Un grupo de estudiantes del Liceo Les Iris, en Lormont, localidad del área metropolitana de Burdeos (Francia), ha producido un breve audiovisual de tres minutos sobre la figura de Jesús de Cos, guerrillero antifranquista cántabro exiliado tras la Guerra Civil, a partir de su biografía y del libro ‘Ni bandidos ni vencidos’.

La iniciativa forma parte de un proyecto educativo dirigido por Stéphanie Guirardel, profesora de español, y Fabienne Sentex, profesora de Historia, que han utilizado la historia de Jesús de Cos para acercar al alumnado francés la memoria histórica de la resistencia al franquismo y al nazismo.

El trabajo, según informa AGE (Archivo, Guerra y Exilio) se ha centrado en la experiencia del exilio español en Francia, una realidad poco conocida por parte del alumnado, y que permite conectar las luchas antifascistas de ambos países.

El audiovisual, ya disponible en YouTube, destaca las principales etapas de la vida de Jesús de Cos: su militancia inicial comunista, su actividad en la guerrilla antifranquista en los montes del norte de España, su detención, y su posterior exilio en Francia en 1947. En 1985, se asentó en Cantabria, donde vivió hasta su fallecimiento en 2012.

Además, el vídeo recuerda la historia de su padre, Donato de Cos, quien fue hecho prisionero por los nazis en el norte de Francia, durante la batalla de Dunkerque, y deportado posteriormente al campo de concentración de Gusen, donde fue asesinado.

El proyecto ha sido concebido no solo como una herramienta didáctica, sino como una forma de sensibilización frente al ascenso de los discursos de odio, y como una llamada a la reflexión sobre el valor de la memoria democrática y la resistencia al nazifascismo.

La figura de Jesús de Cos ha sido reconocida a nivel popular en Cantabria y en otros espacios del Estado como un símbolo de la resistencia antifranquista. Participó en la guerrilla del norte de España (Brigada Machado), y dedicó parte de su vida al activismo memorialista y la recuperación de la historia silenciada de la guerrilla. Su testimonio quedó recogido en su libro ‘Ni bandidos ni vencidos’, publicado en 2006.

Por otra parte, según distintas investigaciones históricas, cerca de 500.000 personas se exiliaron tras la Guerra Civil, con un gran flujo hacia Francia en 1939, donde se llegaron a registrar más de 440.000 refugiados españoles según el informe Valière del gobierno francés.

Cuando los exiliados republicanos fueron retratados como una invasión

Durante la Segunda Guerra Mundial, al menos 9.300 republicanos españoles fueron deportados a campos de concentración nazis, según los estudios de Benito Bermejo y Sandra Checa, y de ellos más de 5.000 murieron en esos campos, especialmente en Mauthausen, donde los españoles constituyeron uno de los grupos más numerosos entre los deportados no judíos.

La escalera del horror: 186 peldaños hacia la muerte en la cantera de Mauthausen

En Francia, la contribución de los exiliados españoles a la lucha contra el fascismo ha sido objeto de reconocimiento público. Es el caso de ‘La Nueve’, la compañía formada por republicanos españoles integrada en la Segunda División Blindada del general Leclerc, que fue la primera en entrar en el París liberado. En 2015, el Ayuntamiento de París les dedicó el ‘Jardín de los Combatientes de La Nueve’, frente al propio Hôtel de Ville, como homenaje a su papel en la liberación de la ciudad, en el que participó un tanque llamado Santander y que tuvo incluso un cántabro entre los liberadores, Faustino Solana, ‘El Montañés’.

El Jardín de ‘La Nueve’ en París, declarado Lugar de Memoria Democrática

En contraste, en España, el reconocimiento oficial a los luchadores antifranquistas ha sido escaso y tardío. Y si bien Jesús de Cos ha recibido homenajes populares, su propio pueblo le ha negado el reconocimiento a su padre.

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