Vecinas de Piélagos aprenden a conocerse mejor en un taller de artes escénicas de UNATE

Se trata de un juego de aproximación, reflexión e improvisación en el que participarán a lo largo de todo el curso, a través de esta actividad que La Universidad Permanente desarrolla en el municipio mediante el convenio de colaboración suscrito con el Ayuntamiento de Piélagos
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Un grupo de vecinas de Piélagos, mayores todas ellas de 50 años, disfruta de la magia del teatro al aprender a conocerse mejor para dar vida a esos seres humanos que no sólo piensan y se mueven de manera diferente a ellas sino que, en muchos casos, se comportan de forma distinta ya que pertenecen a otras épocas.

Se trata de un juego de aproximación, reflexión e improvisación en el que participarán a lo largo de todo el curso -desde el pasado octubre y hasta el próximo mes de junio- en el Taller de Artes escénicas que UNATE, La Universidad Permanente, desarrolla en el municipio, a través del convenio de colaboración suscrito con el Ayuntamiento de Piélagos.

Carlos Peguero, el facilitador de esta actividad, explica que el objetivo principal pasa por abordar la reflexión desde el punto de vista artístico, es decir, intentando contemplar no sólo la opinión del grupo sino de la sociedad, en general, para integrar, después, todas las visiones.

“Más allá de la lógica discusión, tratamos de buscar qué puede pensar esa persona que piensa tan diferente a mí”, matiza Carlos Peguero.

En este sentido, hace hincapié en que “el teatro habla de humanidad”. Por ello, aclara, “afrontamos todo aquello que nos afecta a la vida cotidiana” como, por ejemplo, la violencia, la migración, la manipulación o la economía.

En todos los casos, incide Carlos Peguero, las participantes en el taller empiezan a explorar, mediante juegos e improvisaciones, pequeños textos que tratan esos asuntos.

“De esta manera empezamos a aproximarnos a los textos, a abordar el personaje, aquella persona que opina, se mueve y se comporta distinto a mí”, relata el facilitador de la actividad, quien asegura que “esta labor es bellísima” porque, a su juicio, “en ese juego de aproximación, de reflexión e improvisación nos conocemos mejor a nosotros mismos y a la sociedad que nos rodea para, luego, desde el punto de vista artístico, poner en escena una propuesta común juntando esas otras propuestas más pequeñas”.

En la misma línea, hace hincapié en que “todo lo abordado y jugado a lo largo del curso, que queda entre nosotros, al final, se pone en escena como una experiencia del acto de comunicación con el público”, que puede ser, según puntualiza, en un teatro, una residencia o un centro cultural. “Nosotros actuamos donde haya que actuar”, apostilla.

DESTERRAR UNA IDEA CONFUSA

Carlos Peguero recalca que “es una idea muy confusa eso de que el teatro es memorizar un texto y escupirlo en el escenario”.

De hecho, para él, “no tiene nada que ver”. Es más, opina que “se trata de comprender porque aquello que no comprendo no lo puedo explicar con la contundencia y profundidad que se merece”. En este sentido, aboga por utilizar el juego, la comprensión y nuestras propias palabras.

“Cuando te das cuenta el texto se va integrando y no hay ningún sufrimiento porque no esté perfecto porque se canaliza a través de mis palabras, si se me va”, comenta el facilitador del Taller de UNATE, quien reconoce que “la aproximación es lenta a nivel de comprensión”.

Carlos Peguero se muestra convencido de que “la parte más bonita y divertida del teatro” es que todo el tiempo te invita a que te aproximes a esa persona que necesariamente no tiene que pensar como tú, gracias a la empatía.

“Todos los seres humanos justificamos nuestras acciones por una previa necesidad, pero las necesidades de cada uno son diferentes, alguien puede no opinar como tú, pero siempre puedes entenderte con él o ella”, reflexiona el facilitador del Taller de Artes escénicas e interpretación.

Preguntado por las ventajas de participar en una actividad de estas características, afirma que el teatro se ramifica en “un sinfín de ventajas”.

En el aspecto cognitivo, compara al actor con un pianista. “Al igual que este tiene dos partituras, una para la mano derecha y otra para la izquierda, al intérprete le pasa lo mismo. Es decir, no deja de ser uno mismo, pero habita otro personaje en paralelo”, enfatiza.

Asimismo, destaca que improvisar y jugar desde ese lugar con palabras y pensamientos que no son tuyos hace que te revises, es decir, que reflexiones sobre cómo pienso para adaptar ese pensamiento a uno nuevo.

Carlos Peguero añade que, desde lo corporal, la actividad escénica también ofrece ventajas porque “cada uno, con sus limitaciones, al moverse de otra manera, flexibiliza y se activa”.

Por último, hace mención al punto de vista filosófico o espiritual, ya que, a su juicio, “las mismas preguntas que estamos haciéndole al público antes nos las hacemos nosotros”.

El facilitador del Taller de Artes escénicas e interpretación de UNATE en Piélagos resume que el mecanismo para ese proceso es el juego que, según dice, es “la mejor manera para aprender, integrar y reflexionar”.

 

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