Las trabajadoras de Digitex, el centro de contact center en Maliaño perteneciente al grupo Konecta y Comdata (un gigante europeo del sector) han recordado a la empresa, que quiere cerrar el centro y trasladar su actividad y plantilla a Jaén o Barcelona, el esfuerzo que hicieron en plena pandemia y confinamiento cuando se quiso mantener el servicio activo.

Los planes de traslado son para la plantilla un ERE encubierto que implica la pérdida de más de 150 empleos, mayoritariamente mujeres que venían de unas condiciones muy precarias pese al constante crecimiento de la empresa, construida a golpe de fusiones y en manos de fondos financieros.

Para evitarlo, llevan dos jornadas de reuniones sin avances y este viernes celebraban una jornada de huelga que ha secundado el 100% de la plantilla de lo que en su día fue Unitono, además de protagonizar una multudinaria concentración en el centro de Santander a la que han asistido, además de las compañeras, representantes de varios sindicatos y políticos de PSOE, PRC, Podemos, IU, Cantabristas o el PP, o la delegada de Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones.

Un esfuerzo que de hecho empezó antes de la pandemia, cuando en 2019 asumieron la campaña de un nuevo cliente,  Iberdrola, cuya atención tuvo tanto éxito que la empresa logró expandir el proyecto a Viladecans, posteriormente a Granada, Lima y Colombia. “Seguíamos siendo referentes en el servicio. Los mejores vendedores y más rentables”, reivindicaba.

Y ya en el confinamiento, han recordado que llegaron a asumir el teletrabajo con sus propios recursos, ya que la empresa no se los facilitó. Pero aún así consiguieron ventas, ingresos por comisiones que les servían para complementar sus bajos sueldos y aumentar los beneficios de la empresa (que de hecho no cierra el centro de Maliaño por pérdidas sino por un criterio de concentración de sedes).

“Y se unieron a nosotros las plataformas de Málaga y Jaén, a la que ahora nos quieren trasladar. Fuimos sus mentores y sus guías. Nosotros les enseñamos y orientamos. Dimos consejos, llevábamos los datos del servicio y continuábamos líderes indiscutibles”, continuaban.

Tras reseñar algunas características de su trabajo (atención telefónica marcada por los constantes rechazos de clientes), han explicado que cada vez se les reducían más los incentivos por ventas, las comisiones que permiten mejorar los sueldos.

Hasta que en septiembre de 2022 se produjo un único mes con un “pequeño bajón”, común en el sector de las ventas, que se aprovechó para tratar de perjudicar a la plantilla, pese a que “cuando los demás no daban la facturación necesaria, era de Cantabria de donde tiraban”.

En octubre les quitaron el servicio , que se trasladó a Andalucía, “de donde es el jefe del servicio”, mientras que en Maliaño quedó un servicio “completamente temporal y estacional”, el de la venta de gas en mercado regulado a sabiendas que en febrero caería el flujo de llamadas de los clientes.

Según inciden, la empresa tiene servicios muy rentables dentro de Naturgy que pueden generar beneficios para todos. P”ero esos no pueden ser para Cantabria, no vaya a ser que vuelva a despuntar comercialmente y no puedan aducir nada para despedirnos”, apuntan, añadiendo además que se ha convertido al centro de Maliaño en la única plataforma que no puede contratar y ampliar puestos: “un centro al que no se le permite crecer es un centro sentenciado”.

Ahora se enfrentan al anuncio de traslado que en la práctica es un ERE, pero sin lo aparejado al ERE, y que afrontan con un sueldo muy mermado tras la retirada de los incentivos o comisiones, con las consecuencias que esto tiene de cara al paro.

Es un procedimiento que a Konecta le ha salido “estupendamente” las dos veces anteriores que lo han llevado a cabo.

“Nadie ha conseguido pararles los pies. Nadie puede contra el gigante que abusa siempre frente a unos trabajadores que se sienten completamente desprotegidos y desamparados, que luchan, pero nadie les escucha. Alzamos nuestra voz ante la injusticia. Y seguiremos gritando a quién nos quiera escuchar que este abuso no puede salir adelante”, denuncian.