La Federación de Asociaciones de Madres y Padres del Alumnado de Cantabria (FAMPA) ha alertado de que la participación de las familias en los Consejos Escolares de los centros educativos de la región se encuentra en una «situación crítica». Así lo recoge un informe basado en un cuestionario difundido entre las AMPA, que revela una amplia desconexión entre estos órganos y la comunidad educativa.

En la encuesta, a la que respondieron 96 asociaciones de diferentes niveles educativos, el 100% confirmó que su centro cuenta con un Consejo Escolar. Sin embargo, solo el 46,3% afirma que se informa a las familias sobre las funciones de este órgano, y el 64,9% señala que no se ofrece información cuando se incorporan nuevos miembros.

El documento recoge que el 94,8% de las AMPA tienen un puesto en el Consejo Escolar, pero casi el 81% denuncia que no puede elegir libremente a su representante, y más del 80% de los centros de Infantil y Primaria no cuenta con representantes del alumnado en este órgano.

En cuanto a la organización de las reuniones, el 74,7% indica que las convocatorias ordinarias se notifican con menos de una semana de antelación, y el 73,4% afirma que las extraordinarias se comunican con menos de dos días. Solo el 13,7% asegura que se consulta a los integrantes antes de fijar la fecha y hora, y apenas un 22,1% señala que pueden incluir temas en el orden del día.

Aunque el 92,6% confirma que se envía el orden del día junto con la convocatoria, el 46,8% dice que la documentación se entrega justo antes o durante la celebración del Consejo. En relación a la transparencia, el 92,1% reconoce que no se difunde información sobre los temas a tratar a las familias del centro.

El informe pone el foco también en las comisiones internas. Solo el 21,5% de los centros ha constituido la Comisión de Comedor Escolar, y un 39,8% asegura que no existe o no tiene constancia de ella. Sobre la Comisión de Convivencia, el 24,4% afirma que se elige desde el Consejo Escolar, pero un 40% desconoce si existe.

En los comentarios cualitativos recogidos, varias AMPA expresan que el Consejo Escolar es percibido como un «trámite informativo» sin capacidad real de decisión ni debate, y que las familias están «infrarrepresentadas» o «no informadas». Algunas apuntan también a la necesidad de formación específica y de estatutos claros sobre su funcionamiento.

Respecto a los espacios para la AMPA en los centros, el 36,8% cuenta solo con un armario para materiales, y un 32,6% comparte un espacio con otros usos del centro. Apenas el 14,7% dispone de un espacio propio.

En cuanto a los canales de comunicación con las familias, el 71,3% utiliza los propios del centro, mientras que el 28,7% depende de redes sociales, WhatsApp o email. Sin embargo, el 54,5% solo puede comunicarse previa autorización del equipo directivo.

Desde FAMPA Cantabria subrayan que «no por esperado deja de ser preocupante» el panorama que dibujan los datos, y llaman a una «revisión profunda» de la normativa, mayor implicación de la inspección educativa, y la puesta en marcha de programas de formación en participación para las familias, alumnado y representantes municipales.

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