vías oportunas para intentar no desviarse de los plazos y objetivos marcados en cada investigación.