Cabeza de la marcha fascista de San Celedonio (foto difundida en twitter por Diegu San Gabriel)

La Ley cántabra de Memoria Histórica que no se llegó a aprobar la pasada legislatura en el Parlamento hubiera prohibido el desfile con banderas franquistas y falangistas  del pasado domingo en Santander, con la colaboración de la banda musical ‘San Celedonio’.

En concreto, la ley, consultada por EL FARADIO, en su artículo 32, hace referencia a los actos de exaltación del franquismo contrarios a la memoria histórica y democrática.

Y recoge que “las administraciones públicas de Cantabria prevendrán y evitarán la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, exaltación del golpe militar o del franquismo, u homenaje o concesión de distinciones a las personas físicas o jurídicas que apoyaron el golpe militar y la Dictadura.”

Por tanto, los organizadores de esta marcha incumplirían la prohibición de exhibir públicamente elementos contrarios a la memoria histórica y democrática, y como considera esta ley, se trataría de un tipo de infracción leve, por lo que entrañaría una sanción de entre 200 euros y hasta 2.000 euros.

La marcha frente a la Iglesia de San Francisco (foto difundida en twitter por Diegu San Gabriel)

La banda de música ‘San Celedonio’ desfiló libremente por las calles del centro de Santander con banderas franquistas y falangistas, ante la pasividad de la Delegación del Gobierno español en Cantabria y el Ayuntamiento, tal y como se está criticando por parte de distintos usuarios en redes sociales.

El desfile, en el que participaron tanto adultos como menores de edad, estuvo encabezado por la bandera de la España franquista, y seguido por otras como la de la Falange, único partido del franquismo.

Por otra parte, la marcha estuvo escoltada por los agentes de movilidad, a los que algunos viandantes vieron pactando el recorrido de la marcha con símbolos de la dictadura franquista.

Un desfile que se realizó el domingo, coincidiendo con las fiestas de la Semana Grande 2019 que se celebran desde el 19 de julio hasta el próximo 28 de julio.

El acto ha despertado la indignación entre muchos cántabros, que piden que no se normalice el horror que sufrieron cientos de víctimas santanderinas.

LOS CONVOCANTES OCULTARON A DELEGACIÓN DE GOBIERNO EL MOTIVO REAL DE LA MARCHA

El problema ha sido, según ha explicado a EL FARADIO el delegado de Gobierno, Eduardo Echevarría, que la petición de información que se les trasladó no incluía ese tipo de referencias.

En concreto, los organizadores, la asociación cultural Almirante Bonifaz, cursó su solicitud para un acto este domingo que iba a consistir en una «ofrenda de coronas a los caídos», con apoyo de megafonía local y un recorrido entre la iglesia de San Francisco (junto a la Plaza de la Esperanza) y la plaza Obispo Eguinu Trecu (frente a la Catedral, escenario habitual de conmemoraciones de la dictadura franquista).

Tras constatar el uso de símbolos de exaltación de la dictadura, Delegación de Gobierno encargará un informe a la Abogacía del Estado para que determine si se produjo o no vulneración de la legalidad, en este caso de la ley estatal de Memoria Histórica en su número 15 (cuya redacción se ciñe más a monumentos y símbolos públicos).

También elaborará un informe la Policía Nacional, en un caso que «nos vale como referencia» para futuras situaciones similares, para comprobar si se dan más veces en las que una asociación informe de un evento que luego no se corresponda con la realidad, apuntaba el delegado de Gobierno.

La «asociación cultural» Almirante Bonifaz tiene vínculos en su origen con Fuerza Nueva y llegó a ser presidida por el conocido Godofredo (José Sáez Carrasco, propietario de un establecimiento de chubasqueros en el Paseo Pereda de Santander), y es asistente habitual a actos de este tipo, como los homenajes a Carrero Blanco en Santoña.

IU LAMENTA QUE PRC Y PSOE ESTÉN «MÁS PENDIENTES DE LA COMPETICIÓN ENTRE SUS LÍDERES» QUE POR POLÍTICAS «QUE GARANTICEN LA CONVIVENCIA»

Desde Izquierda Unida de Cantabria, su coordinadora autonómica, Leticia Martínez, ha recordado que la exaltación del franquismo en las calles estaría prohibida si la Ley de Memoria histórica y democrática de Cantabria estuviera aprobada “y no en un cajón como la dejó el Gobierno PRC-PSOE en la anterior legislatura”.

“Es evidente que, con esta Ley aprobada, el desfile de este domingo estaría prohibido y las Administraciones públicas deberían velar para que no se produjese la exaltación de la etapa más negra de la historia reciente de nuestra comunidad y nuestro país”, aseveraba, remitiéndose a la propia Ley.

Sin embargo, Martínez lamenta que “tenemos un gobierno bipartito –PRC-PSOE–, antes y ahora, más pendientes de las buenas promesas y la competición entre sus líderes por quién se hace más fotos y quién saca adelante menos políticas que garanticen el bien social y la convivencia”.

“No confiamos en que este gobierno avance en políticas públicas beneficiosas para la comunidad porque ya han demostrado que se pueden dejar leyes escritas en el cajón sin aprobar, mientras la población sigue demostrando que está por delante de quienes les gobiernan”, ha sentenciado.

UNIDAS POR SANTANDER LLEVARÁ EL TEMA AL PRÓXIMO PLENO

Por su parte, Unidas por Santander, la confluencia de Izquierda Unida, Podemos, Santander Sí Puede y Equo, preguntará en el próximo pleno a través de su concejal, Miguel Saro, por las razones por las que se permitió la exhibición de banderas anticonstitucionales, pese a la presencia de agentes de movilidad del Ayuntamiento de Santander, y también si esta banda recibe algún tipo de subvención municipal.

En palabras de Miguel Saro, concejal de Unidas por Santander, «este acto supone un bochorno para la mayoría de los santanderinos y santanderinas que no se sienten representados por esa apología de la violencia como representó el intento de golpe de estado del 18 de julio».

Desde Unidas por Santander, su co-portavoz Lydia Alegría, manifiesta que «esta circunstancia no puede volver a darse y hay que evitar por todos los medios una normalización en la exhibición de símbolos antidemocráticos».