La organización de la carrera solidaria ‘Santander corre por Siria’ ha informado a primera hora de este domingo de la suspensión de la cita por el mal tiempo de las últimas horas, con intensas precipitaciones en la capital de Cantabria, desde la tarde del sábado y durante la madrugada del domingo.

El grupo local de Amnistía Internacional había estado trabajando en las últimas horas en la puesta a punto del recorrido, que debía partir desde el Palacete del Embarcadero, a partir de las 9.30 horas con la carrera infantil y desde las 10 de la mañana la carrera senior.

El recorrido se había establecido, como en anteriores ediciones, en 7,2 kilómetros – equivalente a una legua-, con salida en el Paseo Pereda, hasta el Palacio de la Magdalena y vuelta.

Durante el sábado, en los Jardines de Pereda, la organización había distribuido 685 dorsales de un máximo de 700, el tamaño máximo de una prueba de estas características.

Además, se habían entregado 200 camisetas más, de gente que apoya la causa pero no pensaba correr, y hay 65 donaciones on-line, recabadas en la web de la carrera, además de las presenciales en el templete de la organización en los Jardines de Pereda.

EL PEOR DESASTRE HUMANITARIO

la iniciativa tiene un doble objetivo: dar visibilidad a las consecuencias del conflicto y recaudar fondos para ayudar a la población de un país que lleva sufriendo los estragos de la guerra desde 2015.

El conflicto sufrido por la población yemení ha sido calificado por la ONU como el peor desastre humanitario causado por el hombre. Afirmación que bien se ve reflejada por unas cifras alarmantes: 250.000 muertos (125.000 menores de 5 años por causas directas o devenidas de la guerra), tres cuartas partes de la población (21 millones de civiles) no disponen de elementos básicos como agua o comida y 2,9 millones de habitantes se han visto obligados a abandonar sus casas por los bombardeos.

Por otro lado, la situación se agrava antes la estrategia de Arabia Saudí basada en el bloqueo del país, lo que impide la llegada de ayuda humanitaria bien por vía terrestre o aérea. Una estrategia fundamentada en lo que Amnistía Internacional domina “el hambre como arma de guerra”.

Las anteriores ediciones se centraron en Siria. En este caso, se mira a Yemen porque es un conflicto que además tiene su protagonismo santanderino: desde el Puerto de Santander se embarcan con frecuencia armas de la compañía Bahri que acaban siendo usadas en la guerra de Yemen.