
La comedia, el escaparate divertido que siempre nos invita a pensar
Que el arte, en general, y el teatro, en particular, no está exclusivamente para entretener sino para servir de espejo y reflejo de nuestros propios comportamientos y de nuestra forma de vivir como sociedad lo sabe muy bien el Laboratorio de artes escénicas de UNATE -La Universidad Permanente- en el municipio de Piélagos.
Por ello, una vez más, este grupo eminentemente femenino, que dirige del actor y formador Carlos Peguero, ha vuelto a echar mano de la comedia, de esas situaciones cotidianas y en cierto modo hilarantes para que el público sea capaz de pararse a pensar y reflexionar sobre qué aspectos de nuestro pasado queremos dejar atrás y cuáles conservar.
Para ello, ha transformado por unas horas el Centro municipal de Zurita en una singular Notaría en la que la que los integrantes del Laboratorio escénico de Piélagos, acompañados por compañeras de Torrelavega y Vargas, han hecho un testamento público para dejar constancia del legado recibido.
Según explica Carlos Peguero, frente a la idea común de herencia como algo material, estas mujeres y este hombre han testamentado formas de pensar, de vivir y de hacer, que se transmiten de generación en generación.
Lo han hecho, a través de una selección de pequeñas escenas individuales y grupales, cosidas a lo largo del curso 2024-2025 y que han dado como resultado esta muestra teatral, un abrigo que envuelve y que pesa sobre nuestros hombros como sociedad porque evidencia cómo el machismo, la sumisión de la mujer, la corrupción, la prostitución o la identidad sexual son cuestiones, en la mayoría de los casos no resueltas, que sobreviven al paso del tiempo.
“Me gustar evidenciar que aquello que nos pasa ahora sucedía también 100 años atrás, evidenciar que el pasado se repite”, reflexiona el actor y formador quien parafraseando a Mark Twain subraya que ‘el pasado no se repite, pero rima’ porque, según explica, se manifiesta a través de nuevas formas.
El responsable del Laboratorio Escénico que UNATE desarrolla a través del convenio de colaboración suscrito con el Ayuntamiento de Piélagos reconoce que le gusta trabajar con los integrantes del taller esos temas “que se arrastran siglo tras siglo”.
De hecho, se muestra convencido de que el arte y el teatro deben de ser una escenificación viva de los humanos. “Más allá del código que se usa -comedia, realismo, simbolismo, drama- no debemos desperdiciar un espacio como este para describir lo que somos porque esta es la única manera de provocar un cambio”, apostilla.
Carlos Peguero defiende que esencia de cualquier expresión artística está en proyectar lo que somos, de dónde venimos y a dónde queremos ir, de forma que el ser humano cuando ve el reflejo de sí mismo en una obra, independientemente del tipo que sea, tenga la posibilidad de pararse a pensar, de cuestionarse y reflexionar.
Se puede usar un marco dramático, surrealista, performático, pero también de comedia, afirma el actor y formador, quien concluye que se trata de elegir el formato más adecuado para que el mensaje pueda compartirse mejor.