El vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, ha trasladado al presidente de la Asociación de Familiares y Afectados por Daño Cerebral de Cantabria (DCERCA), Juan Alberto González, la voluntad de su departamento para estudiar la incorporación de mejoras en la atención y asistencia que se presta a estos pacientes en la comunidad autónoma.

Con motivo del Día Nacional de esta patología que se celebra hoy, Zuloaga ha mantenido una reunión con representantes de DCERCA, destacando la importancia del movimiento asociativo para sensibilizar a la sociedad y dar visibilidad a las necesidades de las personas con daño cerebral y sus familias.

DEPENDIENTES

Por su parte, Juan Alberto González, ha señalado que anualmente en la comunidad autónoma más de 1.780 personas sufren daño cerebral, de los que 900 se encuentran en situación de dependencia o discapacidad.

Estas personas, ha explicado, como consecuencia de haber padecido un trastorno neurológico (traumatismo cerebral, ictus, tumor cerebral) sufren alteraciones en su movilidad, en su funcionamiento cognitivo, en su autonomía personal y en el desempeño de sus actividades diarias.

Entre las necesidades asistenciales de estos pacientes, ha hecho referencia a la rehabilitación para favorecer una mejor recuperación y evolución de su estado funcional, autonomía personal y calidad de vida.
En este sentido, ha trasladado al vicepresidente la necesidad de que estos pacientes dispongan en Cantabria de una unidad de neurorehabilitación integral y multidisciplinar en régimen de hospitalización tras el alta hospitalaria.

A nivel asistencial también ha apuntado la importancia de disponer de plazas en centros de día especializados en atenciones a este tipo de pacientes, con el fin de garantizar su recuperación funcional. Actualmente muchas personas con daño cerebral son remitidos a centros de día de mayores donde no reciben las atenciones rehabilitadoras que necesitan para favorecer la mejora de su estado funcional y evitar el deterioro, ha indicado.

Como consecuencia de la pandemia de la COVID-19, el presidente de DCERCA ha comentado además la sobrecarga de cuidados que los familiares han tenido que asumir al reducirse la asistencia sanitaria que los pacientes con daño cerebral requieren de forma periódica y regular.