Cruz Roja comienza la conmemoración de sus 150 años en Cantabria
Este 2023 se cumplen 150 años de la implantación en Cantabria de Cruz Roja, testigo, por lo tanto, de siglo y medio de historia de la comunidad en la que han participado de primera mano en la ayuda y apoyo a todo tipo de circunstancias, desde la asistencia en el incendio de Santander o a la explosión del buque Cabo Machichaco, por ejemplo.
El primero de los actos de conmemoración será este jueves a las 19.00 horas en el Ateneo de Santander, que acogerá la presentación del libro ‘Un faro en medio de la tempestad: 150 años de la Cruz Roja Montañesa’, escrito por Alesander Ruiz Puente.
En él, este miembro de Cruz Roja repasa la historia de la organización desde sus comienzos en 1873.
En la presentación estarán también Ramón Maruri Villanueva, académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y catedrático de la Universidad de Cantabria; y Javier Fernández Dosantos, presidente de Cruz Roja en Cantabria.
En el año 1873 se constituyó la Comisión Provincial de Cruz Roja Santander a iniciativa del delegado especial y primer presidente de la Cruz Roja montañesa, Aurelio de la Revilla. También era el cónsul de Italia y vicecónsul de Portugal en la Ciudad de Santander, y se encargó de los preparativos de los Hospitales de Sangre tras el estallido de la III Guerra Carlista.
A inicios del año siguiente se pusieron en marcha los dos primeros hospitales de sangre de la Cruz Roja Montañesa en la ciudad de Santander. Posteriormente, en febrero se trasladan los hospitales al Asilo de San José creado en 1853 y bajo el auspicio de las monjas de San Vicente de Paul.
En 1896, se creó el primer ‘Sanatorio de Santander’ mediante una comisión mixta de Cruz Roja y la asociación ‘Amigos de los Pobres’. Se encontraba en la calle de las Calzadas Altas y fue el primero de Cruz Roja en toda la geografía nacional. Se encargó de la recepción y cuidados de los militares heridos de la guerra en Cuba.
UNICEF VACUNÓ EN 2022 A CASI LA MITAD DE LOS NIÑOS DEL MUNDO
Por otro lado, UNICEF, entidad de referencia en la asistencia a la infancia, presentaba ayer su Memoria 2022, que refleja datos como que vacunó en 2022 a casi la mitad de los niños y niñas del mundo y trató contra la desnutrición aguda a más de 180 millones.
La memoria advierte de que la confluencia del conflicto armado en Ucrania, y la subsiguiente crisis económica mundial por el aumento del precio de los combustibles y los alimentos, las consecuencias del cambio climático y los efectos aún perceptibles de la pandemia de COVID-19, hicieron de 2022 uno de los años más difíciles para la infancia desde la Segunda Guerra Mundial.
Así, se ayudó a cerca de 38 millones de niños y niñas sin escolarizar a acceder a la educación y entregamos material escolar a más de 28 millones, se distribuyó suministros de emergencia —como agua potable y tiendas de refugio— y prestamos atención sanitaria y apoyo psicológico a millones de niños y niñas en 140 países como Pakistán, Ucrania y el Cuerno de África, por un valor superior a los 800 millones de euros.
También se protegió a 4,7 millones de niños y niñas víctimas de violencia, con servicios de protección frente a los abusos y la explotación, en 109 países y proporcionó agua potable, servicios básicos de saneamiento e higiene a casi 120 millones de personas.