Cantabria, en lo laboral vive una situación un tanto conflictiva entre trabajadores públicos y Gobierno de la Comunidad Autónoma. Sin embargo, Mariano Carmona, secretario general de UGT Cantabria, prefiere matizar lo que sucede. «El empleo público no está especialmente mal, está, especialmente mal algunas cosas concretas», dice en una entrevista concedida a EL FARADIO.

«Tenemos conflictos abiertos, pero conflictos que son de falta de voluntad, de sentarte a hablar con tranquilidad y con normalidad y respetando a la otra parte», aclara. Algo habitual, según su parecer, y que debería de resolverse siempre en una mesa de diálogo. Una de sus máximas.

Hablando del empleo en general en Cantabria, recuerda que uno de los grandes problemas de la Comunidad es que «no llegamos a alcanzar los ratios que tienen otras comunidades del porcentaje en contratación indefinida». La cifra suele estar unos 10 puntos por debajo de la media estatal. «Dependemos mucho del sector servicios, que es un buen sector. Pero al estar tan estacionalizado genera subidas y bajadas».

Por eso ve la necesidad de que se trabaje sobre el sector servicios para darle una mayor estabilidad. Por ejemplo, dando un cambio al funcionamiento del turismo y que no sea el verano un momento cumbre muy diferente al resto del año.

Pero también se refiere al sector primario, que ve «infrautilizado», comenta. «No digo que tengamos que hacer de Cantabria una Almería, no estoy diciendo eso, pero sí creo que deberíamos dejar de apostar por actividades que están obsoletas, que ya no tienen un proyecto de futuro, y apostar, pues, igual por nuevas formas de producir y por algunas cosas concretas que podrían ayudar, incluso, pues a fijar el población del territorio, al mantenimiento del territorio, al mantenimiento de las zonas rurales». Es un momento de cambio importante, donde se terminarán perdiendo determinados conocimientos vinculados a la forma de trabajar en el campo.

Carmona refleja la misión de los sindicatos para «intentar mejorar la vida de la gente, que es a lo que nos dedicamos, a través de los convenios colectivos, y sobre todo de generar un caldo de cultivo, un clima laboral, un clima de confianza que permita trabajar tranquilamente y que a la gente le permita vivir con lo que percibe de su trabajo». Un ejemplo de esto es poder haber resuelto el conflicto en el sector del metal, antes que volviera a enquistarse, como ocurrió en 2022. Señala que 2025 no ha sido un año de grandes batallas en el empleo «y es mejor que sea así».

También lleva a gala el secretario general de UGT Cantabria que están consiguiendo dignificar algunas profesiones, aunque reconoce que sigue habiendo camino por recorrer. De hecho, pone énfasis en que se deben mejorar las políticas de igualdad, y que eso tiene que formar parte incluso del sistema educativo para que determinadas situaciones no se sigan repitiendo, especialmente en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, donde las «diferencias se disparan», y si se incluye «el factor de la inmigración, todavía los datos son más terribles».