La Cocina Económica continúa repartiendo alimentos durante la crisis sanitaria
Ante la situación de emergencia sanitaria por coronavirus, La Cocina Económica de Santander ha extremado las medidas necesarias de protección para poder continuar alimentando a las personas que más lo necesitan.
Desde la Cocina Económica han tomado varias decisiones, como cerrar todas las actividades que no son totalmente imprescindibles, como acogida y valoración, talleres o el centro de día.
Asimismo, se suspenden todas las actividades de formación, visitas o reuniones, que afectan al personal de la Cocina para poder centrar todos los esfuerzos en realizar un buen servicio.
Aun así, mantienen aplicando las medidas sanitarias de prevención adecuadas, algunos servicios esenciales.
En primer lugar, se continuará con los servicios de desayuno, comida y cena aplicando medidas higiénicas, como el lavado de manos con agua y jabón y el uso de gel desinfectantes. Desde el pasado 30 de marzo, están repartiendo packs de comida que suponen más del doble de lo habitual.
Además, desde la Cocina explican a EL FARADIO que “a la dificultad de poder servir comidas en el comedor se une lo largo que va a ser el tiempo de confinamiento, por lo que consideramos no poder alimentar solo a base de bocadillos, ensaladas y comidas frías, y hemos comprado tuppers con los que facilitar comida caliente a nuestros usuarios”.
Por otro lado, en su economato, no se permitirá permanecer a nadie en la sala de espera. Se atenderá a las personas de uno en uno y se les darán packs de alimentos.
El servicio de lavandería se realizará los martes y viernes. Finalmente, en la zona de residencia, se extremarán las medidas higiénicas y se evitará la concentración de personas. Para mejorar esto, y con la habilitación del albergue de Solorzano el pasado 27 de marzo, desde la Cocina Económica enviaron a once personas necesitadas de alojamiento a este albergue.
Concretamente, en el edificio residen veinte usuarios y doce religiosas, todos ellos confinados. Para minimizar riesgos piden a las personas voluntarias que no acudan a la Cocina Económica. El equipo educativo y la Comunidad de la Hijas de la Caridad se encargarán de mantener estos servicios.
Desde la Cocina Económica quieren agradecer la ayuda que están recibiendo. Por ejemplo, a empresas como ‘Makro’ o ‘Viesgo’ que están donando productos de alimentación o de higiene para que puedan seguir trabajando, o a algunos restaurantes santanderinos que se han visto obligados a cerrar sus establecimientos.
Covid19 Cocina Económica de Santander
Agradecemos a Viesgo, y a todos los que en este momento estáis colaborando para que podamos seguir llegando a quienes más lo necesitan, toda la ayuda recibida. Gracias
Publicada por Cocina Económica Santander en Sábado, 4 de abril de 2020
Por otro lado, desde el 22 de marzo en colaboración con la ‘Asociación de residencias de mayores’ están fabricando mascarillas para destinar a las residencias de ancianos y hospitales.
El pasado 4 de abril, las hermanas mayores de la Cocina Económica dedicaron la tarde a preparar la Pascua con un detalle de su amor a los demás. Elaboraron chocolate, donación de Nestlé, quisieron transmitir su mensaje de esperanza, “a pesar de todo, este año habrá Resurrección”.
Desde su común vocación de servicio a las personas más desfavorecidas, ruegan que tomemos “las máximas precauciones personales” y esperan que “esta crisis sea una oportunidad para nuestra mejora personal y de los servicios que prestamos”.
HISTÓRICA EN SANTANDER
Desde el año 1908 funciona en Santander la ‘Cocina Económica’, “creada para ofrecer comida sana y abundante a los pobres de la época, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos convirtiéndose en una institución consolidada en continuo crecimiento”, gestionada por las Hijas de la Caridad.