
La VI Ruta Solidaria Castreña denuncia 50 años de abandono al pueblo saharaui y exige justicia para la infancia refugiada
La VI edición de la Ruta Solidaria Castreña por la Infancia Saharaui congregó a más de 400 personas en Castro-Urdiales, en una jornada de caminata, denuncia y memoria que combinó el apoyo al programa ‘Vacaciones en Paz’ con una exigencia clara: justicia y libertad para el pueblo saharaui, tras 50 años de ocupación y silencio institucional.
Organizada por la asociación Cantabria por el Sáhara, miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, la cita tuvo como eje central la lectura de un comunicado reivindicativo en el que se denunciaron las condiciones de vida de los refugiados en los campamentos de Tinduf (Argelia), el silencio histórico sobre la descolonización inacabada del Sáhara Occidental y el papel del Gobierno español en el mantenimiento del statu quo.
«Una historia de la que España se avergüenza»
En el texto, la organización recordó que este año 49 menores saharauis serán acogidos en Cantabria, 35 por familias y 14 menores con discapacidad en el centro CIFP La Granja (Heras). Todos ellos son descendientes de saharauis que poseían Documento Nacional de Identidad español, expulsados de su tierra tras la ocupación militar marroquí en 1975.
“El Sáhara Occidental fue la provincia 53 de España”, recordó el comunicado, señalando la Marcha Verde como el inicio de una ofensiva que incluyó el uso de fósforo blanco y napalm, denunciado por organizaciones como Human Rights Watch, en un ataque que costó la vida a miles de civiles.
Una infancia entre minas y hambre
La ocupación se consolidó con la construcción del llamado «muro de la vergüenza», una barrera de más de 2.700 kilómetros fortificada con millones de minas antipersona, que ha separado a familias durante generaciones. Muchas de esas minas siguen activas, causando mutilaciones y muertes, incluso entre menores. La ONG Landmine Monitor ha denunciado que Marruecos es uno de los países con más minas antipersona sin desactivar.
En paralelo, cerca de 174.000 personas malviven desde hace cinco décadas en los campamentos de refugiados de Tinduf, en condiciones que la organización califica de inhumanas: temperaturas extremas, ausencia de agua potable, escasez de alimentos y una sanidad desabastecida. Según ACNUR, más del 40 % de esa población son menores de edad.
“Los niños y niñas sufren raquitismo por malnutrición; los hospitales no tienen material ni medicamentos. Todo depende de una ayuda humanitaria que no deja de menguar”, alertó la asociación.
Tortura, violencia sexual y represión en el Sáhara ocupado
Cantabria por el Sáhara también denunció la situación en los territorios del Sáhara Occidental bajo control marroquí, donde según organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, se documentan casos sistemáticos de tortura, detenciones arbitrarias, violencia sexual y represión a activistas.
“El Gobierno español conoce esta situación. Naciones Unidas ha enviado observadores, pero Marruecos les impide siquiera bajar del avión”, lamentaron desde la organización. A pesar de estos hechos, denunciaron, el Gobierno de España apoya la propuesta de autonomía de Marruecos, que excluye un referéndum de autodeterminación, vulnerando resoluciones de la ONU.
“La riqueza del Sáhara Occidental —fosfatos, pesca, petróleo— se explota a espaldas de sus habitantes. El Gobierno español guarda silencio. ¿Hasta cuándo nuestros gobernantes seguirán cediendo ante el chantaje de Marruecos?”, se preguntaron en el comunicado.
De Castro a Palestina: la denuncia se extiende
El acto también incluyó una declaración de apoyo al pueblo palestino, con una fuerte crítica a la ofensiva militar israelí sobre Gaza. Según datos de la ONU, más de 50.000 personas han muerto en el último año, incluyendo miles de menores. “Israel bombardea hospitales, escuelas y viviendas, y bloquea la entrada de ayuda humanitaria. Cerca de 14.000 bebés podrían morir de hambre”, denunciaron.
“Este genocidio tiene un único culpable: Israel. Pero el mundo entero es cómplice por permitirlo”, añadieron, enlazando la causa saharaui con otras luchas por los derechos humanos.
Apoyo a la marcha internacional por Asfari
La organización cántabra también trasladó su apoyo a la marcha internacional que partió el 30 de marzo desde Francia rumbo a la prisión de Kenitra (Marruecos), donde permanece encarcelado desde 2010 el activista saharaui Naama Asfari. Su condena, basada en confesiones obtenidas bajo tortura, ha sido condenada por el Comité contra la Tortura de la ONU.
La marcha, impulsada por la asociación Amigos de la RASD y por Claude Mangin, esposa de Asfari, recorrerá más de 3.000 kilómetros, y culminará a finales de mayo con una movilización en Algeciras, antes de intentar cruzar hacia Marruecos.
“Asfari no está solo: hay 32 activistas saharauis encarcelados hoy en Marruecos por defender pacíficamente los derechos de su pueblo”, concluyó la organización, que lamentó el silencio de los medios de comunicación en torno a esta iniciativa.
Educación pública y redes de apoyo
En el tramo final del comunicado, Cantabria por el Sáhara agradeció la colaboración de colectivos locales, con mención especial al Colegio El Pedregal, en lucha por evitar su cierre. La comunidad educativa ha compartido espacios con la asociación para visibilizar sus respectivas causas. “La educación pública no se vende, se defiende”, recordaron.
También se destacó el papel del Club Alpino Sámano, encargado de señalizar la ruta, y el respaldo de entidades como Jesús Arco Fisioterapia, Francis 2 Proyectos Artísticos, Protección Civil, DYA y las juntas vecinales de Santullán y Sámano, que proporcionaron los puntos de avituallamiento.
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