Ainoa Quiñones ha vuelto a mostrarse contraria a la decisión de la Autoridad Portuaria de Santander (APS) de colocar cuchillas a lo largo del perímetro del Puerto para evitar casos de intrusismo en esa instalación. Contesta así las palabras de Miguel Ángel Revilla del pasado martes, donde solicitaba más medios para controlar los intentos de saltos de personas migrantes para poder llegar a Reino Unido, algo en lo que ahondaba el portavoz del PRC en el Parlamento de Cantabria, Pedro Hernando, en nuestra tertulia de este miércoles en Arco FM.

En primer lugar, la delegada del Gobierno en Cantabria ha aprovechado la ocasión para recordar la importancia de esta institución. «Todas las administraciones debemos tener claro que el Puerto es un activo fundamental». Por eso cree que se debe hacer un esfuerzo de «coordinación» entre todas ellas.

En la parte que le toca a la Delegación, Quiñones se ha referido a los inspectores que trabajan en el Puerto «revisando mercancías» y también a los guardias civiles que se dedican a «mantener la seguridad». «Ahí me van a encontrar, en trabajar para que la Delegación del Gobierno» acometa correctamente sus funciones, ha dicho.

Pero la delegada ha querido dejar claro que el dispositivo de seguridad debería ser suficiente. «Hay más de 60 guardias civiles trabajando en el Puerto. Todo el mundo entiende que no se puede poner un agente por cada metro de valla», porque, además, «si están en el Puerto no están en otros sitios».

A la vez que ha dado valor al Puerto, también ha repetido que está «en contra de cualquier cosa que lesione a cualquier ser humano» y ha señalado, al igual que han hecho partidos políticos como el PP (lo hizo la diputada por Cantabria Elena Castillo en nuestra tertulia del martes), que «lo de las concertinas es competencia de la Autoridad Portuaria».

Quiñones también, como parte de su trabajo en lo que tiene ver con el Puerto, ha reivindicado que mantiene reuniones habitualmente con el Ministerio del Interior y con el presidente de la APS, y ha afirmado que «todos tenemos que buscar soluciones, «más que buscar culpables».

Y aunque ha reconocido que «el intrusismo es un problema», no es algo que afecte únicamente a la instalación santanderina, sino que es algo sobre lo que se trabaja también en otros Puertos del Estado. De hecho, ha querido remarcar que «Santander es uno de los Puertos que mejor está» en este sentido. «Tenemos que dejar la política del tuit. Los problemas se resuelven de otra forma», ha concluido.

El pasado martes, el presidente de Cantabria contestaba a los medios sobre la Proposición No de Ley presentada por su socio de Gobierno en el Parlamento de Cantabria pidiendo la retirada inmediata de las cuchillas que hay en parte del vallado del Puerto pidiendo más medios al Gobierno central, que es quien se encarga de la seguridad de este espacio.

El jefe del Ejecutivo estima que son necesarios más efectivos para vigilar los intentos de entrar en el Puerto por parte de los migrantes que malviven en un edificio abandonado en la zona de Nueva Montaña, y que tratan de aprovechar alguna oportunidad para poder llegar a un barco que les lleve al Reino Unido, donde están sus allegados.

Revilla quiso hacer hincapié en lo mala que sería la noticia de que empresas que trabajan en el Puerto tomasen la decisión de marcharse a otro lugar por los problemas de seguridad. Proteger la actividad económica, aún a costa de la salud de quienes tratan de franquear la valla.

Pedro Hernando, por su parte, comentaba en nuestra tertulia de este mismo miércoles que las empresas consignatarias del Puerto advirtieron en su día que estaban dispuestas a irse al Puerto de Bilbao –allí también se producen estos intentos de acceso– si no se adoptaban medidas contra los accesos a las instalaciones.

El portavoz del PRC en el Parlamento fue más allá, diciendo que, una vez que se aumentase la seguridad en el perímetro del Puerto, se retirarían las concertinas «al día siguiente, a la hora siguiente».