Su paso fue rápido por la política, pero Xavier Domènech, ante todo, es historiador y activista. Recuerda que el hecho de encabezar una lista en Cataluña fue casi «en contra de mi voluntad» y no echa de menos esa etapa de su vida, aunque reconoce, en una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, que su paso por las instituciones, la política parlamentaria, sí le gustó.

Hace doblete en La Vorágine. La conversación del jueves irá más por la dirección de los movimientos sociales y el activismo político, mientras que el viernes se hablará sobre su trabajo de investigación respecto a hechos, que cuesta trabajo documentar, que tuvieron lugar durante la dictadura. Este ha sido el resultado de la charla, donde ha habido tiempo de hablar de estos eventos, la situación de la izquierda política en España y también el clima que se vive en Cataluña.

El libro sintetiza casi 30 años de investigaciones. Según explica su autor, España vivió una de las peores dictaduras del siglo XX, una de las más represivas en tiempos de paz. «Una dictadura que nace matando y muere matando». Añade que es sorprendente ,en tiempos de paz, la conflictividad laboral que se da durante esa época en que la clase obrera protagonizará una conflictividad continuada.

Domenech recuerda que, si bien en 1976 ha muerto Franco, no lo ha hecho el franquismo y  sigue muriendo gente en represión política. A pesar de estar  prohibida la huelga y las manifestaciones con condenas de prisión, tortura y muerte,  «no hay otro país de Europa donde haya tantos conflictos laborales». El libro, según su autor,  trata de explicar esa conflictividad para lo cual adopta una doble perspectiva: la  historia desde abajo, incorporando el significado de las reacciones de las clases populares para la transformación y también la perspectiva de la lucha de clases. «No es solo ver una perspectiva de movimientos sociales como grandes protagonistas del cambio, sino ver que había otros protagonistas incorporando la lucha de clases».

Para escribir este libro, Xavier Domènech reconoce que hay problemas graves en el acceso a la documentación y que se ha hecho un gran trabajo archivístico. «el acceso a las fuentes de la represión es complicado». Confiesa que «por motivos accidentales» pudo acceder a archivos policiales de los años 90, lo que le permitió obtener cantidad de información útil para su estudio.

A pesar de que nunca se había planteado ser diputado, admite que le gustó la política parlamentaria. «La parte de pensar lo mágico de la política es la posibilidad de cambio y esa magia me sigue pareciendo absolutamente central». Añade, eso sí, que no echa de menos esa etapa de su vida.

«Me sorprende la certeza que tiene demasiada gente de izquierda de que es inevitable un gobierno PP VOX, porque yo no lo veo así», ha afirmado en su entrevista para El Faradio de la Mañana. «es una sensación de fatalidad absoluta» ante algo que no cree que tenga que ser así.

Sobre la as relaciones entre los distintos sujetos de la izquierda «que tendrían que configurar un espacio común», reconoce no está en su mejor momento. «A lo mejor si todo el mundo se concentra en dibujar el país del futuro, resulta que las diferencias entre estos sujetos son mínimas», por lo que cree que sí podría construirse ese espacio común. «Lo que a la gente le parece alucinante es que haya varias candidaturas con proyectos similares». ha añadido.