LA ENERGÍA DEL CAMBIO

«Entramos en el territorio del lobo, matamos su comida y encima los matamos a ellos sin ningún tipo de criterio ni de control científico»

Victoria Cedrún, de la Federación DEAN, habla de las cifras de lobos que el Gobierno de Cantabria está matando y pretende matar, y recuerda la maniestación de este sábado en la Plaza del Ayuntamiento para defender la necesaria coexistencia. Charlamos con ella en 'La energía del cambio', sección en colaboración con Solabria, la cooperativa comercializadora de energías renovables en Cantabria
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Los planes del Gobierno de Cantabria para reducir la cantidad de lobos que hay en la Comunidad siguen avanzando. Los datos del propio Ejecutivo hablan de matar a 41 lobos sobre una población total de 200. Es decir, el 20% de la especie de una tacada. Estos planes, que de momento no han recibido ningún revés judicial, se han establecido después de que, tras la aprobación de una enmienda en el Congreso de los Diputados a la Ley de Desperdicio Alimentario, el lobo haya salido del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).

Este sábado, diversas asociaciones han convocado una manifestación en la Plaza del Ayuntamiento de Santander, a las 12:00 del mediodía. Son Ecologistas en Acción Cantabria, Fondo para la Protección del Lobo Ibérico y Federación DEAN, a la que pertenece Victoria Cedrún. cuenta, en una entrevista concedida a EL FARADIO, que se han unido unas cuantas entidades más, y no sólo de Cantabria. Se prevé también una movilización a nivel estatal el próximo mes de junio.

Cedrún desgrana las cifras tal como están ahora. El Gobierno establece en 41 lobos el objetivo. Hasta ahora han matado a nueve, siete machos y dos hembras, y «está activa la posibilidad de dar caza, porque no se puede llamar de otra manera, a otros 21». Con eso ya empezarían a estar cerca del final de estas batidas. Sin embargo, Federación DEAN denuncia que la cifra de 200 lobos en total en Cantabria «no es real», porque se considera que cada manada de lobos tiene nueve ejemplares, pero «los estudios científicos lo que demuestran es que cada manada tiene entre 3,8 y 5,1 ejemplares, con lo cual estaríamos hablando de menos de 100 lobos en Cantabria», revela esta activista. En realidad podrían matar no al 20% del total de la población, sino un 40%, aproximadamente.

Cedrún se queja también de la escasa transparencia que hay en todo este asunto. Y añade que ARCA y Ecologistas en Acción se han levantado de la Mesa del Lobo «porque no están conformes con cómo se están haciendo las cosas. Yo creo que cuando se crea una mesa de ese tipo es para llegar a un diálogo y a un consenso, no para actuar de forma autoritaria y decir la conclusión a la que hemos llegado es que hay 200 lobos y vamos a matar a 41. Eso no es acercar posturas, eso es imponer la tuya».

Ya se han presentado algunos recursos y otros están en marcha en las Comunidades donde la reglamentación ha cambiado y se ha rebajado la protección de la especie, y se están preparando otros, de modo que este tema es posible que tenga más recorrido, o a eso aspiran las diferentes asociaciones que intentan frenar las cacerías.

En opinión de Federación DEAN, la problemática hay que intentar plantearla de otra forma. La caza del lobo no ha servido para resolver los problemas de la ganadería. «Creo que hay que obligar también al ganadero a establecer medidas preventivas antes de pagarle los daños. Yo creo que es la única vía para que sea posible una coexistencia y basarse en políticas de prevención y no de violencia», dice. Ver cómo se puede prevenir mejor y que, a la hora de indemnizar a ganaderos que sufren los ataques, se haga de una manera más ágil, a la hora de peritar y a la hora de pagar. Señala Cedrún que «tenemos versiones de ganaderos que apuestan por la coexistencia y que no sufren daños», porque acostumbran a no dejar expuestos a sus animales, especialmente a los más débiles, como puedan ser los recién nacidos.

Los defensores del lobo, en general, tratan de huir de las versiones más simplistas, que reducen a muy pocos motivos los problemas del mundo rural. A veces sólo se esgrime el lobo como causa. «Los problemas del mundo rural son déficit de tecnología, de puestos de trabajo, una política agraria que funciona como funciona…», estima Cedrún.

Además, recuerda que «el lobo es una pieza clave en nuestros ecosistemas». Ahora llega a territorios no tan habituales, y cree que es culpa del ser humano. «Primero, porque hemos invadido su hábitat. Segundo, porque nos dedicamos a cazar a sus presas, con lo cual cada vez son más escasas. Entramos en su territorio, matamos su comida y encima los matamos a ellos sin ningún tipo de criterio ni de control científico y lo que hacemos es desestructurar las manadas». Y eso les empuja a buscar presas más fáciles, sobre todo si se quedan sin el macho dominante de la manada. Y las fáciles son el ganado que no esté muy bien protegido.

La conclusión de Cedrún es que hay que «cambiar el chip,», porque «se puede convivir, exactamente igual que han hecho nuestros antepasados, que nunca han tenido este problema con los lobos, pero quizá porque simplemente cazaban y recolectaban para alimentarse, no ya por deporte».

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