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«Si pensamos en experiencias turísticas masivas no contribuiremos a un desarrollo lógico ni adecuado»

Llega FITUR, la Feria Internacional de turismo de Madrid, donde se crea un ambiente muy competitivo entre países y también entre Comunidades Autónomas para atraer visitantes
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España, o una parte importante de ella, presume de esas condiciones de sol y playa que, en los mejores tiempos del sector turístico, han traído a nuestro país más de 80 millones de turistas en tan solo un año. La pandemia lo ha revuelto todo y ha provocado que esas cifras hayan caído de una manera muy sustancial.

En el contexto actual, resulta más importante ser atractivos para el turista nacional, que es el que ha sostenido la actividad del sector en 2020 y 2021. De hecho, durante este periodo tan extraño y doloroso, regado de restricciones, el Parque de Cabárceno, equipamiento turístico más destacado de Cantabria por número de visitantes, ha batido récords, alrededor del 30 aniversario de su apertura.

Las comunidades del norte de España también ofrecen playas, pero su climatología no tiene mucho que ver con la de la vertiente mediterránea, por lo que es necesario trabajar un poco más en lo que se puede ofrece a los visitantes. Y un punto cada vez más fuerte que hay que atender es el concepto de turismo sostenible. No sólo por respetar un entorno determinado, sino también por satisfacer a los propios turistas, que cada vez buscan más lugares de naturaleza que no se vean perjudicadas por la masificación.

En la importancia de ofrecer experiencias sostenibles coinciden dos personas que acuden esta semana a FITUR: Patricia Loro, presidenta de la Asociación de Guías Oficiales de Turismo de Cantabria, y Dionisio Luguera, alcalde San Vicente de la Barquera. Ambos pasaron este miércoles por EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.

Loro explica que, hoy en día, «tiene que primar la calidad» sobre la cantidad. Va en la línea de que podamos tener menos visitantes, pero que hagan un mayor gasto económico en los lugares que visitan. El turismo responsable y sostenible le parece «la base» sobre la que apoyarnos para pensar en el turismo del futuro.

En Cantabria, ella ve tres pilares básicos para la promoción turística: «naturaleza, patrimonio y gastronomía». Son tres patas que pueden sostener un mismo banco, o también servir para experiencias más cortas y coyunturales, las que pretenden conocer algo específico.

Más allá de la promoción que se pueda hacer desde instituciones públicas, a Loro le parece que es «la empresa privada la que tiene que pensar en cómo ofrecer la experiencia. Los recursos están ahí, pero las empresas deben crear» y ser imaginativos para que haya un valor añadido efectivo para quienes acceden a la Comunidad.

«Si piensas en experiencias masivas, no contribuyes a un desarrollo lógico ni adecuado», sentencia. Y argumenta también que «si queremos que vengan a ver un recurso concreto, pero que no está dotado de una serie de infraestructuras, se juntará a muchas personas, pero no se aportará nada y se destruirá el entorno».

Luguera también viaja a FITUR, y lo hace para defender a su municipio, uno de los señalados como importantes dentro del sector turístico en Cantabria. Pero también va con esa seña de identidad de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.

De hecho, San Vicente de la Barquera es uno de los municipios de la Comunidad que va a recibir fondos europeos Next Generation EU, al igual que el túnel de la Engaña, Santander, Noja y la comarca Saja-Nansa, para progresar en planes de sostenibilidad turística. Serán 3,2 millones de euros para este Ayuntamiento en concreto. En la propia feria, el alcalde se reunirá con Javier López Marcano, consejero de Turismo, para conocer mejor cómo utilizar los fondos recibidos.

Luguera ensalza que el «85% del municipio está dentro de un parque natural», el de Oyambre. Eso ya de por sí se puede considerar una exigencia a la hora de planificar la marcha de las cosas, pero el mandatario municipal también señala que hay que aprovechar las «ventajas» que eso da, también «para sobrevivir a las crisis y pandemias que sufrimos».

Parte de las inversiones de San Vicente van en el camino de la movilidad sostenible, aumentando los carriles-bici a disposición de la ciudadanía y también de las personas que se quieran acercar. «Turismo menos de coche y más de ir andando» como tendencia. Además, el municipio también es una reserva del surf. Se ha decidido potenciar la práctica de este deporte, precisamente ligado al concepto de sostenibilidad o de naturaleza. «Queremos seguir dándole vida», destaca.

Otro de los objetivos que Luguera tiene entre ceja y ceja es la desestacionalización. Que el turismo «sea sostenible y todo el año». Naturaleza, patrimonio y gastronomía, como decía Loro. Y es que el alcalde quiere recordar que «San Vicente tiene más cosas que la playa».

 

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