Manos Unidas desarrolla distintos proyectos de emergencia para luchar contra el impacto del coronavirus en India

La segunda ola y el confinamiento están causando estragos y necesidades básicas de alimentación o asistencia sanitaria
Tiempo de lectura: 11 min

Manos Unidas, que es miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, está desarrollando en estos momentos distintos proyectos para paliar el duro impacto de la pandemia del coronavirus en India. Proyectos que suponen repartos de kits de alimentación, sanidad, abastecimiento de agua, junto a otros como el acontecimiento de centros sanitarios, la dotación de respiradores en hospitales…, y que se pueden apoyar con donaciones desde este enlace

Por ejemplo, en Karnataka, en el oeste de India. Los beneficiarios son familias que se han visto afectadas por la segunda ola de la COVID-19. Los beneficiarios son todas las familias que dependían de un jornal para poder comer cada día, ahora se encuentran sin posibilidad de poder comprar lo necesario para subsistir, ya que por la precariedad de su empleo no tenían posibilidad de tener ahorros.

O en Belgaum, con un proyecto para 10 pueblos de este distrito del estado de Karnataka. Los beneficiarios son familias que malviven con lo que ganan en el día a día. Su situación se ha agravado ante la tremenda segunda ola de la COVID-19 que se está viviendo en India, especialmente en el estado de Karnataka, donde el gobierno ha decretado el confinamiento de toda la población del estado para evitar la propagación del virus. Los hospitales del gobierno carecen de medios, están desbordados y los privados exigen tarifas desproporcionadas que la población rural no puede asumir.

En Mangalore, la actuación se va a llevar a cabo en el distrito de Dashina Kannada. Los beneficiarios viven en comunidades rurales, formadas por personas vulnerables, con una economía de subsistencia muy precaria. La situación provocada por la segunda ola de la COVID-19 es dramática. En esta pandemia sin precedentes, la pobreza, la falta de alimentos y el colapso del sistema de salud está teniendo un efecto devastador en la vida de los más vulnerables.

En Aurad, los beneficiarios son familias que recibían un jornal diario, con escasos recursos económicos y familias que durante la primera ola de la COVID-19 habían regresado a sus aldeas, migrantes que han perdido su trabajo en las ciudades y han regresado a las aldeas sin trabajo, ni medios de vida para mantener a sus familias. Los niños no acuden a la escuela al estar cerrada y, por tanto, no reciben la comida diaria que les proporcionaba el colegio.

También se cuenta con un proyecto en 22 aldeas de los alrededores de Sesapani, en el distrito de Goalpara, estado de Assam.

Allí los bosques de la zona sufren una acuciante deforestación, hacen falta pozos y canalizaciones para poder utilizar el agua eficientemente. El principal medio de vida es la agricultura, bien trabajando sus propios terrenos o trabajando como jornaleros. La tasa de alfabetización es del 66%. No hay dispensario, muchos niños están sin vacunar y los partos todavía se realizan en las casas. Carecen de ahorros y de alimentos almacenados, algunos ya se están comiendo las semillas que guardan para plantar arroz. Empiezan a pasar hambre.

Otro proyecto es la asistencia sanitaria para afectados de coronavirus en cuatro distritos de Assam.
Assam, uno de los estados más pobres de India, está sufriendo un rápido aumento en los casos de la COVID-19 con tasas de mortalidad más altas y tasas de recuperación más bajas en comparación con el pico de la primera ola.

Numerosos afectados se encuentran hacinados en hospitales, en cuarentena domiciliaria o confinados en sus aldeas, sin medios de subsistencia ni ayuda en materia de prevención o atención sanitaria.

En Woka se trabaja para la sistencia alimentaria y sanitaria. Allí las medidas tomadas por el Gobierno para luchar contra la propagación de la COVID-19 han causado el aislamiento durante el último mes de toda la población india.

En la zona rural de actuación, el 90% de sus habitantes son trabajadores de los campos de té que no se encuentran entre las tribus catalogadas en India y, por lo tanto, excluidos de la tarjeta BPL (Bajo el Umbral de Pobreza) que les asegura la ayuda del Estado en este tipo de emergencias.

Otro foco de emergencia se sitúa en 12 barrios marginales y aldeas alrededor de la ciudad de Guwahati, en el Distrito de Kamrup.

En estos lugares, las familias viven en construcciones inseguras e insalubres, muchas veces ocupadas ilegalmente. Se trata de personas que trabajan como jornaleros, servicio doméstico, trabajadores de la construcción, vendedores ambulantes y recolectores de trapos, basura y chatarra. Assam está sufriendo un rápido aumento en los casos por COVID-19, con tasas de mortalidad más altas y tasas de recuperación más bajas en comparación con la primera ola.

En la misma línea, se da asistencia a una comunidad que habita en 15 aldeas montañosas, en la Diócesis de Imphal.

La escasez de medios higiénicos y sanitarios, la falta de educación, el pánico al contagio y las precarias viviendas donde habitan se traduce en un número alarmante de enfermos que no pueden ni tratarse, ni aislarse y a la larga, en el fallecimiento de muchos.

Otro proyecto actúa en el golfo de Bengala. Los beneficiarios son 1.000 familias, que malviven con lo que ganan en el día a día. Los hospitales de las ciudades están desbordados, sin camas libres, ni medicinas, ni oxígeno y la población rural no tiene acceso a los servicios sanitarios, por lo que enferman y mueren en las propias aldeas sin haber recibido atención alguna. Además, ante la imposibilidad de poder salir a trabajar, la población está sufriendo por la falta de alimentos.

En Swarupnagar, en el estado de Bengala, los beneficiarios son 1.000 familias muy pobres, que malviven con lo que ganan en el día a día, trabajando en el campo o en trabajos ocasionales. Los hospitales de las ciudades están desbordados, sin camas libres, ni medicinas, ni oxígeno; la población rural no tiene acceso a servicios sanitarios, enferma y muere en las propias aldeas sin haber recibido atención alguna. Ante la imposibilidad de poder salir a trabajar, la población está sufriendo por la falta de alimentos. La situación es desesperante.

Y en Balasore, en Odisha, el bajo nivel educativo de estas comunidades, unido a un muy deficiente sistema sanitario, ha llevado a esta zona a sufrir de sobremanera esta segunda ola de la COVID-19. El Jyothi Hospital fue fundado para mejorar el estado de salud de estas comunidades. La segunda ola causada por una nueva cepa está siendo mucho más virulenta, causando complicaciones respiratorias graves en muchos pacientes que requieren hospitalización y oxígeno para tratarse. Esta situación ha causado el colapso de los hospitales.

En Khandamal, en Odhisa, al este de India, una zona de aldeas aisladas que habitualmente tienen pésimos índices de salud, higiene, nutrición y de mortalidad infantil. Pero el aislamiento y las malas comunicaciones de la zona no han impedido la llegada del virus, tanto en número de infecciones como en gravedad de los casos con consecuencia de muerte. Los fallos generales de falta de previsión del sistema han causado el caos hospitalario, la falta de oxígeno y el agotamiento de los trabajadores de primera línea.

En Ganjam, Berhampur, en el estado de Odisha, hablamos de aldeas rurales aisladas, de población tribal que viven de una única comida diaria y con un estado higiénico sanitario preocupante. En la situación de pandemia actual, su analfabetismo les ha impedido acceder a información sobre la COVID-19, por lo que el 50% de la zona a intervenir desconoce las medidas preventivas para evitar contagios y el 60% no sabe que tienen que vacunarse. Además, en la zona ha aparecido una nueva variante del virus, N44Ok, mucho más infecciosa, procedente del estado vecino Andra Pradesh.

En Odisha, tras el confinamiento, ni el Gobierno central ni las administraciones locales pueden controlar la situación, y los Servicios Sociales de la Diócesis de Balasore han sido contactados por el departamento de salud y la administración central de Odisha para que les ayuden a combatir la situación creada por la pandemia.

Allí se ha comenzado por crear un equipo de trabajo formado por 10 voluntarios y un equipo de terapeutas formado por 3 consejeros-terapeutas y un médico. Se actuará en 3 frentes:

1. Se accederá a los hogares de las 1.000 familias más vulnerables, contagiadas de COVID-19 o confinadas para llevarles comida y productos de higiene para 10 días.
2. El equipo terapéutico atenderá necesidades de las familias y de los individuos en mala situación psicológica y se ofrecerá información sobre prevención del coronavirus, registro y acompañamiento a la vacunación.
3. Finalmente, se sufragará el proyecto de una cocina móvil para ofrecer 10,000 comidas calientes a las personas que están hospitalizadas y en los centros de cuarentena.

En Adilabad, en el Estado de Telangana, en el centro de India, la segunda ola de la COVID-19 está siendo devastadora en India con índices de contagio y mortalidad muy altos y la situación sanitaria es de extrema gravedad con hospitales desbordados, sin camas libres, medicinas, ni reservas de oxígeno para tratar a los pacientes más graves. Y ante la imposibilidad de poder salir a trabajar, la población se encuentra sin recursos para subsistir.

Otra acción se ciñe a 10 pueblos del Distrito de Amravati, con hospitales desbordados, sin camas libres, ni medicinas, ni suficiente oxígeno y la población tribal, por miedo al contagio, ni siquiera acude a los hospitales, por lo que enferma y muere en las propias aldeas sin atención alguna. Ante la imposibilidad de poder salir a trabajar, la población está sufriendo por la falta de alimentos.

El Christ Hospital fue construído con la ayuda de Manos Unidas para dar atención sanitaria adecuada a la población más necesitada de la zona. Desde el comienzo de la pandemia de la COVID-19, el Gobierno seleccionó a este hospital como hospital para el tratamiento de pacientes con COVID-19. Al Christ Hospital están llegando numerosos pacientes a diario, muchos ya graves por afectación pulmonar severa. En total disponen de 139 camas en el Hospital con entrada canalizada de oxígeno, pero muchas de ellas no pueden ser usadas por falta de oxígeno suficiente.

La ayuda de Manos Unidas servirá para poder poner en marcha un generador de oxígeno para el Hospital Rural en Chandrapur, que permitirá salvar 50-60 vidas al día.

En Brahmapuri, del distrito de Chandrapur, en el estado de Maharashtra, alrededor del 70% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Los beneficiarios son toda esa población rural de los alrededores, que están enfermos y necesitan atención sanitaria. El Christanand Hospital pertenece a la Diócesis de Chanda y se inició en 1984 siendo previamente un dispensario médico. El Gobierno ha seleccionado a este hospital de Bramahpuri como hospital para el tratamiento de la COVID-19 cubriendo 4 distritos, pero muchas de las camas con entrada canalizada de oxígeno no pueden ser usadas por falta de oxígeno disponible.

Uno de los estados más afectados es Madhya Pradesh, donde el manejo de la crisis sanitaria, cuando aún no se han recuperado de la económica, está siendo imposible. La primera semana del segundo brote y de la propagación de la COVID-19, afectó principalmente a la población urbana, mientras que a medida que pasaban los días entraba y se expandía por toda la zona rural tribal. En las áreas tribales hay una gran falta de personal sanitario, de médicos, de tests y de instalaciones y medicamentos adecuados para tratar la enfermedad.

En varios distritos de Madhya Pradesh, la situación provocada por la segunda ola de COVID-19 es devastadora, ha barrido a la población como un tsunami y las muertes ni siquiera se pueden contar. Ya no hay una cama disponible en las instalaciones de cuidados intensivos, las bombonas de oxígeno no se encuentran en ninguna parte y muchos mueren sin ninguna ayuda. Teniendo en cuenta tan alarmante situación, las oportunidades de supervivencia están amenazadas no sólo por la infección, sino también por el hambre.

Las Hermanas de Jesús, María y José (JMJ) llevan 50 años regentando lo que hoy es el Hospital Morning Start, desde donde realizan un importante trabajo de prevención y atención sanitaria en 143 pueblos de los alrededores de Raigarh. En la actualidad, lo que empezó siendo un Hospital de Maternidad, se ha convertido en un Hospital General. Durante la primera ola de COVID-19 los enviaban al Medical Collegue, Hospital Público, pero en esta segunda ola no hay UCIS disponibles para estos enfermos.

El Estado de Guyarat está sufriendo un incremento preocupante de casos y muertes en las aldeas, debido principalmente al desconocimiento de la enfermedad y de las medidas de prevención. Junto a esto, los confinamientos y toques de queda están causando estragos a nivel económico, por la imposibilidad de las familias de ganar el jornal necesario para sobrevivir.

En la zona sur de Guyarat, hay un aumento muy preocupante de casos y muertes en las aldeas. Además, en las aldeas hay muchas mujeres con anemia grave, reacias a vacunarse y que, sin embargo, son altamente vulnerables.

 

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.