Los santanderinos se rebelan contra el MetroTus

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Claro que Santander ha sido escenario de muchas manifestaciones, multitudinarias y críticas con el poder. Pero cuesta recordar entre ellas, en los últimos años, a las que se dirigieran expresamente contra el Ayuntamiento de Santander por una competencia exclusiva de sus gobernantes.

Hace ya trece años, antes del derrumbe, la asociación de vecinos del Cabildo sacó a la calle a los habitantes del barrio contra el histórico abandono. Recordamos, tiempo atrás, las protestas contra la carbonilla en Castilla-Hermida, o la fiesta en la Plaza del Ayuntamiento cuando se retiró la estatua de Franco. Y más recientemente, las protestas por la expropiación de Amparo, por los excesos de la senda costera o por las obras en La Marga.

Protesta contra el MetroTus en la Plaza del Ayuntamiento

 

Nada que ver con lo que ha pasado este sábado de marzo en la Plaza del Ayuntamiento. Una concentración de protesta de más de mil personas de barrios, edades y orígenes distintos unidos por el rechazo a la «chapuza» del MetroTus, el nuevo sistema de transporte público impuesto por el equipo de Gobierno del PP basado en un carril específico para buses lanzadera que lleva a dos intercambiadores desde donde se cogen líneas para ir a la periferia.

Había personas mayores, señores, señoras con bastón, señoras con perlas. Estudiantes, gente de mediana de edad. Niños.

Señoras de Santander protestando contra el MetroTus

Montón de historias: resulta que en Cueto coinciden varias residencias de ancianos, y eso implica un tráfico de sus familiares y de los trabajadores.

O la gente mayor a la que le gusta bajar desde Monte o Cueto a la Plaza de la Esperanza o de México. Ninguna mente contempló esa posibilidad: hay que hacer el odiado transbordo con las bolsas o el carrito.

Más: a otros simplemente les venía bien para bajar a la playa, y en otros el trastorno es mayor porque habían acostumbrado a sus hijos a ir de casa al colegio en bus solos, y eso ahora ya no es posible.

El tono se eleva cuando hacen preguntas, «y esto a quién beneficia» (al grupo de la UC que lo diseñó, a la concesionaria de líneas privadas, Alsa).

Los manifestantes lanzan gritos pidiendo la dimisión de Quirós, el concejal de Movilidad Sostenible, y hacen juegos de palabras usando el apellido de la alcaldesa, Igual.

Hacen rimas entre el intercambiador de Valdecilla con una «pesadilla» (a la intemperie, en contraste con el de El Sardinero, con paredes y sala de espera). Y odian muy fuerte el transbordo.

No les han gustado las respuestas del Ayuntamiento, negándose a dar vuelta atrás o «culpándonos» de no enterarnos, y con contraofertas tan alejadas de la realidad de los usuarios (entendemos que es algo que no alcanzaron a captar los estudios del grupo de transportes de la UC) como las frecuencias en la primera hora de la mañana que sería multitudinaria en un Madrid, pero que resulta extemporánea cuando la mayoría de los que se suben y se quejan son mayores.

Una de las asistentes a la manifestación contra el MetroTus

También sube el tono de exigencia: ya no les vale el volver al día antes del Metro Tus, quieren mejoras, notar algo la inversión de 7 millones (se saben la cifra de memoria, la citan de carrerilla acompañada de un «para ponerlo peor»), como más frecuencias entre la periferia.

En el fondo, muchos han pillado la estrategia del «divide y vencerás», de que las reuniones que el Ayuntamiento se ha visto forzado, a posteriori –siguen la semana que viene- a mantener con las asociaciones son una a una para evitar que se arme un frente común.  No ha colado: los vecinos de Peñacastillo, que inicialmente iban por libre en la protesta, han votado mayoritariamente sumarse a la plataforma de afectados, e incluso están pensando en una manifestación, para la semana del 16 de marzo, aunque el tema de la fecha habrá que ir puliéndolo: no son (y eso es lo que debería preocupar al equipo de Gobierno del PP) los sospechosos habituales, sino ciudadanos molestos que han improvisado mensajes en cartones que han encontrado por casa.

De hecho, la concentración, entre pitos y gritos, se convirtió en una minimanifestación que acabó ocupando la calzada. Se habla de una manifestación, pero también de concentraciones en las paradas. Además de representantes de toda la oposición (PSOE, PRC, IU, Santander Sí Puede; fuera de la Corporación, Podemos, e incluso Ciudadanos) allí estaban Lucía Gómez Colmenero, hija de una de las fallecidas en el derrumbe del Cabildo, o esa señora con el pelo de color que se plantó frente a las máquinas que iban a alterar la senda costera, viendo de reojo como en Santander, finalmente, se ha roto el tabú de protestar masivamente contra el equipo de Gobierno. La siguiente, mañana en La Magdalena, contra los diques.

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2 Comentarios

  • M. Ángeles
    4 de marzo de 2018

    Estamos indignados con el MetroTus, un montón de millones dedicados a empeorar la vida de muchas personas que viven en sitios muy diferentes de Santander. No es que no sepamos comprender cómo funciona el MetroTus, es que han hecho algo incomprensible. Lo lógico sería que dimitieran ya, por usar nuestro dinero en nuestra contra. No pienso ver nada igual.

  • Mª Luisa Álvarez Martín
    5 de marzo de 2018

    Qué despropósito!!! Poco a poco en San Román habíamos conseguido un transporte municipal aceptable. Nos había costado mucho y estábamos encantados. Como poco dura la alegría en la casa del pobre, ha sobrevenido la desgracia en forma de Metro-bus.
    Estamos perjudicados todos, sin excepción, pero en los que primero pienso es en los trabajadores que no se pueden permitir el lujo de llegar tarde al trabajo y muchos trabajan a jornada partida. Nadie puede asegurar que en intercambiador se van a reducir los tiempos de espera a inapreciables y no hay derecho a que un trabajador vuelva a comer a su casa con el corazón en un puño por si hace o no un buen transbordo. Porque no había ninguna necesidad de complicar así las cosas.Las líneas del 17 habían ido mejorando, no hace mucho tiempo que habían añadido algunas paradas.
    Según explica el Concejal, Sr Quirós, éste es un proyecto a futuro y a mí me parece que se ha pasado el carro delante de los bueyes.
    El Concejal también dice que pretenden reducir la circulación de particulares por el centro.
    Pues la gente que pueda solucionará su problema cogiendo el coche.
    Otros lo solucionan cogiendo la línea 2, ya saturada hasta el extremo de no poder abrir las puertas en ocasiones. Creo que no sería mala cosa emplear los nuevos autobuses de la LC en mejorar las frecuencias de las líneas 1 y 2, al menos en las horas punta.
    La ampliación que se ha realizado en algunas paradas bienvenida sea pero que sirva para que puedan cargar y descargar varios autobuses al tiempo, sin hacer cola esperando a que salga el primero para que abra las puertas el siguiente.
    Otros se arreglan con el Licerbús, más caro porque es una línea privada.
    Y mientras tanto los autobuses de la línea 17 circulan casi vacíos. Un despropósito!!! que espero que corrijan cuánto antes.
    No pido a nuestra alcaldesa que se ponga en el lugar de cada uno de los vecinos pero sí que los tenga siempre presentes, saldría ganando en todos los sentidos.

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