El Teatro Casyc acoge un recital de Lieder compuestos por Schumann y Brahms para cuarteto vocal y piano a cuatro manos

La soprano María del Mar Fernández Doval, la mezzosoprano Serena Pérez, el tenor Manuel Gómez Ruiz, el bajo Jesús M. García Aréjula y los pianistas Ana Gobantes de Miguel y Jorge Robaina protagonizarán la parte musical, mientras que la rapsoda Marta López Mazorra irá introduciendo información de interés sobre las obras, los compositores y su época. Foto: Paloma Matías
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El Teatro Casyc acoge el próximo 5 de noviembre el recital ‘Liebeslieder, canciones de amor’, con obras compuestas por Robert Schumann y Johannes Brahms. Un concierto para piano a 4 manos y cuarteto vocal protagonizado por la soprano María del Mar Fernández Doval, la mezzosoprano Serena Pérez, el tenor Manuel Gómez Ruiz, el bajo Jesús M. García Aréjula y los pianistas Ana Gobantes de Miguel y Jorge Robaina.

Se trata de un repertorio muy poco habitual que reúne a dos grandes compositores del romanticismo alemán y dos de sus obras más originales y sorprendentes: los SpanischesLiebeslieder, Op. 138 de Schumann y los Liebeslieder- Waltzer, Op. 52 de Brahms. Compuestos con una diferencia de 20 años entre ellos, y coincidentes en cuanto a la peculiaridad de su instrumentación, completamente original e insólita para la época: piano a cuatro manos y cuarteto vocal.

Al elenco musical se une en este concierto Marta López Mazorra, rapsoda y actriz que se encargará de ir intercalando, de forma amena, información sobre los autores y la época en que se compusieron los lieder que protagonizan este curioso recital en el que algunas piezas serán interpretadas por cuatro voces acompañadas por el piano tocado a cuatro manos, pero también se escucharán dúos, tríos y canciones para solista y piano.

Según explica María del Mar Fernández Doval, los músicos participantes son todos profesionales expertos en este tipo de repertorio y en formaciones camerísticas. “Es una oportunidad única de escuchar estos Liebeslieder o canciones de amor del romanticismo alemán que nunca antes se han interpretado en Santander, probablemente por la complejidad de organización que conlleva reunir a cuatro cantantes con dos pianistas sentados a un mismo piano”.

El concierto, programado para el 5 de noviembre a las 19:30 horas, está organizado por el Ayuntamiento de Santander a través de la Concejalía de Cultura y cuenta con la colaboración de la Fundación Caja Cantabria. Las entradas ya están a la venta al precio único de 5 euros y se pueden adquirir a través de la web https://www.unientradas.es/janto/?Nivel=Evento&idEvento=221105LIEBE#

LIEBESLIEDER. CANCIONES DE AMOR

Tanto Schumann como Brahms creían en la música doméstica (Hausmusic) como medio de aprendizaje y de diversión. Ambos ciclos fueron concebidos como un divertimento social, una manera sumamente agradable de pasar una velada musical en la intimidad del hogar. Schumann denominó “ciclo para una y más voces” a un recital de canto con la dramaturgia resultante del juego vocal. Era una pequeña y discreta respuesta a las desmesuradas dimensiones de los experimentos de Wagner, que amenazaban con engullir el mundo musical tal como lo conocía Schumann.

En un principio fueron los poetas alemanes quienes cultivaron la forma de ciclo para sus poemas, de ahí que resultara natural que después los compositores los agruparan igualmente en ciclos de canciones. De hecho, Schumann ya había reunido sus piezas para piano en estructuras más grandes, por lo que era lógico por tanto que hiciera lo mismo con los Lieder. Solía escoger poemas del mismo autor o de la misma obra, por lo que los textos cantados poseían unidad literaria. Los poemas que dieron origen a los SpanichesLibeslieder son traducciones de poesía española del Siglo de Oro realizadas por Emanuel Geibel.

El Op. 138 de Schumann es una obra tardía con aportaciones muy novedosas en el terreno de la armonía y de la concepción del ciclo de Lieder. En 1849, fecha de la composición, el autor ya había compuesto bastante música coral y esta experiencia le permitiría mostrar las posibilidades del cuarteto vocal y sus diferentes combinaciones. El único precedente de este tipo de obra camerístico vocal eran los cuartetos de Schubert, para coro mixto y coro masculino, pero el primero en concebir a los cuatro solistas casi a modo de reparto operístico fue Schumann.

Schumann organiza este ciclo simétricamente en dos partes, ambas precedidas por una pieza de piano a cuatro manos. Cuidó especialmente que la obra fuera equilibrada y que los cuatro cantantes pudieran lucirse adecuadamente, como solistas y en diversas combinaciones (dúos femeninos, dúos masculinos y cuarteto). Schumann aplicó en la parte del piano de sus Lieder las innovaciones estilísticas de su precedente obra pianística, aunque su mayor aportación fue integrar voz y piano hasta el punto de hacerlos inseparables, dando un paso más allá de Schubert que había concebido el protagonismo de voz y piano a partes iguales.

Por su parte el Op. 52 de Brahms, los Liebeslieder-Waltz, son una colección de 18 valses que como en el ciclo de Schumann están compuestos para piano a cuatro manos y cuarteto vocal. Un bello modelo de Hausmusic, ampliamente cultivada en la época de Brahms, en homenaje a la ciudad de Viena, al mundo de Schubert y a la familia Strauss.

Cada vals es una miniatura de encantadora precisión psicológica. A pesar del ritmo ternario mantenido constantemente de principio a fin, impresiona la cambiante fisonomía demostrando la inagotable inventiva rítmica del compositor.

Al igual que Schumann, Brahms intenta que las voces se luzcan, aportando riqueza tímbrica a los diferentes momentos emocionales. No siempre el cuarteto vocal actúa al completo, hay dúos y solos; las voces se van alternando para enriquecer y crear una coloración armónica y un rico envoltorio contrapuntístico. Un caleidoscopio de imágenes y sensaciones.

Los textos proceden del Ciclo Polydora de Daumer, poeta menor de escaso relieve literario pero influyente en la música alemana del que los compositores del siglo XIX tomaron a manos llenas. Son traducciones fieles y hábiles reelaboraciones de textos populares rusos, polacos serbios, croatas, húngaros…

Brahms compuso su Op. 52 feliz y enternecido por el amor. Escribe este fresco ramillete de flores del campo, los deliciosos Liebeslieder-Waltz bajo el efecto de la pasión amorosa…aunque en esta ocasión el objeto de sus anhelos no fuera Clara Schumann sino una hija de ésta.

En el recital del próximo 5 de noviembre, será Marta Mazorra, quien ofrezca al público esta información junto con otros muchos datos sorprendentes sobre los autores, la época y los lieder que se escucharán.

 

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