El Puerto de Santander cargó más de 1.500 toneladas de explosivos que acabaron siendo usados en la Guerra de Yemen en las sucesivas estancias de los barcos de la muerte de la compañía estatal saudí Bahri que se ciñeron a dos años, 2018 y 2019, hasta que el rechazo social y político hizo que la naviera optara por otros destinos.

Así lo recoge el informe ‘Los puertos de la muerte, cómplices de las exportaciones de armas españolas para la guerra . El caso de la venta de armas españolas al ejército saudí y su probable uso en la guerra de Yemen’, elaborado por el Centro Delàs en un exhaustivo trabajo en el que han participado activistas contra estos tráficos y que recupera todo tipo de fuentes, institucionales, mediáticas, de investigación y artículos de medios, entre ellos EL FARADIO, que hizo un extenso seguimiento de las idas y venidas de Bahri a Santander.

En total, desde 2016 los puertos españoles de Bilbao, Santander, Motril, Sagunto y Cádiz han cargado alrededor de 35.0000 toneladas en armamento, que pueden suponer más de un millón de municiones y explosivos fabricados en España con destino al ejército de Arabia Saudí, inmerso en la guerra de Yemen desde 2015.

Estas cargas han sido realizadas en los buques Bahri Tabuk, Bahri Jeddah, Bahri Jazan, Bahri Hofuf, Bahri Yanbu y Bahri Abha, nombres con los que muchos cántabros acabaron familiarizándose.

Sólo en una década, España ha transferido a Arabia Saudí más de dos mil millones de euros en armamento, 489 millones en municiones y explosivos de 2016 hasta el 30 de junio de 2022.

Unos tráficos que, más allá de la ética, pueden ser contrario al Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA), que prohíbe expresamente el desvío de armas a lugares en conflicto armado.

El informe se puede consultar aquí

EL PASO POR SANTANDER

La carga de armas rumo a la Guerra de Yemen dio paso al tráfico ligado a la Guerra de Ucrania:  el 21 de abril de 2023, en el transcurso de la guerra de Ucrania, el buque holandés “Bore Wave” zarpa del puerto de Santander con 6 tanques Leopard y 20 vehículos TOA’s más (Transporte Oruga Acorazado), que el gobierno español entrega al gobierno ucraniano dentro de la escalada armamentística que con esta guerra se propició.

BOMBAS LÁSER COMO LAS QUE SALIERON DE SANTANDER Y MATARON A 40 NIÑOS EN YEMEN

400 bombas del mismo tipo que unas de las que salieron desde el Puerto, las denominadas bombas inteligentes, se  usaron en el ataque a un autobús escolar en Saada (Yemen), con 51 muertes, 40 de ellas de niños.  En septiembre de 2018, un mes después de ese ataque, se enmarcaron en el Puerto de Santander

Además de lo reseñado, desde los puertos españoles se ha enviado material militar como una tonelada de misiles, denominados en los expedientes portuarios como “cohetes con carga explosiva” en la Relación de Expedientes de MM.PP  (mercancías peligrosas) del puerto de Bilbao y detectados por el equipo de estudiantes de Periodismo de Investigación y reflejado en su trabajo Armas bajo secreto.

El Bahri Hofuf a su llegada a la Bahía de Santander a primeros de septiembre (Foto: Carlos Atienza)

LA MOVILIZACIÓN SOCIAL, CLAVE PARA ECHAR A BAHRI 

El informe recuerda como todo empezó con un acto de objeción de conciencia de Ina Robles, bombero bilbaíno que se negó a auxiliar uno de estos barcos, poniendo el foco y haciendo que el rechazo prendiera.

Las protestas de Bilbao sacaron a Bahri de este puerto, que fue itinerando por Santander, Motril o Sagunto, el único puerto en el que sigue operando hoy día de momento.

La sociedad civil se ha movilizado, boicoteando, no colaborando y evitando participar en cualquiera de las fases necesarias para fabricar y vender armamento, a través de la objeción laboral y el rechazo de que con su trabajo se fabriquen y transporten armas, demostrando que las armas inicialmente destinadas a la guerra pueden ser bloqueadas en su tránsito.

En Cantabria, el informe cita el trabajo de Pasaje Seguro en la denuncia, documentación y reivindicación, con sus contactos con las instituciones, llevando el asunto a los tribunales y logrando un pronunciamiento del Parlamento de Cantabria.

NI ECONOMÍA PRODUCTIVA NI TRÁFICOS SEGUROS

El Centro advierte de que “, “pese a sus consecuencias devastadoras para la sociedad, sobre todo por las muertes y el sufrimiento que provocan, se sigue normalizando y legitimando un inmenso mercado que no forma parte de la economía productiva (de bienes de consumo) y cuyos beneficios se reparten unas pocas manos”, con los puertos contribuyendo a la “perpetuación” de los conflictos armados.

La presencia de Bahri en España es relativamente reciente, desde 2016 y en Bilbao, si bien la propia naviera ha ido eliminando de su web todo tipo de información (además de sus logos en los barcos), de forma que ahora no refleja ni siquiera su agente consignatario ni los puertos en los que ha operado.

La compañía llegó a ocultar su geolocalización, “poniendo en peligro” el tránsito en el mar y alrededores de los puertos  de Santander, Bilbao, Sagunto, Motril y Cádiz.

Los riesgos se extendían a trabajadores y población local por la evidente peligrosidad de este tipo de cargas si se produjera un accidente en lo que no dejan de ser convertir un puerto civil en uno militar.

Los argumentos a favor de estos tráficos aludían a la actividad económica que generaban en el Puerto, sin que sus resultados se resintieran de su marcha, como sucedió en Bilbao y luego aquí , toda vez que no dejaba de ser sólo uno de las decenas de empresas con las que se operaba y no parecía que generara una gran dependencia económica.

MÁS ALLÁ DE LOS FABRICANTES : LA IMPORTANCIA DEL TRANSPORTE

El informe advierte en sus recomendaciones del papel “fundamental” que en el negocio de la guerra tiene el transporte, y advierte de la “connivencia” de las grandes navieras, de los gobiernos que importan y exportan y de otros implicados en la cadena del transporte, desde autoridades portuarias a gobiernos locales, sindicatos de estibadores, jueces, cuerpos de seguridad y bomberos.

“Reducir la cantidad de armamento disponible debería disminuir las posibilidades de que los conflictos armados estallen, escalen en intensidad y se perpetúen”, observa el Centro Delàs, que plantea, en consecuencia, que “s lográsemos interrumpir o dificultar el abastecimiento de armas y municiones estaríamos, por tanto, contribuyendo a promover la paz y a prevenir graves violaciones de los derechos humanos en todo el mundo”

Por eso apelan a “destapar” los engranajes del comercio de armas y sacar a ala luz cómo opera el negocio de la guerra, la “complicidad necesaria de instituciones y representantes públicos, y el “rol fundamental” de infraestructuras básicas como los puertos,.

Es decir, cuando los activistas corean lemas como “La guerra empieza aquí”, tratan de hacer evidente, precisamente, que la distancia geográfica respecto a la mayoría de los conflictos armados que se libran hoy en el mundo, no existe en realidad. Y que esas guerras no podrían “de ningún modo” mantenerse sin el “constante abastecimiento” de armas por parte de los países del Norte Global, incluido el Estado español.

“La guerra comienza, sabemos, en nuestras fábricas y polígonos industriales, pasa por nuestras carreteras y vías de tren, atraca en nuestros puertos y transita por nuestras aguas. Y es aquí, por tanto, donde podemos y debemos pararla”, aseveran.