Nadia Muhanna: «Estamos hartas»

Tiempo de lectura: 7 min

||por MADA MARTÍNEZ||

En una entrevista concedida al periódico Diagonal en 2008, la activista, escritora y médico egipcia Nawal el Saadawi declara: «Me convertí en feminista antes de leer nada en el mundo occidental. El feminismo no es un invento occidental, está en todos los países».

El Saadawi rechaza así que nadie tenga la patente del movimiento feminista, y, ante todo, defiende su postura, la que ella y otras mujeres egipcias han tejido al abrigo de sus experiencias, de sus madres y abuelas, de sus lecturas, referentes, influencias. El Saadawi viene a decir que tiene, que trata de tener, voz propia.

Nadia Muhanna

Nadia Muhanna

«Las mujeres árabes necesitan desarrollar sus propios discursos», dice Nadia Muhanna en Santander, tras la conferencia impartida en la Librería Gil (el 27 de junio), dentro del ciclo ‘De mujer a mujer’.

Muhanna, periodista palestina-húngara, educada en Siria, instalada ahora en España, habla esa tarde de la mujer árabe del siglo XXI, y de la necesidad de que sus opiniones se escuchen por encima de los dogmas del patriarcado, los dogmas religiosos, pero también de los alegatos de quienes vienen a salvarla en un correoso caballo occidental. Defiende su derecho a equivocarse y a acertar.

Pide voz propia.

Muhanna escribe sobre estas cuestiones en su blog nadiamuhanna.wordpress.com/, en el que mantiene su actividad como periodista.

Analiza casos mediáticos, hechos sociales y políticos del mundo árabe, el impacto de las interpretaciones del Corán, hay una radiografía sociocultural de Siria, y dedica buena parte de sus textos a la literatura y el arte (se pueden consultar artículos pasados y publicados en revistas y magazines de Damasco).

El blog funciona como un fichero de nombres de mujeres (y hombres) árabes que, desde distintas trincheras públicas, exponen su discurso.

Su última entrada en el epígrafe ‘Women Rights’ se titula ‘¿Por qué es mi talla de sujetador o de pantalones asunto tuyo?’.

También trae este planteamiento a Santander: cuestiona el exceso de opinión, la opinión sin contexto, cuestiona que en el debate sobre la mujer árabe ¬¬—sobre su papel en la sociedad, en la educación y en el trabajo, sobre su vestimenta (el velo en el centro de tantas polémicas), su rol familiar, sobre cómo debería pelear por sus derechos individuales, sobre sus límites— la voz menos representada sea la suya. Como si el proceso estuviera tutelado y «no se nos escuchara».

«Hasta las narices, también cansadas, de que no nos traten como a un individuo con capacidad de decidir. Como si fueran débiles»

Eso piensa Muhanna, y por eso, presenta la conferencia con un «estamos hartas». «Hasta las narices, también cansadas, de que no nos traten como a un individuo con capacidad de decidir. Como si fuéramos débiles».

Tras la charla, insiste en algo que con frecuencia se escurre de los debates, de las conversaciones: la situación de la mujer árabe varía en función del país, de la penetración religiosa en lo político y de la situación social sobrevenida (que a veces enlaza con el interés geoestratégico de las potencias occidentales).

Las mujeres árabes comparten situaciones de desigualdad legal y social y comparten estigmas y violencia de género, pero no funcionan como un bloque sociodemográfico compacto. ¿Son lo mismo Irán que Argelia, por qué iban a serlo?

Recuerda Muhanna que las mujeres árabes son decenas de millones de ciudadanas de países del Magreb, Egipto, de Oriente Medio, Occidente, mujeres que viven en ciudades grandes, medianas, y en núcleos rurales, formadas en distinto grado, árabes-musulmanas pero también árabes-cristianas, creyentes y no creyentes, que comparten problemas para ser ciudadanas en igualdad, y muestran diferencias en cuanto a derechos individuales.

Muhanna distingue entre las barreras transversales, como puede ser la libertad sexual, y la problemática concreta de cada estado, como puede ser que, en Arabia Saudí, la mujer necesite un permiso para viajar al extranjero. Y, si se establecen prioridades, estas últimas situaciones son las que deberían atajarse con inmediatez, explica.

Por eso plantea interrogantes, para agitar el debate. Muhanna se pregunta:

-¿Prohibir el acceso a la Universidad a una mujer árabe porque lleva velo, la libera o le quita su oportunidad de conseguir educación e independencia económica para rebelarse?

-¿Por qué llevaban las mujeres de Oriente Próximo mini faldas y bikinis en los años setenta y hoy no?¿Tenían más derechos antes?

-¿La falta de derechos de las mujeres en el mundo árabe es por religión, machismo o por la situación económica y política que vive la región ahora?

-¿Enseñar las tetas con Femen soluciona las problemas de la mujer árabe?

-¿Cómo vive la mujer árabe-cristiana?¿Tiene dentro de su comunidad más derechos que la mujer árabe musulmana?

Añade Muhanna que otro rasgo que comparten las mujeres, en mayor o menor medida, es una situación de arrinconamiento y sobreprotección a manos de la instituciones (patriarcales) y de la idea de que es víctima (y no un activo).

Y eso último «no es verdad». Así que aporta una (pequeña) lista inicial de nombres para entender a las mujeres árabes contemporáneas:

-Nawal El Saadawi (1931). Es una escritora, activista, médico, psiquiatra, feminista egipcia. Ha escrito numerosos libros sobre el tema de la mujer en el Islam. Sus libros se han traducido al castellano.

-Huda Shaarawi (1879-1947). Egipcia, una de las creadoras del feminismo islámico, quien defendió la idea de que una moderna interpretación del Corán establece la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y la importancia de la educación para lograr la autonomía femenina.

-Haifaa al Mansour (1974). Guionista y directora de cine saudí. La primera directora y guionista saudí que ha sido capaz de rodar un largo dentro de Arabia Saudí sobre temas de derechos de mujeres. Se pueden ver sus películas subtituladas en inglés y castellano.

-Mona Hatoum (1952). Artista de ascendencia palestina, nacida en Líbano y residente en Londres. En su haber artístico destacan sus acciones y performances, esculturas e instalaciones que aluden a la representación femenina o al exilio.

-Ghada al-Samman (1942). Escritora y feminista siria. Sus libros se han traducido al castellano.

-Fatema Mernissi (1940). Escritora marroquí de defiende el feminismo islámico. Sus libros se han traducido al castellano y están prohibidos en Marruecos por sus ideas controvertidas sobre el Islam, si bien en países como Siria obtuvo gran éxito.

La periodista admite que costará que las mujeres árabes, en sus estados, en sus comunidades, construyan su espacio con autonomía y «tranquilidad».

Ella es partidaria de consagrar la igualdad a partir de una esforzada solución a largo plazo, en la que los estados árabes y sus instituciones deberían implicarse «sin hipocresía» y que el resto del mundo no debería frenar: educación y desarrollo social. Recalca: «desarrollo humano». Un proceso lento, iniciado en algunos países, totalmente ajeno en otros.

Muhanna habla de los hombres, defiende la responsabilidad masculina en el cambio (y rechaza posicionamientos «agresivos» como el de Femen).

No ve justo partir de los estereotipos de la «mujer árabe y sufriente», y del «hombre árabe tirano», porque eso sería reducir la realidad a la mínima expresión, a una situación sin aristas, a víctimas, verdugos y excepciones.

«Hay un conocimiento muy superficial de la realidad de los países árabes (…). Pocos se sientan a hablar del contexto, y es necesario para analizar las cosas en profundidad y para comprender».

Siente que falta mucho análisis en los grandes medios de comunicación que, al referirse al mundo árabe, se basan en «noticias-bomba» e información descontextualizada.

También habla de la nueva ola de terror que provoca el terrorismo islámico del IS y de que ese miedo (todos los miedos y terrorismos) «impiden pensar» y respetar al otro. Ella lo ha visto en su Siria natal.

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.