Continuando con la campaña recientemente iniciada en defensa de los árboles urbanos de Santander, diferentes plataformas y asociaciones vecinales y ciudadanas, se dirigen a los responsables políticos del ayuntamiento para solicitar que la ciudad recupere el disfrute de todos los efectos beneficiosos de sus árboles evitando la poda de los mismos.

Hay que recordar que cada especie de árbol tiene su forma y estructura característica. La poda realizada de forma indiscriminada y aplicada por igual  a todas las especies, supone una agresión esencial a la misma estructura propia del árbol, destruyendo una morfología  que desnaturaliza el paisaje urbano.

Resulta «una frontal contradicción y carece de sentido plantar árboles, para después desarrollar una gestión de parques y jardines basada en la deformación y agresión periódica de los mismos», como asegura la plataforma DEBA a través de un comunicado de prensa. La arboleda debe entenderse como un entramado natural que responde a necesidades que van más allá de la función puramente decorativa, sino que posee un  efecto positivo en la calidad de vida de los habitantes y en la fisonomía urbana de la ciudad.

Las especies arbóreas deben ser cuidadosamente escogidas para cada zona y calle de la ciudad, con el objeto de evitar o minimizar futuros conflictos espaciales y potenciales intervenciones agresivas posteriores en los árboles. Por ello, es necesario que «nuestros responsables políticos hagan algo a lo que no están habituados: PLANIFICAR a medio y largo plazo, en lugar de IMPROVISAR la colocación de árboles y el uso del espacio urbano con un horizonte de no más de 4 años» como cita la asociación en el mismo comunicado.

DEBA considera que Santander no aplica «el tratamiento y conservación de sus árboles urbanos» con responsabilidad, al mismo tiempo que cuestiona » las causas y el origen de esta prolongada, reiterada, indeseable y obsoleta gestión». Por lo que solicita a los responsables municipales que se paralice de forma definitiva «la práctica de las podas excesivas para efectuar todos los cambios necesarios en la gestión, tratamiento y conservación de los árboles de Santander, para garantizar que cada especie arbórea conserve su forma y estructura característica, para que pueda ofrecer sus beneficios de forma plena a la ciudad y a sus habitantes».

No es la primera vez que la la asociación se dirige a las instituciones municipales para que tomen medidas en la “práctica de podas abusivas generalizadas” características del inicio del otoño. En ocasiones anteriores la plataforma DEBA ha solicitado  una actitud activa por parte del ayuntamiento que se traduzca en medidas efectivas para la conservación de la arboleda de la ciudad, considerando esta de vital importancia para “la calidad de vida de los habitantes y el medio ambiente” de Santander. Evitandoayuntamiento que se siga manteniendo “la ausencia de una normativa que proteja al arbolado de la ciudad”.

Además la asociación valora la disposición de la arboleda de forma anacrónica, entendiendo sus distribución como mero “mobiliario urbano” quedando su función equiparada a la que puedan que puedan ejercer “postes, bancos, semáforos o papeleras”.

Por ello, la denuncia de la asociación se centra en la búsqueda de medidas de conservación y protección de los árboles, como elemento vivo de la ciudad, trascendiendo de un papel meramente estético. Medidas que por parte de la asociación no son compatibles por la constante sustitución de “arbolitos pequeños y flores” sino con la “expansión de campas de césped practicable y arbolado por todos los distritos de la ciudad, como sucede en el resto de las ciudades próximas de España y en toda Europa” o en la propuesta de extensión de espacios verdes impulsada por el vecino ayuntamiento de Torrelavega.

DEBA también ha elaborado una lista de los diversos beneficios que aporta una correcta conservación de la arboleda en la ciudad:

1º Producen oxígeno y mejoran la calidad del aire y de la salud humana.

2º Absorben gases contaminantes.

3º Aportan serenidad anímica y psicológica.

4º Disminuyen el ruido.

5º Atemperan y suavizan el clima en un entorno con excesivos pavimentos duros.

6º Combaten el calentamiento global.

7º Mejoran el paisaje .

8º Compensan los impactos visuales provocados por las infraestructuras y construcciones.

9º Naturalizan el medio urbano.

10º Colaboran en gran medida a que la ciudad sea más habitable.