El gigante del reparto AMAZON presume de rapidez en la entrega de sus envíos, pero lo que también está reduciendo tiempos es la permanencia de las contratas con las que trabaja.

Porque, y ese es el primer matiz, no todos los repartidores que llegan a nuestras cosas con pedidos son empleados directos de AMAZON,, sino que va recurriendo a otras empresas a modo de contratas (y, además, esa contrata puede recurrir a su vez a ETT para incorporar a los repartidores).

La actual, TIPSA, se incorporó al servicio en septiembre, y esta misma semana se ha conocido que el próximo 31, según ha podido saber EL FARADIO, finalizará ese contrato, lo que supone el despido de sus alrededor de 60 trabajadores.

TIPSA sucedió a AT OPERALIA. La plantilla de esa primera empresa inició protestas laborales en varios frentes: una huelga con la que lograron mejoras en sus condiciones, marcadas por una fuerte precariedad, no sólo por la parte salarial, sino por la presión por la rapidez y los plazos o  la carga de trabajo en un tarea, la del reparto, que además implica mucha carretera y períodos como el reciente navideño de mucha intensidad.

Dentro de esa acción sindical, también se recurrió a los tribunales y, a la inversa, desde la empresa se reaccionó con despidos a los candidatos del sindicato USO, que canalizaba las protestas y que advertía de que la nueva empresa a la que encomendaba AMAZON sus servicios no tenía representación sindical y no se asumió a ningún trabajador de la plantilla anterior.