UN PENSAMIENTO CULPABLE Almudena Campuzano   El mundo despierta. Las calles vuelven a llenarse de paseantes, sumidos en su indiferencia. Las agendas estarán, muy pronto, colapsadas de planes; de cuerdas, de pruebas, de corsés sociales. Pero a mí la soledad me ha atrapado, y me pide que me quede escondida en mi madriguera. No quiero volver a la vorágine de antes de que estallara esta nueva guerra.   Ahora respiro...