Este lunes ha celebrado en el Parlamento de Cantabria un debate sobre una proposición no de ley en la que se ponía sobre la mesa de la opinión de sus señorías la alarma creada en Cantabria por la ingente cantidad de ‘okupaciones’ que se vienen produciendo.

La verdad es que esta afirmación contiene algunas palabras que inducen a equivoco.

Por ejemplo: sería mejor cambiar la palabra celebrar (aunque algunos lo celebrarán) por la de perpetrar. Porque en realidad, eso es lo que ha ocurrido.

¿Cómo es posible que vistan de alarma social unos hechos que en parte son delincuencia, y en otra parte bien diferenciada y sin ningún nexo en común con la primera, son producto de la desesperación de familias desamparadas por la administración?

Cierto es que hoy, un partido, el PSOE, ha diferenciado casos y situaciones, para luego anunciar su abstención.

Esta recua de gobernantes que nos toca sufrir, además de cobrar (en la mayoría de los casos) un salario por el que no tenemos la más mínima contraprestación, nos toman simplemente por imbéciles. Por gente a la que se les puede contar un cuento …. y traga.

Y … ¿saben ustedes qué? Algo de eso hay.

A menudo se usan frases hechas. Frases que, a modo de eslogan, van creando opinión.
Tales como (después de unas elecciones) » el pueblo nunca se equivoca «. Y se quedan tan frescos. Tanto quien lo dice … como quien lo escucha.

Pero la realidad es bien distinta. La realidad, los hechos, demuestran que el pueblo” siempre se ha equivocado». Porque no puede ser que el pueblo, que paga impuesto tras impuesto, día tras día, año tras año … merezca tener dirigentes tan ineptos, y con la cara dura suficiente, como para tratar de vendernos el resultado de su ineptitud, como » un fenómeno nuevo y alarmante de crecimiento exponencial «.

Nos lo merecemos. Hemos llegado a un punto, en el que cualquiera que pase cierto tiempo leyendo tweets, o mensajes de todo tipo por las redes sociales (aunque sean auténticas memeces) se autoproclama lector. Queda poco para que aquél que escuche marchas militares … se defina melómano. Y, algunos, le creerán.

¿Cuándo tendremos una alarma social por la ingente cantidad de desahucios que se producen, mientras los grandes tenedores y fondos, tienen miles y miles de viviendas vacías?

Habrá que pedir cita previa en la ventanilla de las alarmas.
Y esperar turno.
Y, mientras tanto, resistir … y disfrutar de nuestros políticos.
Que para eso hemos acertado.