En una semana en la que usuarios de transporte público o concesionado y colectivos como las Mesa de Movilidad, UGT o IU daban la voz de alarma sobre la reducción de líneas de transporte y su impacto sobre la acumulación de viajeros en un momento en que se propugna el distanciamiento físico para evitar el COVID, el presidente Revilla se reunía con una de las gigantes del sector del transporte, concesionaria de muchas de estas líneas, ALSA.

Revilla, acompañado del consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio, Francisco Martín, se ha reunido este juevees en su despacho con el presidente de ALSA, Jacobo Cosmen, con el que también ha tratado, de cara al año que viene, la planificación de la mejora en el sistema de transporte, la electrificación de algunas rutas y la llegada de la tecnología a los autobuses.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Innovación, Industria, Transportes y Comercio, Francisco Martín, se reúnen con representantes de ALSA. 12 de noviembre de 2020 © Raúl Lucio

Los representantes de ALSA han manifestado su inquietud por los desajustes en las líneas de transporte público por carretera inducidos por coronavirus debido al drástico descenso de pasajeros y el déficit de las empresas del sector que ha ocasionado la pandemia, así como por la tardanza de los seis millones de euros que el Ministerio de Hacienda y el de Fomento destinaron a paliar ese problema y que aún no ha llegado a las comunidades autónomas.

El presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha comprometido a hacer llegar a las concesionarias del transporte público por carretera las ayudas de seis millones de euros que el Gobierno de la nación anunció para paliar la crisis del coronavirus.

Revilla ha comunicado a los representantes de ALSA que en cuanto ese dinero llegue, y parece que puede venir en los próximos días, el Gobierno de Cantabria lo hará llegar a los operadores del sistema público de transporte que a su vez tendrán que comprometerse a reponer el sistema tal y como estaba antes de la llegada del COVID-19, con los itinerarios y frecuencias que existían para proporcionar el servicio.

En la reunión, a la que también asistió el director de Transportes y Comunicaciones, Felipe Piña, se acordó que hasta que no llegue ese dinero, al menos se respetarán y garantizarán las frecuencias y rutas que comuniquen puntos de asistencia sanitaria, educativa y centros de trabajo.

Tanto Martín como Revilla, han expresado a los empresarios de ALSA su preocupación, ya que todos los días llegan notificaciones de cambios de frecuencias y rutas con las consiguientes molestias a los usuarios del trasporte, y el deseo del Gobierno es que todas las líneas se restablecieran cuanto antes. No obstante, reconocen que la solución final depende de que lleguen los fondos y que la solución definitiva vendrá cuando lleguen los fondos comprometidos.

ALSA está implantada en Cantabria desde hace 30 años y operan en diez concesiones autonómicas a las que están vinculadas la mayor parte de su empleo y actividad económica. Sus representantes han mostrado su disposición a afrontar las necesidades de movilidad en la que influirán nuevas infraestructuras que generarán nuevos movimientos, como Centro Logístico de La Pasiega.

También han opinado que es necesario una reestructuración de la red de transporte público de Cantabria, dotándola de los fondos necesarios para el sostenimiento del sistema, realizando mapas conjuntos con otros sistemas de transporte de viajeros (tren y marítimo de lanchas).