La Fiscalía superior de Cantabria ha abierto diligencias de investigación ante la denuncia presentada por el partido Santoñeses, el pasado 9 de julio, ante la prolongada falta de actuación sobre el tejado de este edificio monumental, declarado Bien de Interés Cultural, que se derrumbó parcialmente en mayo de 2016 y ha sufrido un constante deterioro desde entonces.

El primer derrumbe importante de la cubierta se produjo hace ya más de cuatro años, sin que se hayan llevado a efecto ningún tipo de actuación para proteger el BIC (Bien de Interés Cultural), generando un evidente riesgo de  destrucción total de Bien protegido.

Según relata Santoñeses en nota de prensa, pidieron una intervención urgente desde el derrumbe y solicitaron medidas cautelares para evitar un mayor deterioro, además de pedir a instituciones y la propiedad que llevaran «a efecto la inmediata ‘renovación total de la cubierta del monumento y el apuntalamiento general de todo el inmueble, cuya ejecución es viable técnicamente sin necesidad de proceder previamente a la demolición de varios edificios, anexos y cobertizos anejos al bien protegido, debiendo primar la ejecución de estas obras que garanticen la conservación del inmueble (…)’, con los apercibimientos legales pertinentes».

Desde este partido se solicitó una investigación y depuración de responsabilidades, dirigida al alcalde de Santoña, el consejero de Cultura y la propiedad del antiguo Hospital Militar de Santoña,

En opinión de Santoñeses, hay indicios de ánimo doloso en la inactividad de la propiedad y de la Administración, obligados como están a actuar de urgencia conforme a lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria cuando un elemento patrimonial protegido está en riesgo, y llegan a apuntar a un caso de prevaricación.

El partido enumera el largo tiempo de inactividad de la Administración y de la propiedad ante el evidente y conocido estado de deterioro que sufre el inmueble protegido, definiendo una «palmaria y dolosa» dejación en el ejercicio, respecto el bien sometido a protección declarada y expresa, de las obligaciones de autoridades y funcionarios para evitarlo.

En lo que se refiere a los delitos sobre el patrimonio histórico, regulados en el Código penal, desde Santoñeses señalan que existen graves alteraciones y daños evidentes en un bien catalogado de valor cultural-histórico, como es el antiguo Hospital Militar napoleónico de Santoña, con la categoría de BIC, siendo doctrina y jurisprudencia que tal delito puede cometerse por omisión de quienes tienen la obligación -en este caso, tal como establecen las leyes del patrimonio cultural estatal y autonómica- de velar legalmente por la conservación del bien de valor cultural-histórico que, con conocimiento de que por no actuar en debida forma legal puede ser destruido, provoquen con su
omisión consciente y deliberada el evidente riego de su destrucción total o parcial.