Sin ellas no hay futuro

Médicos sin Fronteras inaugura una exposición para visibilizar los problemas que sufren las mujeres en situación de crisis humanitaria

La exposición se inaugura el 5 de noviembre en el Centro Cívico de Cazoña con una serie de fotografías y vídeo que reflejan los problemas de salud a los que se enfrentan las mujeres en situación de crisis humanitaria donde "muchas mujeres siguen muriendo por causas fácilmente prevenibles”
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Médicos Sin Fronteras y el Ayuntamiento de Santander inauguran en el Centro Cívico de Cazoña una muestra con fotografías y vídeos para reflejar los problemas de salud a los que se enfrentan las mujeres en contextos de crisis humanitaria, especialmente en la salud reproductiva

La exposición ‘Sin ellas no hay futuro’ de Médicos Sin Fronteras (MSF) muestra los problemas de salud a los que se enfrentan las mujeres en contextos de crisis humanitaria, generalmente aquellos que tienen que ver con la salud reproductiva pero también otros que se refieren a la violencia sexual e intrafamiliar. La muestra inaugurada el 5 de noviembre podrá visitarse en el Centro Cívico de Cazoña (Santander) hasta el próximo 28 de noviembre.

La muestra recoge fotografías y vídeos de Martina Bacigalupo, Patrick Farrell, Kate Geraghty y Sydelle Willow Smith, realizadas en contextos en los que trabaja MSF, como Burundi, Papúa Nueva Guinea, Malaui y Haití. En ellas se abarcan cinco amenazas para la salud y la vida de la mujer a través del testimonio de quienes las sufren: Chantal, Sylvie, Marlin, Yvonne o Edna han sufrido urgencias obstétricas o fístulas a raíz de un mal parto, o han sido agredidas por sus maridos, o han quedado embarazadas tras una violación, o tienen VIH y temen transmitírselo a sus bebés.

Los problemas relacionados con la salud reproductiva son la principal causa de muerte entre las mujeres en edad fértil, por ejemplo las complicaciones en los partos o las consecuencias de abortos no seguros. Y en contextos violentos, la vulnerabilidad de la mujer se agrava; en muchos lugares no hay asistencia médica especializada para víctimas de violencia, ni atención para sus lesiones o heridas, ni prevención de infecciones, ni apoyo en salud mental.

MSF recoge que solo de complicaciones en el embarazo y el parto mueren cada día 800 mujeres en todo el mundo, que entre 50.000 y 100.000 mujeres desarrollan fístula, o que el 40% de las embarazadas con VIH transmiten el virus a sus hijos cuando no reciben tratamiento antirretroviral, cifras que pueden reducirse garantizando el acceso a personal sanitario cualificado o simplemente cambiando la forma en la que se las atiende.

“En la mayoría de los contextos en los que trabajamos, muchas mujeres siguen muriendo por causas fácilmente prevenibles”, explica la delegada de MSF para la Zona Norte, Nagore Eskisabel. “A nuestros hospitales llegan todos los días mujeres con condiciones médicas que ponen en riesgo su vida, y a veces llegan demasiado tarde; otras ni siquiera tendrán un sanitario cualificado cerca cuando lo necesiten, por ejemplo si se pone de parto”, añade.

Los visitantes podrán conocer de cerca las historias de estas mujeres, comprobar los riesgos a los que se enfrentan cada día y conocer los métodos sencillos y económicos con los que se puede salvar la vida de muchas de ellas.

 

LOS FOTÓGRAFOS

Martina Bacigalupo nació en Génova (Italia), aunque se ha instalado como fotógrafa independiente en Burundi, donde colabora a menudo con organizaciones internacionales. Ha publicado su obra en los principales diarios internacionales. Actualmente trabaja para la Agencia VU de París.

Patrick Farrell nació en Miami. Trabaja para el diario The Miami Herald y en 2009 fue galardonado con el Premio Pulitzer por su trabajo sobre las consecuencias de los huracanes en Haití. Farrell ha fotografiado algunos de los acontecimientos más importantes de los últimos 30 años.

Kate Geraghty, nacida en Australia, trabaja para The Sydney Morning Herald desde 2001. Ha cubierto numerosas crisis internacionales, como las guerras de Irak, Afganistán y Líbano, el tsunami de 2004, o el referéndum de independencia en Sudán del Sur.

Sydelle Willow Smith es una fotógrafa independiente sudafricana, que en la actualidad vive en Ciudad del Cabo. Uno de sus temas prioritarios es la migración y su impacto en las sociedades de acogida, que ha documentado en su país natal y en el barrio barcelonés de Gracia.

PRINCIPALES URGENCIAS

En el 15% de los partos se presentan complicaciones graves que requieren una atención médica de emergencia y especializada para salvar la vida de la madre, del bebé o de ambos. Esto ocurre en cualquier país del mundo, pero en algunos la mujer recibe los cuidados que necesita y en otros muchos no. El sufrimiento que todo ello provoca se traduce en cifras abrumadoras: cada día, 800 mujeres mueren en el mundo por causas fácilmente evitables relacionadas con el embarazo y el parto. En Burundi, los datos son más estremecedores. Al año, 2.200 mujeres mueren por causas prevenibles: la dificultad de acceso debido al precio del transporte, la falta de personal especializado o la carencia de medicamentos o material médico.

Las fístulas obstétricas son otra de las afecciones más comunes. La fístula obstétrica es una lesión abierta entre la vagina y la vejiga o el recto y que resulta devastadora para la mujer. Además de las implicaciones para la salud, esta es a menudo es repudiada, expulsada del hogar, apartada de la familia y marginada de la comunidad.Las fístulas suelen producirse por embarazos prolongados y obstruidos en los que la mujer no recibe la atención médica adecuada. Según las estimaciones, cada año entre 50.000 y 100.000 mujeres desarrollan fístula pero el acceso a la cirugía reconstructiva está solo al alcance de unas pocas. En algunos países, Médicos Sin Fronteras ofrece cirugía reconstructiva para la fístula de forma regular en sus proyectos, mientras que en otros organiza programas puntuales una o dos veces al año.

Por otro lado, y esté o no relacionada con un conflicto, la violencia siempre impacta con más fuerza en mujeres y niños. Pero además, en muchos lugares no hay asistencia médica especializada para las víctimas de la violencia. En Tari, una ciudad pobre de las

regiones montañosas del sur de Papúa Nueva Guinea, el centro de apoyo familiar de MSF ofrece atención médica y psicológica a mujeres víctimas de violencia sexual e intrafamiliar. El equipo atiende unas 150 consultas al mes, de las cuales 120 se deben a agresiones intrafamiliares, y el resto a agresiones sexuales. Entre las actividades que se realizan están la cura de heridas y lesiones, prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual, servicios de planificación familiar y facilitación de certificados médicos en el caso de que la víctima desee presentar una denuncia.

Por su parte el VIH es un virus afecta a hombres y mujeres por igual, pero en los países pobres ellas son quienes tienen más riesgo de contraerlo, y de hecho son quienes más lo sufren. Las mujeres con VIH se enfrentan a muchos problemas médicos y sociales, y las que están embarazadas, además, deben preocuparse de no transmitírselo a sus bebés durante la gestación, el parto o la lactancia.Cuando no reciben tratamiento antirretroviral, el 40% de las embarazadas con VIH transmiten el virus a sus hijos. Con la medicación correcta esta tasa cae por debajo del 5%. Pero no todas tienen la posibilidad de diagnosticarse y medicarse. Sigue habiendo un gran estigma y mucha desinformación en torno al VIH.En el programa para la Prevención de la Transmisión del VIH de Madre a Hijo de MSF en Malaui, las embarazadas con VIH reciben tratamiento antirretroviral para prevenir la transmisión a sus bebés. Además cuentan con el asesoramiento de las madres de apoyo, grupos de mujeres que han pasado por su misma experiencia que trabajan para darles consejos y aliento.

El aborto es otro de los grandes problemas de salud de las mujeres siendo una de las cinco principales causas de mortalidad materna y provoca cerca del 13% de las muertes de mujeres embarazadas. Cada año se producen 44 millones de abortos en el mundo, y la mitad de ellos se realizan en condiciones no seguras. Las cifras se disparan en algunas regiones, como América Latina, y en contextos como los campos de refugiados y las zonas afectadas por un conflicto. En la mayoría de estos lugares los métodos anticonceptivos raramente están disponibles y el aborto está restringido por ley. Para la mujer, seguir adelante con el embarazo puede no ser una alternativa viable, bien por la falta de recursos, bien por el rechazo y el estigma, o por posibles represalias de la familia y la comunidad.En Haití, la ley prohíbe el aborto en todos los casos, excepto cuando la vida de la madre corre peligro. Esta restricción deja pocas opciones a las mujeres con embarazos no deseados: muchas recurren a curanderos o toman medicamentos abortivos que compran ilegalmente en las calles. Para estos casos, MSF ofrece en Puerto Príncipe los servicios del Centro de Urgencias Obstétricas.

 

 

 

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