CCOO de Industria, UGT FICA y USO Industria han destacado hoy que la quinta jornada de huelga en el sector del metal en Cantabria sigue incrementando su seguimiento, que ya supera el 95%, y cada vez aumenta más el número de piquetes frente a las empresas y en los polígonos industriales de la región –donde continúa sin producirse ningún incidente- respecto a la semana anterior.

Los tres sindicatos han reconocido, de nuevo, «el compromiso de los trabajadores y trabajadoras con la movilización, que crece cada día y le manda un mensaje claro a la patronal: que las plantillas no van a parar hasta conseguir un convenio digno y justo».

Este lunes también está parada la actividad productiva en Aluminios Ampuero, que aglutina a 300 trabajadores y trabajadoras.

En cuanto a los efectos de la huelga sobre las principales industriales de la región, a la paralización de la actividad productiva de Global Steel Wire (GSW), en Santander, se ha sumado la de Reinosa Forgings and Castings, que tiene detenida su acería desde este fin de semana tras el seguimiento de la huelga de los trabajadores de las contratas.

UGT FICA, CCOO de Industria y USO Industria han denunciado, además, «la actitud antidemocrática de las empresas». Como han asegurado los sindicatos, «hay empresas que están intentando mantener la actividad productiva con la petición de servicios mínimos que están totalmente injustificados».

Los sindicatos continúan animando a las más de 20.000 personas afectadas por el convenio del metal a continuar con la lucha y han confiado en que Pymetal «se sume ya a la negociación, recapaciten y sean conscientes del gran apoyo a la huelga, que muestra la voluntad de los trabajadores y trabajadoras».

PYMETAL: 2,1 ES IGUAL A 7

La patronal del sector envía un comunicado a los medios informando de que ya se han perdido 300 euros de media por cada trabajador en la huelga.

«Ya sea voluntariamente o presionados por los piquetes supuestamente informativos cada trabajador del sector que esté en huelga habrá perdido a día de hoy más de trescientos euros, entre salario, plus convenio, parte proporcional de pagas, etc.» En los previos de la huelga, PYMETAL llegó a informar en sus comunicados de los teléfonos, por otra parte pùblicos y conocidos, de policía o guardia civil para denunciar situaciones violentas en los piquetes, vinculando así protesta y delitos, sin que la evolución de la huelga haya confirmado esa tesis con ninguna denuncia presentada por parte de los propios trabajadores a los que instaba a denunciar.

Denuncian que  la representación sindical muestra una «nula voluntad negociadora, no admitiendo siquiera la mediación del ORECLA en la resolución del conflicto convocado, nos dirigimos a los trabajadores del sector para comunicarles directamente el coste económico de esta huelga».

Recuerdan que Pymetal ya ha ofertado en la mesa de negociación del convenio un incremento salarial del 7% . Según sus cuentas, ese 7% se llega porque son «2,1% para 2021, y un 3% para 2022, revisable al IPC subyacente. Dado que este indicativo está ya en el 4,9%, la oferta real es del 2,1 + 4,9».

Consideran que «cualquier incremento superior es inasumible por la empresa y supondría tener que reducir la actividad y prescindir de trabajadores, porque a estos incrementos salariales le han precedido enormes incrementos en la materia prima, en el coste de la energía, en la fiscalidad, etc».

El comunicado termina con un llamamiento a los trabajadores «para que se reincorporen inmediatamente a sus puestos de trabajo, desoyendo los cantos de sirena sindicales, que sólo van a generar pérdidas y. desempleo».

Los sindicatos replican que esa revisión salarial  que vende es «engañosa» y «maquillada» porque simplemente refleja lo ya pactado del IPC.

Y advierten que lo que realmente está trasladando en la mesa negociadora es que «se quieren cargar: el contrato de relevo, el plus de distancia y el cobro de los atrasos».

En cualquier caso, han exigido a Pymetal que demuestren su voluntad negociadora en la mesa y dejen de meter miedo a unos trabajadores y trabajadoras que luchan porque saben que el esfuerzo que están realizando ahora les llevará a conseguir unas condiciones laborales dignas y la mejora económica que debe garantizar el mantenimiento de su poder adquisitivo.