«Lo del Puerto de Santander es la política migratoria de Europa, que criminaliza a los migrantes»
Aparte de diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Serigne Mbayé es el secretario de Antirracismo de la formación morada. Y es una persona con experiencia para hablar de la problemática de los movimientos migratorios y de las políticas que se hacen para controlarlos.
En Santander se tomó la decisión, dentro de la Autoridad Portuaria, de instalar cuchillas en parte del vallado del Puerto. La idea, en principio, era ponerlas en todo el perímetro, pero esa decisión se ha frenado. Sin embargo, el Puerto solicita más medios materiales y humanos antes de retirar las que ya está colocadas.
Este martes (19:30), La Moraduca acogerá un debate sobre esta polémica, al que acuden el propio Mbayé y su compañero de partido en Asturias Álex Zapico, y también acudirán representantes de las asociaciones Pasaje Seguro y Amnistía Internacional.
El diputado de Madrid considera que estoque está sucediendo en el Puerto de Santander «es una barbaridad». Le parece un paso más en «la deshumanización de las personas migrantes», dice en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM.
En lugar de poder ofrecer pasos seguros para las personas que huyen de situaciones realmente dramáticas, como el hambre, las guerras o los efectos del cambio climático, Mbayé ve en una acción de este tipo, colocando concertinas, «la política migratoria de Europa, que criminaliza a los migrantes». Mientras, esos mismos países se aprovechan «de los recursos de los países de las personas que migran», señala.
Por eso se muestra tajante y resume la postura de su partido diciendo que «queremos que se quiten, sin condiciones». Mientras, en el Puerto presumen de cifras récord y de nuevos acuerdos que traerán importantes inversiones a la infraestructura portuaria.
El discurso frente a los migrantes, en el caso de Santander albaneses que tratan de encontrar un barco al que subirse para llegar a Reino Unido, les señala como personas que ponen en riesgo al propio Puerto, y se amparan en la existencia de mafias alrededor de estos ciudadanos. Pero Mbayé se muestra muy duro hablando de esto: «no conocen lo que es una mafia. Mafia son los Gobiernos y las empresas que se lucran poniendo estos elementos, las que trabajan en las fronteras para que no lleguen estas personas», opina. Antes al contrario, «las personas migrantes son víctimas, contactan con las mafias para llegar a Europa», añade.
Conoce el ejemplo del Puerto de Bilbao, donde se instaló un muro de gran altura para evitar los saltos de estas personas que buscan una vida aún más lejos de su país de origen. Ante esa dificultad encontrada, Mbayé señala que «las personas siempre buscan otro camino, y el tema se ha desplazado a Santander», el único Puerto de todo el norte de España en recurrir a este sistema de disuasión.
Ante este problema, la receta para el diputado es celebrar «una mesa con los agentes sociales y las autoridades portuarias para buscar una solución». No se trata de que quieran quebrar una legalidad tratando de convertirse en polizones de un barco. «Estas personas quieren pagar el billete, pero les falta la documentación», explica. Eso sí, mientras suceden estas cosas, situaciones muy dolorosas y frustrantes para quienes intentan alcanzar una meta y se les niega la posibilidad a cada instante, las empresas y los Estados aspiran a que haya, plenamente, un «libre comercio».
Pese a haber llegado a un cargo tan relevante, Mbayé aún se encuentra con titulares de prensa donde se le denomina ‘el diputado mantero de Podemos’. Y él lo achaca al racismo que sigue existiendo en España. «La gente no lo ve, pero lo leemos en la prensa y está en las instituciones», subraya.
Lo peor de todo esto es que sirve de caldo de cultivo para que acaben prosperando ideología alejadas de lo que significa una democracia parlamentaria. «La extrema derecha crece porque mete mensajes de miedo y un falso discurso de que la inmigración es un peligro», lamenta Mbayé, que piensa que «esto no ayuda a una convivencia pacífica».
Recuerda su viaje en patera desde Senegal hasta las Canarias. Acabó afincado en Madrid, donde pasó una época como vendedor en el ‘top manta’, pero entre ese momento y el actual reivindica haber tenido «trabajos por cuenta ajena y hasta mi propio restaurante». Se ha sentido criminalizado y ve que es algo que sucede con las personas que llegan desde otras latitudes y con muy escasos recursos. «Al que no tiene hay que machacarlo, y se les llama vagos», denuncia.
Precisamente ante este tipo de discurso quiere reivindicar otra forma de hacer las cosas, que pase por no señalar a quien es pobre y no puede trabajar y por «reforzar los servicios sociales». Y en lugar de exigir un esfuerzo a estas personas para integrarse, cree que a palabra correcta es «inclusión».
«Las personas quieren trabajar, no les dan paguitas, pero por determinadas circunstancias no pueden. Por ejemplo, la Ley de Extranjería, que les machaca. ¿Cómo puede estar una persona 3 años sin trabajar? Eso es generar una fábrica de delincuentes, porque tienen que hacer algo para sobrevivir esos 3 años», argumenta.
Sin embargo, pese a que los discursos que escuchamos frente a los migrantes e incluso contra los menores no acompañados van en aumento, cree que «también ha crecido la gente consciente, que sabe los migrantes no son peligrosos».
Le preguntamos a Mbayé también por lo que está sucediendo en el PP, con el enfrentamiento abierto entre el presidente nacional del partido, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Reconoce que se sorprendió al ver la manifestación en la calle Génova, frente a la sede central del partido, de personas que están a favor de Ayuso. «¿En qué sociedad estamos viviendo?», se pregunta. Precisamente cuando salen acusaciones de trato de favor hacia el hermano de la mandataria madrileña, se llega a cuestionar más el posible espionaje que ha sufrido ella que no sus prácticas al frente de la administración autonómica. «Hay una supuesta corrupción, que se investigue» defiende, recordando que incluso Casado ha acusado a su compañera del PP.
También alude al pasado de los populares madrileños. «Este partido, ya hemos visto su historial, especialmente en Madrid, la corrupción que hay en el partido». Por eso cree que hay que averiguar lo que ha sucedido con esos contratos en los que el hermano de Ayuso ha tenido algo que ver, porque «estos contratos son con nuestro dinero. Hay que ver si lo que se dice es verdad», para concluir diciendo que «no soy de Casado ni de Ayuso ni de nadie si hay corrupción por medio».