Mujeres de mediana edad, sin pareja y con hijos, el principal perfil de usuario con derecho al Ingreso Mínimo Vital que no lo solicitan

El 85% de los usuarios con derecho no lo hacen, según recoge la investigación de EAPN Cantabria
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Organizado por EAPN Cantabria (la Red Cántabra contra la Pobreza, que agrupa a decenas de organizaciones que trabajan directamente con personas y colectivos vulnerables), ayer se ha desarrollado en el Palacio de la Magdalena de Santander el seminario «Acceso Vital en Cantabria: Información y apoyo para el acceso al Ingreso Mínimo Vital» que tuvo como objetivo principal acercar el proyecto Acceso Vital de EAPN España en la comunidad cántabra.

Este proyecto busca proporcionar cobertura a las personas en situación de Non Take Up (NTU), término que se refiere a aquellos individuos que tienen derecho al Ingreso Mínimo Vital, una prestación económica para personas solas y sin acceso a otro tipo de ayudas o recursos, pero no lo están recibiendo.

Durante el seminario, se destacó la importancia de revertir el proceso de Non take-Up (NTU) de las personas elegibles para el Ingreso Mínimo Vital (IMV) mediante una estrategia de acompañamiento intensivo que motive a estas personas a solicitar y obtener la prestación.

La jornada comenzó con la participación del presidente de EAPN España, Carlos Susías; el presidente de EAPN Cantabria, Daniel Pesquera; y la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad del Gobierno de Cantabria, Begoña Gómez del Río.

BRECHA DE GÉNERO Y DIGITAL

Helder Ferreira, coordinador del proyecto ACCESO VITAL para EAPN España, presentó los resultados de la investigación realizada en todo el país por EAPN, resaltando el papel fundamental del tercer sector como un canal efectivo para llegar a los posibles perceptores NTU.

A nivel nacional, se han atendido 2.023 casos NTU, de los cuales 1,204 han finalizado con la tramitación de la solicitud (60%). Los casos restantes se dividieron en personas no elegibles para IMV (16%), personas sin perfil NTU (13,5%), abandono en el proceso (6,5%) y cierre por orientación (4%).

Se identificó el perfil de persona NTU como una mujer mayor de 50 años, proveniente de familias monoparentales y que vive en alquiler.

Sorprendentemente, el 85% de estas personas no conocía la medida del Ingreso Mínimo Vital.

En contraste, el perfil del solicitante de IMV correspondería a personas más jóvenes, de entre 23 y 40 años, con menores a cargo. El 58,3% de estos solicitantes estaba bien informado sobre el funcionamiento de la prestación.

En este sentido, se apunta a la brecha digital como unos de los factores del peso al tratar con candidatos NTU.

EL PERFIL EN CANTABRIA

Amparo Coterillo, técnica de proyecto en EAPN Cantabria, presentó los datos del trabajo de campo realizado en los cuatro nodos de Cantabria: Maliaño, Santander, Torrelavega y Santoña.

En Cantabria, se realizaron 62 valoraciones y 45 itinerarios de tramitación IMV, beneficiando a 106 personas. El perfil más común en Cantabria es el de una mujer española de entre 25 y 49 años, soltera y con hijos a cargo, con educación secundaria y en situación de desempleo.

BÚSQUEDA DE PROPUESTAS Y ESTRATEGIAS

Durante la jornada, se organizaron dos grupos de trabajo: «Estrategias y prioridades para mejorar el acceso al IMV» y «Apoyos individualizados para la inclusión activa».

En estos grupos, participaron entidades del tercer sector, grupos de trabajo de EAPN Cantabria y representantes de las administraciones públicas, quienes debatieron sobre la identificación de barreras y propusieron soluciones para mejorar el acceso al IMV y fortalecer los sistemas de acompañamiento y apoyo.

Además, en una mesa redonda se reflexionó sobre las propuestas de mejora al acceso al IMV y a los procesos de acompañamiento a la inclusión activa, que conto con las intervenciones de Belén González, jefa de igualdad de oportunidades del servicio Cántabro de Empleo, Eva Suárez Méndez, directora provincial del INSS en Cantabria, Elena de Santis, subdirectora de Subsidios del INSS en Cantabria, Vanesa Pérez Olmo, subdirectora de Protección Social, Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) y Juan Ramón Soriano, técnico del Programa de Urgencia: Gestión de la Economía de la Familiar, Movimiento por la Paz (MPDL).

En la mesa se puso de manifiesto la evolución de la prestación en estos últimos tres años, la importancia de dar información veraz frente a la desinformación en redes sociales, la necesidad de seguir avanzando en la colaboración y coordinación entre administraciones y el desarrollo de formación técnica en relación a la tramitación del IMV.

Por su parte, la consejera de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Begoña Gómez del Río, ha abogado por analizar nuevos modelos de gestión de la lucha contra la pobreza y la exclusión social y ha defendido el refuerzo de los mecanismos de colaboración entre el Estado y las comunidades autónomas que repercutan en la mejora de las condiciones sobre la población vulnerable y la búsqueda de nuevas medidas de coordinación entre las administraciones y las entidades del tercer sector.

Y ha reafirmado el compromiso de su departamento de buscar nuevas vías de colaboración con las entidades del tercer sector y con el Estado que redunden en una mejora de la calidad de vida de las personas más vulnerables.

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