Las Mesas de Movilidad de Cantabria han calificado de “disparate” la actualización del sistema de ayuda a la conducción de trenes ASFA (Anuncio de Señales y Frenado Automático) denunciada estos días por los sindicatos ferroviarios.

Desde las Mesas, afirman que “de ninguna manera” debe autorizarse la puesta en marcha este sistema pues lastrará notablemente los tiempos de viaje, incrementados ya con respecto a años atrás a causa de la obsolescencia del material y la infraestructura ferroviaria.

En su opinión, debe hacerse todo lo posible por potenciar, difundir y mejorar el transporte público de la comunidad, de manera que constituya una verdadera alternativa para los desplazamientos habituales al trabajo, al centro de estudios o a las gestiones, en detrimento del uso del vehículo particular.

Medidas como la anunciada tendrían consecuencias gravísimas sobre la operativa diaria de los trenes, ralentizando 18 minutos los trenes entre Liérganes y Santander, 34 minutos más los Bilbao-Santander (que ya tardan 3 horas) y 15 minutos los Cabezón de la Sal-Santander.

Hay que tener en cuenta que los tiempos actuales son muy superiores a los de épocas pasadas. En los años 90 se tardaba entre 50 y 55 minutos en realizar el trayecto entre Cabezón y Santander. En la actualidad, la mayoría de trenes con paradas tardan 71 minutos. Si llega a implantarse la actualización del sistema ASFA los tiempos de viaje se acercarían a los 90 minutos. Hora y media de trayecto en tren para un trayecto que se demora sólo 30 minutos en coche y unos 45 minutos en autobús.

Esto supone, afirman desde las mesas, cargarse el servicio, una pesadilla para los viajeros cautivos y expulsar a la carretera a cientos o incluso miles de usuarios, con la presión sobre el medio que ello conlleva: aumento de emisiones, ruido, saturación de las carreteras, etc.

MESA DEL FERROCARRIL

Desde las Mesas de Movilidad opinan que “se está perdiendo el norte” en la gestión de la movilidad de Cantabria y por ello piden al Gobierno de Cantabria la convocatoria urgente de la Mesa del Ferrocarril (que no se reúne desde hace casi 2 años) para exigir a Renfe que solucione los numerosos problemas que acumula el servicio ferroviario (deterioro de infraestructuras, material rodante sucio y antiguo, retrasos y cancelaciones de trenes a diario…) y se defina un Plan Estratégico Ferroviario para Cantabria que incida en el desarrollo de la infraestructura y la gestión de la movilidad en coordinación con otros operadores para ofrecer el mejor servicio público al mayor número de ciudadanos posible.